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Máximo Pradera prepara un nuevo programa de corazón con El Terrat

¿Qué tal se vive en el Purgatorio? No sé muy bien a qué se refiere. Al lugar donde las almas acaban de purgar sus culpas. No tengo nada que expurgar. A mí me gusta asumir riesgos... Vayamos al grano. Hace dos años Antena 3 canceló precipitadamente Maldita la hora, su gran apuesta estratégica para competir con Maldita la horaCrónicas Marcianas Todo el mundo se la pega. Spielberg se la pega, la nueva Coca-Cola limón se la pega... No me fui de Lo + Plus por irme. Antena 3 estaba inmersa en un proyecto de renovación y me propusieron este reto a largo plazo, por eso firmé por dos años. Además, no podía decir que no: económicamente, Canal + estaba a dieta. Su programa logró un 10,9% de cuota de pantalla frente al 34,4% de su rival. Pero desde la propia Antena 3 reconocieron que no hubo tal batacazo. Simplemente, me dieron poco tiempo para prepararlo. El programa no pudo asentarse. ¿Entonces no asume aquella experiencia como un fracaso personal? Hagamos un experimento. Le doy tres minutos para que dibuje en este cuaderno una casa lo mejor que sepa. Tómese su tiempo... (No he trazado aún el tejado cuando Pradera, entre didáctico y juguetón, detiene el juego a la voz de “¡ya!”. “¿Usted a esto le llamaría fracaso?”, pregunta mientras revisa el dibujo inacabado. “Pues hacer un programa es como hacer una casa. Desde fuera, a la gente le importa un pito que hayas tenido tiempo o no”). ¿Sardá le sigue quitando el sueño? Mire, ni Sardá ni Antena 3 me quitan el sueño. Lo que ocurre es que él tiene bastante capacidad para calentarse. A mí me gusta mucho jugar, dicen que soy un homo ludens (de lúdico). ¿“Lo + Plus” es más anodino sin usted? Yo aportaba mala leche. “No necesito tener a nadie enfrente para demostrar que soy el mejor”, ¿pecó usted de insolencia? Puede que sea arrogante, pero no con las personas sino con ciertas actitudes. Creo que los programas deben competir en igualdad de condiciones y yo me tomaba a coña ese afán de enfrentar a Maldita la hora con Crónicas Marcianas. ¡Si hasta a los políticos les dan cien días! ¿Cómo se ve la tele desde fuera? Veo excesiva homogeneización. En Mamma mia se comenta a gritos un vídeo gracioso y, de repente, ese tono se contagia a todos los programas del corazón. Por cierto, algunos tienen una falta de ética... Hace poco me asaltaron en un estreno y me dijeron: “¿Te importa que te hagamos unos planos de recurso?”. Pensé que eran para el archivo de la compañía teatral, pero al día siguiente salí en Pecado Original, en la sección “Famosos que no tienen dinero para irse de vacaciones”. Me sirve la pregunta en bandeja. Se ha publicado que Antena 3 deberá indemnizar a la directora de Maldita la hora Ja, ja. El revolcón ha sido espectacular. Encima Antena 3 ha recurrido la demanda a sabiendas de que no va a ganar. Con el dinero que va a perder sólo en costes e intereses se podían mantener los puestos de muchas secretarias. Cuando los sindicatos se enteren se les llevarán los diablos. Esa malversación, o mejor dicho, esa negligencia de Antena 3 a la hora de plantearse estrategias jurídicas es escandalosa. Su contrato estaba estipulado en 335 millones de pesetas (2,01 millones de euros), a pagar en dos años, 160 millones el primero y 175 millones el segundo. ¿Qué hay de lo suyo? Mi juicio está fijado para abril de 2004, y espero ganarlo. Muchos curritos de Antena 3 irán a la calle gracias a contratos millonarios como el suyo o como el del ex consejero delegado, Ernesto Sáenz de Buruaga, blindado con seis millones de euros. ¿Tiene remordimientos de conciencia? Entender la lógica del dinero es quemar tiempo y energía. No se entiende que a los jugadores de pelota vasca les paguen cuatro duros y a Beckham una millonada. En televisión se pagan esas cantidades. Yo no les he puesto la pistola en el pecho... He leído que el sueldo de Buruaga como jefe de Informativos de Antena 3 superaba a todas las nóminas de los jefes de Informativos de Telecinco juntas. No puedo opinar sin su contrato delante. También se ha publicado que Sardá cobra unos 200 kilos al mes... Si lo ganan es porque se lo hacen ganar a otros. Mire, tengo un pleito sub iudice y prefiero no hablar de Buruaga. Sólo sé que en Moncloa decían que Ernesto era un excelente periodista porque no había que decirle lo que tenía que hacer. Dos años en el dique seco, ¿es usted un cadáver televisivo? En cierta forma lo soy, porque no estoy haciendo televisión. Por contrato estaba obligado a no presentar nada en dos años. Es un poco extraño que me utilizaran para 12 días y me hicieran firmar por dos años. Que la gente saque sus propias conclusiones. Pero yo soy un culo inquieto, en estos dos años no he parado de hacer cosas distintas. ¿Se aprende más del fracaso que del éxito? El éxito no es un aprendizaje: es una breva que te cae. El fracaso te obliga, por una cuestión de supervivencia, a plantearte tus fallos. ¿Su bache profesional le ha convertido en una persona más humilde? En todo caso, más prudente. ¿Hacen falta renovadores por la base para acabar con la telebasura? Yo me sorprendo viéndola en momentos de baja autoestima. A veces es terapéutica. Lo que no entiendo es que también nos echen telebasura en la televisión pública. Si ahora le ofrecieran un programa del corazón para competir con “Salsa rosa”... Hombre, todos tenemos un precio. Tengo ya un programa de corazón diseñado. Grabé el piloto con la productora El Terrat y estoy esperando a que una cadena se anime. Yo aportaría un distanciamiento irónico. ¿Qué tipo de entrevistas le deprimen más: las entrañables de Pedro Ruiz, las anecdóticas de Manel Fuentes, las eruditas de Sánchez Dragó o las gubernamentales de Carlos Dávila? Las de Carlos Dávila; para mí no son ni entrevistas. Con el poder hay que ser muy irreverente. Los obsequiosos como él me dan vergüenza ajena.

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