Gala tranquila

“Alejandro y Ana” triunfan en Zaragoza en unos Premios Max sin pegatinas

La obra “Alejandro y Ana (Lo que España no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente)”, del grupo Animalario, ganó el premio Max de Teatro al mejor espectáculo exhibido en el 2003, imponiéndose a la producción “Juli César” del Teatre Lliure y a la pieza escrita por Fernando Fernán Gómez “Las bicicletas son para el verano”, que solo obtuvo cuatro galardones de los doce a los que aspiraba. De alguna manera el Premio teatral acabó en manos de un fenómeno mediático, el impulsado por los actores Alberto Sanjuán, Guillermo Toledo y Andrés Lima, que se pudo ver en salas de aforo muy reducido, pero que tuvo gran repercusión por su difusión en DVD. Miguel Angel Solá fue premiado como mejor actor. El argentino obtuvo el galardón por su papel en la obra “Hoy: El diario de Adán y Eva, de Mark Twain”. Por su parte, Mercedes Sampietro, que obtuvo el premio a la Mejor Actriz Protagonista por “Sábado, domingo y lunes”, mostró su rechazo a la guerra, a la manipulación y a la mentira, y pidió al nuevo gobierno socialista, de José Luis Rodríguez Zapatero, que “no nos falle”. Blanca Portillo ('7 vidas'), que logró el premio a la mejor actriz de reparto por 'Como en las mejores familias', dedicó un recuerdo a todas las mujeres que sufren malos tratos, y pidió que “se termine con esta lacra social”. La entrega de los Premios Max, que se celebró en el Auditorio de Zaragoza, no tuvo ningún tono reivindicativo ni de protesta este año, lejos ya los “Prestige” y la exigencia de retirada de tropas de Irak. El grupo “Animalario”, ganadores del principal premio de los Max, leyeron uno de los discursos con más contenido crítico de la noche. Alberto San Juan dijo que “el 11-M demostró que no hay guerras lejanas, sino una sola guerra, que nos puede estallar en nuestras propias manos”, criticando “a sus patrocinadores Bush, Blair y Aznar”. La gala fue diseñada por Paco Mir, que optó por la austeridad en la puesta en escena y las intervenciones de premiados e intervinientes y presentada por Llum Barrera que contuvo su comicidad. Entre los invitados para entregar los premios destacamos a Millán Salcedo, que cantó a ritmo de jota su intervención. Toda la gala estuvo impregnada de la canción “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat. El premio homenaje a toda una trayectoria fue para el dramaturgo y escenógrafo Francisco Nieva. El Teatro del Común ganó el de Nuevas Tendencias y el Hispanoamericano fue para el festival Internacional Cervantino de Guanajuato. La ministra de Cultura, Carmen Calvo, acompañada por la presidenta de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Ana Diosdado, intervino en el acto de clausura de la fiesta para felicitar a todos los premiados “que utilizan su libertad y nos ofrecen sus creaciones”. “Cuando la violencia ocurre, ha fallado la cultura”, dijo.

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