Mercedes Milá: “Las cárceles deben vaciarse para que puedan entrar los banqueros”
Mercedes Milá (Esplugas de Llobregat, 1951) encara los días previos al estreno de una nueva temporada, la octava, de Diario de..., y ya está manos a la obra promocionando el primero de sus reportajes de investigación. La periodista ha indicado en una entrevista para la agencia EFE que el programa, desde el pasado curso reubicado en Cuatro, está investigando a directivos de la banca española que han recibido indemnizaciones millonarias al abandonar sus puestos de trabajo, y ha sugerido que “se vacíen las cárceles para que puedan entrar ellos”.
Esta será una de las investigaciones que se podrán ver a partir del próximo lunes a las 00:15 horas. Diario de... comenzará con un reportaje sobre hombres que ofrecen dinero a menores a cambio de sexo en internet.
Milá continuará volcándose con los “problemas que les están quitando la vida” a la gente
En esa nueva entrega, Diario de... continuará el formato habitual del espacio, tal y como confirma Milá: ofreciendo todas las semanas una investigación de un nuevo caso cuya fuente procede de las denuncias de los ciudadanos o de la actualidad como es el caso de las retribuciones de los banqueros.
La periodista ha explicado que su programa, formado por un equipo de 28 personas, investiga “problemas que les están quitando la vida” a la gente que recurren al programa para contar “historias tan personales”.
“Hay todo tipo de casos de atropellos, injusticias y situaciones de abusos”, tanto sexuales como cometidos a menores de edad, así como fraudes realizados por cirujanos de operaciones de estética, curanderos y también por responsables de instituciones públicas.
El programa ha batido su récord de denuncias ciudadanas
A la par que los efectos de la crisis económica se han agudizado en España, Diario de... ha recibido mayor número de casos de denuncias de ciudadanos, ha comentado Mercedes Milá.
El programa, cuya versión original nació en Telecinco en abril de 2004, sigue unas pautas que lleva a estudiar “cada uno de los casos antes de decidir si va a desarrollar una investigación”“, señala Milá.
“Recibes una denuncia, la escuchas, la compruebas y abres o no abres una investigación y justificas con las cámaras ocultas lo que esa persona está denunciando”, añade. “El olfato periodístico” es el que determina si “el caso merece salir en el programa e, incluso, la propia denuncia va dando los datos para saber si se tiene que seguir investigando o no”, ha señalado la presentadora.
Para evitar cualquier problema, el programa cuenta con un departamento jurídico que vela “para que no se sobrepasen los derechos de la persona que ha hecho algo que no es correcto” y es seguida por las cámaras del programa, explica la periodista.
“El patrimonio de Diario de... es la confianza de la persona que decide dar el paso y contar su vida y dejar su corazón en tus manos”, afirma Milá.
Un programa puramente periodístico y no sensacionalista
Diario de... es un programa de investigación, por lo tanto, es periodismo y no sensacionalismo, ha puntualizado su conductora. “No es un servicio a la sociedad, pero lo que se está haciendo tiene sentido porque es periodismo puro al cien por cien y tiene perspectiva de futuro”, ha comentado la presentadora de once de las doce temporadas de la versión española del Gran Hermano.
“La investigación es imprescindible para hacer periodismo”, ha señalado Milá, para quien “un periodista tiene que tener la curiosidad intacta y si le dejan se tiene que mover en todos los ámbitos y estar alerta a las cosas para contarlas”.
Depredadores sexuales en Internet, el objetivo del primer 'diario' de la temporada
En su primera entrega del nuevo curso, Diario de... analizará pormenorizadamente los peligros de la red, utilizada por hombres de distintas edades y condición contactan con adolescentes para proponerles relaciones sexuales a cambio de una prestación económica.
Haciéndose pasar por una menor de 15 años, una colaboradora del programa ha accedido a diversas páginas web de Internet donde ha recibido múltiples ofertas para prostituirse. Tras citarse con varios individuos interesados, le comunican sus ofertas: practicar todo tipo de relaciones sexuales a cambio de 40 euros.
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