Gran Hermano

Lástima de fiesta censurada

Paulov, el psicólogo conductista que demostró la teoría estímulo-respuesta a través de una campana y la salivación de los perros, no encontraría peor campo de trabajo que la casa del Gran Hermano. Siguen cuchicheando y tapando micrófonos, así que la organización continúa castigándolos con reducciones drásticas de tabaco. Por mucho estímulo que reciban estos concursantes, ellos que no aprenden. Aquí ni hay experimento sociológico ni nada con unos concursantes cuya conexión con la realidad y con el lugar donde se encuentran es nula. Lo de la realidad viene a cuento por unos comentarios de Kaiet, el gruñón de Bilbao. “No he venido aquí para hacer lo que me pidan”. Mala suerte para el vasco porque se encuentra en el peor lugar y en el peor momento. Vamos, que le queda más mili que al palo de la bandera para seguir haciendo lo que la organización diga. Otro que tampoco quiera bailar al son del Gran Hermano es Ángel. Cada vez que el de Alicante se arrima a Sabrina para la prueba del baile, el DJ no duda en bombardearlos con canciones lentas. Esto le molesta y pide temas más movidos. Pero nada. Ángel ya ha dicho que buen rollo con la de Málaga, pero poco más (ver vídeo). No hay pacto Y a vueltas con la liguilla de parchís, a los habitantes se les ocurrió hacer un pacto. En el templo de la tranquilidad que es este Gran Hermano todo es fraternidad y no quieren pasar por el trago de las nominaciones. Pero nada más lejos de la realidad y una vez que se acordó el pacto, Mari y Karola ya no estaban de acuerdo. Y mientras tanto Fran pasa de todo y se siente seguro. A lo mejor ya no hay tan buen rollo. Kaiet se está demostrando como un paranoico cuando dice que hay personas que prueban combinaciones de la caja fuerte y que no se las dicen a los demás. Emilio sigue teniendo accesos de celos infantiles con su esposa. Y Ángel, después de haber visto las orejas al lobo, cree que no será justo nominar a Fran. Como se acercaba el resumen del domingo y las conexiones en directo, nada mejor que ofrecer una representación teatral titulada En la casa del Gran Hermano nos lo pasamos chachi pilongi. Y como estamos de Feria de Abril pues tocó montar un patio andaluz. La organización los aprovisionó de una suculenta cena y alcohol. Y se montó la fiesta. A buen seguro sería buena. Pero eso no se sabe porque las cámaras comenzaron a enfocar la conocida pecera. Se puede ver a los chiquillos correteando por la casa y lanzándose a la piscina. A ellas desnudas en la ducha. Alonso, Kaiet y Fran se metieron en la cama con Sabrina. Alonso cogiendo una botella con su trasero. Pero poco más. Una vez, los pececitos fueron los protagonistas de Gran Hermano. Más vídeos y noticias en el especial Gran Hermano elaborado por Latino Televisión.

Noticias relacionadas -¿Habrán superado la prueba del baile?

Etiquetas
stats