Telecinco, 23.00 horas

Mercedes Mílá presenta el segundo reportaje de “Diario de”, dedicado al Samur

Hoy lunes 28 de junio, Telecinco emitirá a las 23.00 horas una nueva entrega de “Diario de...”, la serie de reportajes de investigación producidos por Atlas -a través de su filial Salta Producciones- y presentados por Mercedes Milá. El primero, emitido el pasado 31 de mayo y dedicado al acoso sexual, fue visto por 3.136.000 espectadores con un 21.7% de share. En esta ocasión, la investigación periodística comprobará in situ cómo trabaja la élite de los servicios de emergencia: el SAMUR.

Para la realización de este programa, Mercedes Milá y un equipo de “Diario de...” han convivido durante una semana con estos profesionales que llevan el distintivo amarillo. Según Javier Quiroga, directivo de guardia del SAMUR, “estamos acostumbrados a ser los ángeles de la vida. Nos llaman los ángeles de la guardia, los ángeles de amarillo”. “Diario de... un ángel de la guardia” mostrará el modus operandi del SAMUR en su labor cotidiana, así como su estrecha implicación en el ámbito de los trasplantes de órganos.

Nerviosismo y pesar en un atropello a dos niñas Los profesionales del servicio de emergencias están acostumbrados a convivir con el sufrimiento y el dolor ajeno, sentimientos que quedan patentes durante la intervención que realizan con motivo del atropello de dos niñas. Las cámaras de “Diario de... un ángel de la guardia” muestran los nervios de un testigo del incidente que relata cómo unas chicas han cruzado la calle cuando el semáforo estaba en rojo y han sido atropelladas por un automóvil, así como la valoración de un efectivo del SAMUR sobre el accidente. La activación de un “código 9”: el trasplante de órganos Cuando una de las unidades del SAMUR recibe un “código 9”, los profesionales sanitarios ponen inmediatamente en marcha el protocolo previsto para los casos de posible trasplante de órganos en el Hospital Clínico de Madrid, una vez que se ha producido una parada cardiaca en accidente. “Diario de...” ha tenido la oportunidad de vivir en directo esta experiencia llena de tensión y emociones y acompañar a los efectivos del SAMUR en una de estas operaciones.

José Ramón Núñez, coordinador de trasplantes del Hospital Clínico de Madrid, explica que “el tiempo máximo que se mantienen los órganos válidos para su posterior extracción es de dos horas desde que se produce la parada cardiaca. Este condicionante determina que una vez que los servicios de emergencia constatan la parada cardiaca y no han logrado reanimar a la persona, deben llegar al hospital en un tiempo máximo de 90 minutos. El traslado debe realizarse a una velocidad constante y no superior a 40-50 km/hora, porque vienen de pie dentro de la UVI dando masaje cardiaco. Los órganos se mantienen vivos durante un periodo máximo de cuatro horas, plazo que tenemos para conseguir la donación, los permisos del juez y la familia, así como la comprobación de que el paciente es donante y puede donar”.

La propia Mercedes Milá ha comprobado personalmente cómo la muerte de un hombre ha permitido a dos enfermos de riñón salvar la suya. Los receptores de los órganos manifiesta un sincero agradecimiento. Mª Carmen, una de las trasplantadas, asevera “estaré agradecida toda mi vida. Lo que pasa es que no se puede conocer a esa persona pero me encantaría. Muchas gracias a esa persona y que sigan dando órganos que merece la pena. Para vivir hay que luchar todo lo que se pueda”.

El 11-M: una fecha difícil de olvidar para el SAMUR

El pasado 11 de mayo, Madrid vivió los peores atentados de su historia que dejó 191 muertos y 1771 heridos. Tras las explosiones, los efectivos del SAMUR se desplazaron a los tres enclaves del siniestro: la calle Téllez, Santa Eugenia y el Pozo del Tío Raimundo. Esta fecha ha marcado un antes y un después en la medicina de emergencia y este siniestro es algo que estos profesionales no olvidarán jamás. La excepcional labor que efectuó el SAMUR evitó que el número de muertes fuera aun mayor.

Luis Alberto Félix Sánchez, conductor del SAMUR, describe el panorama dantesco al que se enfrentaban. “Recuerdo especialmente la entrada en el tren y la imagen desoladora de ver a gente tirada en el suelo, trozos de personas y mis compañeros quitando restos humanos para ver si había gente viva debajo. Eso es una imagen y es lo que tengo grabado. No se me va a olvidar en la vida”, relata.

José Antonio, ciudadano anónimo que ayudó al SAMUR aquel día en las labores de rescate, decidió “apartar la conmoción y la tristeza”. Recuerda especialmente el olor. “Era un olor impregnado en mi ropa y un olor que llevaba dentro de mí”.

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