Évole cuenta el tema que más enfrentó a Iglesias y Rivera, y sus condiciones
Esta noche, Pablo Iglesias y Albert Rivera volverán a verse las caras en ‘Salvados’. En un debate nuevamente moderado por Jordi Évole, aunque en esta ocasión alejado del ya mítico bar del ‘Tío Cuco’, los políticos protagonizarán un ‘cara a cara’ del que ya pudimos ver las primeras píldoras, en las que Venezuela se convertía en uno de los asuntos más polémicos de la charla.
Sin embargo, su 'calentón' con el tema del país sudamericano no será el más fuerte del programa. Según avanzó el propio Évole este sábado en 'laSexta Noche', la situación de los refugiados fue el asunto que más les enfrentó: “A mí me sorprendió (...) Se agarran una... que me incomodó. Sé que televisivamente eso funciona muy bien, pero la lectura que sacas luego de ese momento no es la más positiva”, admitió.
Con respecto a las condiciones, el catalán, que ya aseguró que una de las “exigencias” de este nuevo 'cara a cara' era que no volviera a realizarse en un bar, desveló que la petición proviene del equipo de Albert Rivera. Más tiempo y más distancia en la mesa son otros de los requisitos que el presentador admitió haber recibido por parte de los partidos.
“Hicimos un grupo de Whatsapp con Rivera y Iglesias que se llamaba 'el espíritu del Tío Cuco'”
El presentador admitió que, “a diferencia de la primera vez, ahora ha sido más difícil ponerles de acuerdo”, y confesó que tras el primer cara a cara crearon los tres un grupo de WhatsApp: “Allí nos enviábamos mensajes, pero empezaron a desaparecer con las elecciones”.
Évole explicó que fue a través de ese grupo donde lanzó la primera petición para repetirlo, “y lo recibieron con bastante frialdad. Iglesias me dio largas y Rivera me llamó luego por teléfono. Pensaba que no se iba a hacer”.
Las diferencias con el primer 'cara a cara' en 'Salvados'
Jordi Évole confesó a Iñaki López que prefiere no sacar titulares, pues“es bueno ver el debate en su totalidad para buscar las diferencias con el anterior y para ver cómo han cambiado”.
Entre esos cambios, el catalán destacó que “aquel debate hay que enmarcarlo en una situación que no era la de ahora, no tenían esa presión electoral todavía. Ahora estamos a menos de un mes de las Elecciones Generales y están ahí para ver qué pueden arañar. Eso a veces afea la conducta, las palabras, agría el tono...”, afirmó.
