Aquí no hay quien viva

Historia de una acusación de plagio

El triunfo de “Aquí no hay quien viva” en la Gala de los Premios TP se vio empañado este sábado cuando un grupo muy reducido dentro del público interrumpió el discurso de agradecimiento del productor, José Luis Moreno, con gritos de “¡plagiador, plagiador, devuelve el premio!”. Muchos asistentes se levantaron en señal de solidaridad con el productor, que terminó diciendo: “Es lo que tiene el éxito, que de repente, una voz sale haciendo el ridículo y diciendo '¡Plagiador!' Éste es un país de grandes creadores y pequeños envidiosos”. Antes de despedirse, su sobrino, Alberto Caballero, director y guionista de la serie, también se dirigió al público: “Lo siento si a alguien, alguna vez antes, se le ha ocurrido hacer una serie sobre una comunidad de vecinos, pero nos encantaría que nos hiciera los guiones, porque a nosotros nos cuesta mucho escribirlos cada semana, un poquito de por favor”. ¿Cuál es la pequeña historia de este entuerto que aún no ha finalizado? Todo comenzó con “La portera” El que acusó a José Luis Moreno de plagio es Antonio Dorado Vila, un hombre de 48 años que asegura que “Aquí no hay quien viva” es “una copia” de un proyecto de serie de televisión registrada por él en 2001 bajo el título “La portera”. Para comprender la historia de este “supuesto” plagio, nos tenemos que remontar a octubre de 2001, cuando Dorado puso un insólito anuncio en El País que llamó la atención de los periodistas por su originalidad, en el que ponía a la venta la “patente” de una idea para una futura serie de televisión cuyo nombre sería “La portera”. Así se anunciaba entonces: “En cualquier ciudad de la geografía española, una portera muy, pero que muy completa, y su familia, aglutina a su alrededor los más estrafalarios, reconocibles y cachondos personajes”. Este sería, a priori, el argumento de la posible telecomedia; la vida y milagros de un estrambótico vecindario bajo la mirada de una portera que, en el interior del mismo anuncio del periódico, se presentaba así de elocuente: “Queridos espectadores; no soy fea, y cuando me arreglo llego a ser atractiva, ¿sabéis que controlo a todos los vecinos y pego a mi marido cuando viene bebido?, aunque también le podría atizar por ser calvo y tener los dientes postizos. Ya es hora de que millones de televidentes se enteren de que su hermana es medio ”lumi“ y no dura un corte de pelo en los curros que le busco. Pero no tengo problemas, porque tengo unos hijos estupendos; uno, mal estudiante, una que me entrega todo el dinero que gana y que todavía no sé si es tonta; otro, tonto del todo, que me llena la portería de punkies y otra, la bastarda, la hija de... bueno, de mis vecinos no os hablo, mejor que los conozcáis poco a poco. Fdo. La Portera”. El propio Antonio Dorado contó entonces a Vertele que algunos profesionales de televisión se habían puesto en contacto con él a raíz del anuncio en El País, “que me costó una fortuna” (más de 4.000 euros), pero ahí quedó la cosa, “porque no nos inspiraron la suficiente confianza”. Cuatro años después, el autor de este anuncio acusa a José Luis Moreno y su productora, Miramón Mendi, de haber plagiado su idea. Ya en septiembre de 2003, poco antes del estreno de “ANHQV” en Antena 3, Antonio Dorado interpuso una demanda contra el productor que fue sobreseída tras presentar José Luis Moreno como prueba un documento del Registro de la Propiedad Intelectual que acreditaba que la serie de Miramón había sido inscrita con anterioridad a “La Portera”. Sin embargo, el caso fue reabierto en abril de 2004, después de que el abogado de Dorado presentara otro documento oficial del Registro que desmentía supuestamente al de José Luis Moreno. Vertele se ha puesto nuevamente en contacto con Antonio Dorado, que ha explicado paso por paso los hechos producidos desde que comenzó su conflicto con José Luis Moreno, en 2001, en una carta enviada a muchos medios de comunicación, en la que adjunta todo tipo de documentación relacionada, como la sinopsis de “La Portera”, copia de las decisiones judiciales, etc. Cronología de los hechos Según su versión, la idea de hacer una serie de vecinos se le ocurrió en los años 90. Registró la sinopsis (argumento y descripción de los personajes) bajo el título “La portera” en febrero de 2001. En octubre de ese año puso el anuncio en el País y realizó una presentación en un restaurante madrileño para que todos los medios conocieran su idea. Asegura haber enviado el proyecto de su serie a todas las principales cadenas de televisión y productoras españolas, entre ellas la de José Luis Moreno. En septiembre de 2003 se entera de que Antena 3 va a emitir una serie, titulada “Aquí no hay quien viva”, de características similares a la suya. “Estaba enfadadísimo porque reconocí mi serie con el título cambiado”, dice. Se apresuró a solicitar, en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Alcobendas, la suspensión de la serie, pero las medidas cautelares le fueron denegadas porque no se dedujeron “indicios suficientes de que la serie de Antena 3 'ANHQV' esté basada en la obra perteneciente al demandante”, concluyó entonces la Juez, aunque siguió la investigación. Siempre según la versión de Dorado, se llamó a declarar a Antena 3 y Miramón (la productora de Moreno), “que se defendieron alegando que su serie era diferente y presentando contratos, guión del primer capítulo, etc”. Finalmente, el juzgado archivó el sobreseimiento del caso al presentar José Luis Moreno un documento del Registro General de la Propiedad Intelectual en el cual aparecía que “ANHQV” había sido inscrita por Miramón Mendi en febrero de 1998, con anterioridad al registro de “La portera” por parte de Dorado, en febrero de 2001, lo cual daba carpetazo al tema. Antonio Dorado cuenta que se dio por vencido y pensó entonces: “He perdido, no lo entiendo, me da vergüenza haber denunciado a alguien que se le ha ocurrido la misma idea que a mí. No les llegué a pedir perdón porque no sabía donde llamar”, recuerda. ¿Plagio o falsificación de documentos? Pero Antonio Dorado se guardaba un as en la manga. Paralelamente a su demanda había solicitado él mismo al Registro la fecha de inscripción de “Aquí no hay quien viva”. La respuesta oficial no le llegó hasta el 11 de no noviembre de 2003, cuando ya estaba cerrado el caso, pero “cuál fue mi sorpresa” –asegura- cuando vio que su documento contradecía el aportado por José Luis Moreno. Más concretamente, el certificado del Registro General de la Propiedad Intelectual de fecha 19 de septiembre de 2003, del que Dorado ha enviado una copia a Vertele, expresa literalmente que “no se ha encontrado ninguna inscripción de la obra titulada Aquí no hay quien viva” con anterioridad a esa fecha, lo cual contradice al documento presentado por José Luis Moreno, que daba como fecha de registro el 26 de febrero de 1998. Es decir, los dos documentos, supuestamente oficiales, son incompatibles. Dorado enseñó el certificado a la jueza con intención de reabrir el caso y ésta “me aconsejó contratar abogados; hasta ese momento no había contratado a ninguno”. Finalmente, en abril de 2004, la jueza decide reabrir el caso. “Estoy cansado pero no me quiero rendir; les cuento todo esto para que se den cuenta con quienes tratamos. Yo no tengo nada en contra de Miramón Mendi y D. José Luis Moreno; me gustan mucho sus actuaciones de ventrílocuo y me parece un fenómeno, pero creo que también pudiera ser un virtuoso de la magia (lo digo por la aparición en el Registro del 98 entre septiembre y octubre de 2003)”. Dorado no entiende y se pregunta “¿por qué no dijeron que lo habían registrado antes que yo inmediatamente después de que yo les denunciara?. ¿Acaso necesitaban más tiempo?”. El caso está reabierto desde hace meses, aunque ahora el supuesto delito que se investiga no es el de plagio, sino uno mucho más grave, el de “presunta falsificación de documentos”. Vertele ha intentado ponerse en contacto con el productor para conocer su versión de los hechos, pero éste no ha querido hacer ningún tipo de declaración porque el caso está “subiudice”, según ha explicado su secretaria a Vertele. Dos proyectos diferentes Además de fotocopias de los dos documentos contradictorios del Registro, Antonio Dorado ha remitido a diversos medios de comunicación una copia de la sinopsis de “La portera” que registró en su día, en la que lo cierto es que existe una similitud general con “Aquí no hay quien viva” -que la trama sucede en una comunidad de vecinos de una gran ciudad, un escenario muy recurrido en la ficción-, pero también hay demasiadas y notables diferencias en la descripción de los personajes. Pero juzguen ustedes mismos. En el edificio ideado por Antonio Dorado, además de “La portera”, una “mujer cuarentona, mandona, que vive con su marido y sus hijos”, habitan un “conde medio arruinado al que le gusta la hermana del marido de la portera, una clínica dental, una pareja de gays bien situados, un abogado, un arquitecto, un hijo de papá, una anciana, un profesor, un empresario, un militar cachondo muy facha, una puta fina, una beata con su hermana, unos recién casados y una chacha que vive en la buhardilla”. Además, Dorado imaginó como locales colindantes una tienda de ropa, un bar o una peluquería. “Habrán cambiado cosas, claro”, justifica el creador de “La portera” ante las importantes diferencias que existen entre su proyecto y la serie que bate récords de audiencia en Antena 3. Antonio Dorado dice a Vertele que no cree que José Luis Moreno -quien siempre ha mantenido que “ANHQV” está inspirada en el clásico tebeo español “13 Rue del Percebe-, ”haya copiado conscientemente su idea; seguramente alguien le ha engañado presentándosela como propia, pero yo no tengo la culpa“. Está convencido de que le sobran las pruebas para demostrar que ”ANHQV“ es un plagio de su idea, entre ellas el anuncio en El País o que su hija ”utilizó el proyecto en 2001 para un trabajo de la Universidad (sobresaliente), y su profesor está dispuesto a testificar si fuera necesario. Y más de mil anécdotas más“. ”Me pongo enfermo cada vez que oigo hablar de ANHQV; siento tanta impotencia que he mandado este escrito a varios medios de comunicación, TV, radio, revistas, etc... No sé lo que pasará, pero ha sido muy sencillo para mí redactar esta carta, simplemente he contado la verdad, otros viven de la sopa boba. ¡¡Su Turno Sr. Moreno!!“, concluye su mensaje. Las demandas de plagio suelen desestimarse En el sector de la televisión, la mayor parte de demandas por plagio de programas suelen desestimarse ya que la ley del copyright no protege ”las ideas“, sino tan sólo la ”expresión de esas ideas“, por lo que resulta muy complicado probar que un programa es una copia de otro desde el momento en que se introduzca algún elemento diferenciador.

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