John De Mol da un portazo en protesta por el nombramiento de Agut y abandona Endemol
La nota del grupo holandés, propiedad de Telefónica, se titula “Un presidente español para Endemol” y demuestra que la decisión tomada por Alierta al nombrar a Agut como primer ejecutivo de la compañía ha sido considerada una ofensa en toda regla. John de Mol, que fundó la compañía hace más de diez años manifiesta su voluntad de dejar su cargo el 1 de mayo de 2004, aunque «si hay mutuo acuerdo, esta fecha podría ampliarse hasta el 31 de diciembre de 2004 para facilitar una transición tranquila». Por su parte, el presidente ejecutivo, Aat Schouwenaar, que actualmente ocupa justo el mismo cargo para el que ha sido nombrado Joaquín Agut, abandonará Endemol antes de marzo de 2004. Schouwenaar señala en la nota que «después de un periodo de más de 11 años en los que trabajé para Endemol con mucho placer, se ha llegado a un repentino final. Muy a mi pesar no he podido completar mi trabajo». El tono de la nota, irónico y crítico, no deja lugar a dudas sobre lo mal que sentó el nombramiento de Agut, cesado en Terra, para dirigir la productora de programas de televisión. La crisis se viene gestando desde el 4 de diciembre, fecha en la que César Alierta decidió remodelar la cúpula de Telefónica. La operadora comunicó el nombramiento de Joaquín Agut sin que hubiera mediado una negociación previa entre los ejecutivos históricos de Endemol y los nuevos propietarios de la productora. Al no existir posibilidad de conciliación, De Mol ha decidido abandonar el grupo dando un portazo. John De Mol se enteró de la decisión de Alierta del pasado 4 de diciembre una hora antes de que se hiciese pública, mientras que Schouwenaar no se le informó directamente y casi se entera por la prensa, a pesar de que Agut le iba a sustituir. John De Mol romperá su contrato un año antes de su fecha de vencimiento. Incertidumbre para el futuro de Endemol Ahora, el futuro de Endemol está en duda. La salida de John de Mol, fundador y creativo principal de la compañía, sitúa a la productora en una posición difícil. Por una parte, porque el propio De Mol podría convertirse en la competencia directa de la empresa, gestionando una nueva compañía de contenidos para televisión. Por otra, porque el holandés inspiraba y controlaba de forma directa las grandes operaciones creativas del grupo, que ahora se queda huérfano. En televisión, las productoras valen lo que valen las ideas. Habrá que analizar con lupa los próximos movimientos de Telefónica y Joaquín Agut en Endemol.
