Endemol emprende el sueño americano
Endemol Entertainment está cerrando acuerdos para extender sus brazos al mercado americano. Según el contrato que firmará con la CBS, ésta adquirirá la exclusividad para emitir en Estados Unidos todos los formatos que la productora cree en el futuro. La cadena ya había tratado anteriormente con la filial de Telefónica Media cuando compró los derechos del popular Big Brother, que en aquel país no igualó los formidables resultados alcanzados en Europa. Esta alianza impedirá que la empresa presidida por el holandés John de Mol repita experiencias pasadas como la venta de sus programas a otras cadenas. Así lo hizo con Chains of love, el especial de Jerry Springer Now or never y Sweet revenge a la NBC. Norte y sur Latinoamérica no se queda fuera de los planes de expansión de Endemol. Después de tomar una posición accionarial mayoritaria en la productora argentina P&P, firmó un acuerdo de explotación exclusiva con la cadena Telefé, controlada también por Telefónica Media. Actualmente ha comenzado las negociaciones con los grupos multimedia O’Globo de Brasil y Televisa de Méjico. Hay que recordar que Endemol nació en 1994 de la fusión de las productoras holandesas Joop van den Ende Production y John de Mol Produkties. Telefónica Media compró el año pasado el cien por cien de su capital, convirtiéndola así en la compañía responsable de la creación de contenidos de televisión del grupo. Sin embargo, desde el cese de Villalonga como primer ejecutivo de Telefónica, su sucesor, César Alierta, ha encomendado las relaciones entre Endemol y Telefónica Media al presidente de ésta, Juan José Nieto. El español y John de Mol no parecen entenderse bien y la comunicación no es tan buena como entonces. Y después de Gran Hermano La productora ha adquirido un antiguo hotel en el sur de Portugal para utilizarlo como plató de televisión. Allí se filmarán algunos de los nuevos formatos que serán distribuidos en España, Italia y Portugal después de verano. Entre ellos, destaca un concurso en el que varias parejas de novios a punto de casarse convivirán durante dos semanas encerrados en una casa para poner a prueba la solidez de su relación.
