Aramís agradece a Telecinco 'pagar mis deudas'... y Motos hace chiste de ella
Aramís Fuster ha vuelto a usar uno de sus montajes para regresar a la primera plana mediática, una vez más en Mediaset. Desde que dejase caer que se iba a suicidar, ha aparecido en dos 'Sálvame Deluxe', y ayer acudió como invitada a 'Sálvame'.
En el espacio vespertino de Telecinco volvió a discutir con casi todos los colaboradores, que la acusaban de montajista en el mismo programa que la había invitado a hablar de esos montajes por tercera vez en poco más de 2 semanas.
'Sálvame' ya había preparado una cámara oculta en el coche de producción con el que la trasladaron al plató. Por ella la grabaron hablando con el chófer de su familia y de por qué había echado a su hijo de su casa.
La última bronca, con Jesús Manuel
Jesús Manuel reconoció con ironía a la pitonisa todos los reconocimientos artísticos que tiene por ser una gran especialista en hacer teatro. Aramís empezó a decir lo mucho que le gustaba ponerles nerviosos, y el colaborador le dijo que lo que de verdad les inquieta es la gente con tan poca vergüenza como ella.
En mitad de la trifulca, Aramís decidió quitarse la peluca. Entonces, su pelo blanco pasó por las cabezas de varios colaboradores, incluso la de Jesús Manuel que se la puso para bailar una jota.
En cualquier caso, al final la supuesta pitonisa acabó tirando de ironía para dar “gracias a Telecinco he conseguido pagar mis deudas y estoy limpia” y confesar lo mucho que le satisface saber lo mal que cae en el plató de 'Sálvame', aprovechando cada vez que tiene oportunidad para soltar alguna pullita a los colaboradores, como puede ver aquí.
Pablo Motos la usa como chiste con Dani Rovira
El nombre de Aramís Fuster también pudo ser escuchado más tarde, en el prime time de Antena 3. 'El Hormiguero' ofreció un especial en horario estelar después de la Champions con Dani Rovira, y Pablo Motos se acordó de la supuesta vidente.
Durante un momento de su charla, el presentador repasó la apretada agenda laboral del actor y cómico, para acabar diciéndole: “Vaya Dani, trabajas más que el farmacéutico de Aramís Fuster”.
