Entrevista

Carmen Machi: “En 'Aída' también hemos sufrido la censura”

Carmen Machi lleva ocho años dando vida a Aída, primero en “7 Vidas” y, desde enero de 2005, en su propia serie. Telecinco acaba de estrenar la quinta temporada de esta ficción que, el año pasado, se convirtió en la única que superó los cinco millones de seguidores y que en su regreso de hace siete días rozó los 6 millones de seguidores con un 30.9% de share.

“Para ser actriz, o vales o no vales”“El año pasado, nos censuraron cuando yo me enrollaba con un cura”

“Cuando un actor no sale en TV, desaparece” “La fama agota, a veces, porque todo el mundo te toca” “Todos los actores somos tímidos, pero no todos los tímidos sirven para actores” “Me siento muy cómoda haciendo comedia y drama al mismo tiempo” “Estoy encantada de que las cadenas ya no tiren una serie en el segundo capítulo”

“Veo mi serie para juzgarme” “Disfruto más trabajando que viéndome” “El fin de Aída lo decidirá el público” “Sería rarísimo que la audiencia de Aída cayera” “Aída se resentiría si Paco León dejase la serie”

¿Tenía ganas de volver?

Mentiría si dijera que sí (risas). Llevamos desde septiembre trabajando en esta temporada, pero prefiero cuando no se emite la serie, porque la gente está más tranquila. Cuando un actor deja de salir en televisión, desaparece. Si una serie es seguida por una media de cinco millones y llevas haciendo el mismo personaje durante ocho años, piensas que no hay una persona en este país que no te conozca.

¿Le agobia la fama?

Todo el mundo te toca, se acerca, te comenta cosas, y eso agota mucho. Llega un momento que dices: Hoy no puedo salir a la calle. Pero lo digo desde el agradecimiento al público, ya que la gente te da un cariño inmenso, lo que pasa es que, a veces, necesitas tu espacio.

¿Usted quiso ser actriz para vencer la timidez?

No. Yo no he hecho interpretación para superar la timidez, sino que he dicho que todos los actores somos tímidos, aunque no todos los tímidos son actores, porque esto no es nada fácil. Para ser actor, o vales o no vales. Ni estudios, ni nada.

¿Es algo vocacional?

Creo que sí, aunque luego te puedes ir puliendo. Yo, por mucho que quiera pintar cuadros, no lo voy a conseguir en mi vida, porque soy malísima.

¿Vamos a ver una temporada de “Aída” más descarada que las anteriores?

La serie es bastante redonda, los personajes están muy perfilados y se puede jugar mucho con ellos, así como llevarlos a situaciones límite. Aída es una persona muy positiva, se van a dar situaciones muy dramáticas en los próximos capítulos, pero en tono de comedia, como siempre. Nos estamos divirtiendo mucho grabando la temporada.

¿Qué le ocurrirá a su personaje a lo largo de las próximas semanas?

Se retoma el tema del alcoholismo de Aída, pero ahora de forma más agudizada que cuando se trató en “7 Vidas”. Los hijos han crecido, están en un momento hormonal que la vuelven loca y ella sigue estando sola, nadie le agradece nada y cae en el alcohol, que es un tema muy duro.

¿Cómo lleva hacer comedia con situaciones tan dramáticas?

Eso tiene que ver con los buenos guiones que tenemos. También tienes que tener unos actores que entiendan ese código. Yo me encuentro muy cómoda haciéndolo.

La pasada temporada tuvieron algunos problemas con diferentes colectivos sociales que se sintieron ofendidos, ¿cómo se lo tomó?

Es que en esta vida hay asociaciones de todo. El mayor problema lo tuvimos con el capítulo en el que yo me enrollaba con un cura. Nadie ha visto cómo se rodó ese episodio, porque hubo que doblar fragmentos y cambiarlos, ya que tuvimos una pequeña censura, que yo respeto mucho (risas).

¿Censura de la productora o de la cadena?

No lo sé, y como está censurado, no lo digo porque me cortan la cabeza (risas). En ese episodio, había frases concretas que podían sentar mal a la Iglesia y, simplemente, se decidió quitarlo. Algún día se pasará la versión original (risas).

También tuvieron un conflicto con una asociación de enanos…

Fue algo muy surrealista. El actor que participaba en la serie era enano y él no tenía ningún problema con el guión. De hecho, él mismo quiso hablar con esa asociación para aclarar que la serie no tenía nada en contra de su colectivo. El problema venía de un personaje, Mauricio, que representa el fascismo, el despotismo y la xenofobia.

¿Cree que falta un poco de sentido del humor?

La gente tiene que entenderlo, no debe tomárselo a mal. Pero también es verdad que es el riesgo que corre este tipo de series.

¿Cree que estas polémicas reportan publicidad a la serie?

Bueno, a “Aída” no le hace falta este tipo de cosas (risas). Es cierto que, cuando hay polémicas, la gente quiere ver ese capítulo por morbo. Es una pena que ocurran estas cosas, porque los guionistas lo escriben desde el cariño más absoluto y nunca tratando de herir a nadie, y mucho menos a una persona que tenga una discapacidad.

¿Usted es seguidora de la serie?

Me siento a verla porque si no, no sé lo que he hecho. Pero la verdad es que no soy devoradora de televisión. Ahora sí hay muchas series españolas que veo porque en ellas trabajan compañeros, y me gusta saber qué están haciendo. Además, creo que actualmente hay cosas muy buenas en televisión y estoy encantada de que las cadenas no ‘tiren’ un trabajo en el segundo capítulo.

¿Disfruta viéndose?

Veo la serie para juzgarme. Al grabar con público, ensayamos mucho, por lo que disfruto más trabajando que viéndome.

¿Es muy dura consigo misma?

Todo el mundo es crítico con lo que hace. Además, en televisión no eres dueño del resultado final, el responsable es el que monta el capítulo. La conclusión a la que llego es que en todas las tomas debes estar bien, porque corres el peligro de que dejen justo la que no te gusta. Así que recomiendo a todos los actores que siempre estén fenomenalmente para que luego no tengan problemas (risas). En el teatro, en cambio, tú eres dueño y señor de lo que haces.

¿Compagina la grabación de “Aída” con otros trabajos?

He estado haciendo teatro, la obra “Auto”, durante un año. La verdad es que no me da mucho tiempo a hacer otras cosas.

¿Cuánto durará esta temporada?

Nosotros hacemos dos temporadas de 13 capítulos al año. Yo creo que ahora se emitirán dos temporadas seguidas, pero eso depende de la cadena.

¿Hasta cuando seguirá en la serie?

No lo sé.

Pero, ¿usted se ha planteado alguna vez dejarla?

Es una difícil decisión, si alguna vez se me ocurriera. Ahora me siento muy bien. Aguanto porque hay buen rollo, porque es un producto que tiene calidad y porque es muy difícil tener una serie de éxito. De todas formas, el fin de “Aída” lo decidirá el público.

¿Cree que cada vez es una serie más coral?

Cuantos más compañeros haya, mucho mejor. Da igual quién tenga el protagonismo en el capítulo, porque todos funcionan. Eso es buenísimo para una serie, es muy saludable.

¿Cree que esta temporada va a volver a ser la única serie en conseguir cinco millones?

Ahora también “Escenas de matrimonio” los ha superado. Sin que suene prepotente, creo que es difícil que “Aída” caiga, pero no lo digo porque me guste a mí, sino por lo que veo en la calle. Si no saliera de casa y no escuchara a la gente, no sabría si va a seguir gustando o no. Además, si “Aída” cae, será responsabilidad nuestra, porque no lo hemos hecho bien, pero no creo que ocurra, sería rarísimo.

¿Piensa que la serie sigue estando viva?

Está en un punto álgido. Los guiones siguen siendo muy potentes y no se ha ido ningún actor, y eso es muy importante. Imagínese que Paco León lo deja… En ese caso sí se puede pensar que la serie se resentiría porque su personaje es muy potente, pero es algo que no ha ocurrido.

¿Cuál es su apuesta de audiencia para esta temporada?

Ahora hay más series y más cadenas. Si no tenemos cinco millones, tendremos cuatro, que también está muy bien. Hay que contar con todo. Los martes, por ejemplo, hay cuatro series españolas y todas tienen su público. Creo que “Aída” se mantendrá por lo menos en una media de 25% de share.

EL TEST DE VERTELE

Un programa o serie de televisión que le guste:

“El síndrome de Ulises”.

Un programa o serie de televisión que no le guste:

Todos los que estén relacionados con esas porquerías de hablar de los demás.

Un programa que no haría jamás:

Como actriz no creo que diga no a nada. No presentaría un programa, porque trabajar en televisión no implica que puedas hacer cualquier cosa por el hecho de trabajar en este medio. Yo hago personajes, simplemente.

Un programa de la infancia del que guarde buenos recuerdos:

“Los Picapiedra”.

Una manía o superstición que tenga antes de ponerse delante de una cámara:

No tengo supersticiones. Tengo la manía de santiguarme tres veces antes de salir al escenario.

Un famoso/a de televisión al que admire:

Lluís Homar, que ahora está en “Gominolas”.

Un directivo al que admire:

José Luis Gómez es un director de teatro muy importante que creo que ha marcado mucho mi carrera.

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