Conferencia en Calahorra

Gustavo Bueno: “Mar Adentro sería un prototipo de telebasura”

Gustavo Bueno ofreció este pasado miércoles una conferencia en Calahorra -dentro del programa La Rioja en Onda- bajo el título “El futuro de la telebasura”. El filósofo de 80 años comenzó la exposición asegurando que “todo el mundo cree saber qué es la telebasura y, sin embargo, nadie sabe nada del asunto”, según informa El Correo. Bueno se refirió al término sirviéndose de tres criterios principales: “telebasura de cloaca” (la de cama y cuarto de baño); “de la intimidad” y “del insulto”. Y en ninguno de estos casos, según Bueno, se puede hablar de telebasura. ¿Por qué? pues porque ni el sexo, ni la intimidad, ni el insulto son basura y, además, “lo que para uno es basura para otro no lo es”, comentaba, “son parte de del mundo en que vivimos”. Según el filósofo, “cada uno es libre de elegir porque la basura la segrega la propia comunidad y forma parte del mundo y, además, es muy conveniente verla”. “Un concepto muy oscuro” Gustavo Bueno afirmó que “la telebasura es un concepto muy oscuro, muy complejo, del que se habla con demasiada facilidad. Todo el mundo parece saber lo que es y en realidad nadie tiene ni idea. Ni siquiera el comité de sabios ése que ha nombrado el nuevo gobierno”. Para el filósofo, “podríamos decir que el futuro de la telebasura es lo que nosotros queramos, pero en realidad no controlamos nada, por eso soy muy escéptico respecto al papel que pueda desempeñar el comité de expertos en una democracia. Si fuera otro tipo de régimen sí, establecen lo que quieren que se vea y lo que no, pero, en una democracia, ¿con qué criterios lo van a hacer? ¿qué valores van a poner por delante? ¿por qué ellos? La telebasura es una forma de cultura tan válida como cualquier otra”. A la pregunta de si no hay ningún criterio que permita saber lo que es o no telebasura, Bueno asegura estar “completamente en contra de aquellos que piensan que los tienen. No porque yo no los tenga, sino porque creo que tan válidos pueden ser unos como otros y el único límite está en el código penal, ya que ño único que se puede eliminar de la televisión son aquellos contenidos que contengan un delito, lo demás no, ¿en nombre de qué?”. “Mar adentro sería un prototipo” En este sentido, el filósofo puso ejemplo de telebasura que no dejó indeferente a nadie: “Un prototipo puede ser la película 'Mar adentro', no porque no me guste, sino porque creo que la argumentación que se presenta sobre un tema muy complejo es muy infantil y de personas que no han reflexionado nada. La película no es real, es inventada, tiene argumentos aburridos. Cuando yo la vi el público aplaudía y yo veía que esa pobre gente no tenía ninguna referencia sobre el asunto. Pienso lo mismo de 'La Pelota Vasca', en la que se hace apología del terrorismo”. Sobre “Gran Hermano”, reality show del que Bueno se mostró muy interesado en sus inicios, considera que ha cambiado mucho y que en esta última edición está muy próximo a la telebasura. “En la primera los individuos iban en estado virginal, era nuevo, actuaban de forma espontánea. Era un observatorio perfecto para ver cómo se relacionaban unos personajes que están siempre vigilados por una cámara. La segunda fue interesante, pero ya no tanto y ahora ya es un negocio, ya saben lo que hay cuando salgan.” “Poner una cámara en Calcuta y emitirlo” Bueno, que dice que la telebasura conviene verla, asegura que “el ejemplo más evidente de esto sería poner una cámara en Calcuta y emitirlo. Las calles llenas de ratas, la situación en la que vive allí la gente. Eso lo pondría y que lo vean los niños. No podemos ignorar la realidad de lo que pasa. El secreto está en prepararlos para que lo asimilen.” El filósofo también asegura que depende de los ojos con los que se vea: “Hay que sentarse delante de la televisión con un punto de vista científico. No tragarse todo. Observar de forma crítica y clasificadora. Es como el científico que estudia un tumor o el forense que mira un cadáver, eso también es basura y se analiza. Lo mismo debe ocurrir en televisión. Hay que educar el modo de ver. En televisión todo depende del audímetro y es la audiencia la que manda.” A la pregunta de si eso es bueno, el filósofo afirma: “Da igual lo que yo piense. Si programas mucha cultura y la gente no lo ve no sirve de nada. Hay que esperar a que la audiencia cambie. Se producirá un hartazgo de determinados programas, como ha pasado en Gran Hermano que ya no se ve tanto como antes, pero eso nadie lo puede controlar”.

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