Entrevista

Inés Ballester: “Ahora me siento muy respaldada por TVE”

Han pasado sólo dos meses desde que dejara de presentar el programa “Por la mañana”, al frente del cual llevaba seis años, e Inés Ballester regresa a La 1 con un nuevo espacio.

La presentadora conduce desde este sábado a las 11:30 horas “El día por delante”, la nueva apuesta de la cadena que pretende trasladar la fórmula del magacín a la mañana del fin de semana.

“Va a ser un espacio más fresco, dinámico y con consejos prácticos para todas aquellas personas que no tenían nada que ver los sábados por la mañana”, explica la presentadora valenciana a Vertele.com.

¿Cree que las señoras que antes le seguían en “Por la mañana” van a modificar sus hábitos para verla ahora los fines de semana?

Hay un público que los sábados no veía nada en televisión porque todos los programas son para los niños y ésta va a ser una buena oferta de entretenimiento. Espero que las señoras me sigan viendo.

¿Usted veía la televisión los sábados?

Hacía ‘zapping’ para ver qué había y ponía música.

¿Ahora le verán en su casa?

Eso espero, porque pienso pasar lista. Mi hijo no sé si se habrá levantado a las 11 de la mañana, me verá más a las 14 horas, para qué nos vamos a engañar (risas).

¿Cuándo va a descansar ahora?

(Risas) El sábado era mi día favorito de la semana, porque era cuando me relajaba, pero ahora tengo el domingo y el lunes. Va a estar muy bien salir a la calle y ver cómo los demás van a trabajar y yo no…

¿Pero los viernes no podrá trasnochar?

No es imprescindible salir por la noche para ver a los amigos. Quedaré con ellos los sábados cuando acabe el programa. La noche ya me puede. (risas)

Se le ve entusiasmada con el nuevo programa…

Sí, porque creo que hemos dado con una fórmula buena y tengo un equipo fantástico. Además, TVE está muy contenta. De hecho, a mí en la vida me habían hecho tantas ‘promos’ como ahora. A la cadena le han gustado mucho los pilotos que hemos grabado porque me ven suelta y divertida, aunque yo ya hice muchas locuras con Liborio García hace años (risas).

¿Será un espacio más distendido?

“Por la mañana” terminó siendo un programa muy serio, y creo que el público va a agradecer el cambio. Yo me cuido poco, una vez que me suelto me da igual que me saquen gorda, riéndome… Creo que ese es mi fuerte y hay gente a la que le gusta. En “El día por delante” podré ser más yo.

¿Dudó cuando le propusieron este programa?

No, porque me gustan los retos. Me apetecía más esto, porque era algo nuevo, que cualquier otro programa. No me esperaba que me ofrecieran un espacio semanal los sábados por la mañana, pero me atrajo la idea.

¿Es consciente de que es muy difícil cambiar los hábitos del público?

Los programas semanales necesitan mucho tiempo para acostumbrar a la audiencia y hasta que no llevas varias semanas no te ven de manera continuada. Esto lleva un tiempo y yo estoy convencida de que nuestros primeros datos no van a ser buenos.

Hasta hace dos meses era la cara de las mañanas de La 1, ¿cómo ha visto a Pepa Bueno, su sustituta?

Muy bien, porque ella es fabulosa. Al principio llamaba la atención porque hace un programa mucho más informativo que el mío, pero ahora está empezando a encontrar su hueco en la mañana.

¿Cómo fue su primer lunes en el que no trabajó después de tanto tiempo?

Llegué a la conclusión de que tenía que haber visto mucho más la televisión. Vi los programas de la competencia y empecé a sacar defectos a todas (risas), pero no por ellas, sino por mí. Viéndolas he aprendido mucho.

¿Hizo un ‘zapping’ por toda la competencia?

Me las ‘machaqué’ a todas, me minutaba los programas, veía lo que me hacía gracia, lo que funcionaba, lo que tenía más audiencia (risas). Estaba como una ejecutiva pero en mi casa y con pijama.

¿Qué destacaría de ellas?

Susanna Griso está que se sale desde que nos hemos ido nosotros. Hace más show y le está funcionando. Ana Rosa Quintana lo sigue haciendo muy bien, está de ‘reinona’ en el programa y les tiene a todos dominados; y Concha García Campoy está subiendo de audiencia, aunque compite en otro horario diferente.

Por su parte, Pepa Bueno está encontrando el formato definitivo de su programa, como nos pasará a nosotros también. Estoy encantada de que cuatro mujeres estén llevando las mañanas de la televisión de este país.

¿Se siente contenta y respaldada en TVE?

Mucho, así como otras veces me he quejado, en este caso nos están promocionando, confían en nosotros, nos han dado todos los medios que necesitamos…

¿Llegó a estar cansada de “Por la mañana”?

Hubo un momento en el programa que ya no podía más, cuando estaba de actualidad la 'Operación Malaya'. Renegaba mucho y no fui capaz de plantarme, estaba saturada.

¿No le gustaba el contenido?

Es que no hacíamos más que hablar de ese tema todos los días. El caso es que luego en las audiencias funcionaba, pero yo ya no podía más y me tomé un descanso.

También es cierto que fueron muchos años…

Seis, y la verdad es que terminé agotada, pero también he vivido momentos maravillosos en el programa.

Durante una época tuvo muy buena audiencia…

Mucha, y eso es algo que se ha olvidado. Cuando empezamos, María Teresa Campos era la reina de las mañanas con mucha diferencia y le dimos la vuelta.

¿Cree que nunca se le ha reconocido?

Sí, porque a veces duplicábamos a María Teresa Campos y nunca se me ha reconocido. En otras ocasiones ganábamos a Ana Rosa Quintana, pero no sé por qué, nunca se ha destacado. Yo tampoco soy muy dada a hacer vida social y hay presentadoras que se venden mejor que otras, y eso yo no lo sé hacer. Pero quien lo tenía que saber es la gente del medio y lo saben, por eso estoy aquí.

Usted es una presentadora que tiene un amplio fenómeno fan en Internet, ¿cómo lo valora?

Pues es verdad, aunque no me suelo meter en Internet para ver ese tipo de cosas. Pero sí es cierto que cuando lo he hecho me han sorprendido las buenas opiniones que tiene el público de mí y no sé por qué ocurre eso. Me hace ilusión. Imagino que ven que yo me río de mí misma. Además, a la gente le gusta ver que los que estamos en la tele no somos ni más listos ni más elegantes que nadie.

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