Moda y televisión

Moda y TV: 'Velvet' nos trasladó a la Alta Costura y el Prêt-à-porter

Moda y TV: 'Velvet' nos trasladó a la Alta Costura y el Prêt-à-porter

'Velvet' ha cerrado sus galerías en Antena 3 y esta, sin duda, ha sido su semana. El último capítulo batió récords de audiencia y la iniciativa de lanzar parte de él en directo fue muy aplaudida en redes sociales.

De principio a fin, la ficción de Bambú ha sido fiel a su universo exquisito que envolvió a un espectador sediento de moda. Por ello, Esperanza García Claver - historiadora del arte y de la moda- ha dedicado su post mensual en Vertele, a la serie que ha marcado un hito televisivo.

Por Esperanza García ClaverEsperanza García Claver

“Eres más bonita que el segundo tramo de la Gran Vía”. Con esta expresión popular madrileña (extraída de la comedia ‘El señor Adrián, el primo o qué malo es ser bueno’, de Carlos Arniches, 1927) podríamos comenzar a hablar de la serie 'Velvet' (Bambú Producciones para Antena 3), que después de cuatro temporadas (2014 – 2016) esta semana ha cerrado las puertas de sus famosos almacenes.

Fue en ese segundo tramo de la Gran Vía madrileña, desde la segunda década del siglo XX, cuando se construyeron centros comerciales a la manera de los franceses o americanos, al tiempo que se abren espacios para las nuevas formas de ocio y entretenimiento como el cine, las salas de fiesta y lujosos cafés y cocktelerías, con la nueva posibilidad de poder llegar a ellos gracias al metro.

Estos atractivos locales se convirtieron en el núcleo con más vida de la ciudad y le daban un carácter de modernidad y glamour cosmopolita. Las dependientas, las clientas de estos locales, las jóvenes ociosas, paseaban pizpiretas por esta calle y robaban los corazones de sus transeúntes, como ha quedado retratado en las fotografías elegantes y espontáneas de los años ‘50 de Francesc Català Roca. En este segundo tramo, y tomando como referencia un edificio histórico real, es donde están ubicadas las galerías Velvet.

“Elegancia Madrid”, F. Català Roca, años 50

La luz de la ciudad

Las luces de la Gran Vía “iluminaban el corazón” de una ciudad complicada después de la posguerra, como apunta Javier Reverte en un artículo dedicado a esta arteria de la ciudad en su primer centenario (El Cultural de El Mundo, 2 de abril 2010 – hemeroteca digital). Hay que recordar que históricamente la Gran Vía tuvo otros nombres como aparece en la documentación de la época, siendo el de Avenida de José Antonio (número 34) el que aparece en la serie de ficción.

Algunos de los asombrosos primeros locales comerciales que se construyeron fueron los Almacenes Rodríguez (número 19, 1921); la Casa Matesanz (número 27, 1923) “Un edificio comercial a la americana”, así lo definió su arquitecto Antonio Palacios; los Almacenes Quirós (en los bajos del mismo edificio Matesanz, 1932), pero por historia y relación con Velvet destacaremos los titánicos Almacenes Madrid – París, inaugurados a comienzos de 1924 por SS.MM los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia.

Gran Vía, de F. Català Roca, años 50

Cartel Publicitario Almacenes Madrid-París, años 20

Almacenes Madrid-París, años 20 (Biblioteca Nacional de España)

Almacenes Madrid-París, años 20

“Señoritas paseando por la Gran Vía”, Francesc Català Roca, 1955

El paraíso de la modernidad

Fue “El Paraíso de las Damas” (1883) de Émile Zola, la novela que reflejó cómo el comercio y la venta eran claves para el desarrollo de una ciudad, así como su continente (o edificio) para reflejar la modernidad del urbanismo.

Gran Vía, Joyería Aleixandre. F. Catalá Roca, años 50

Lámpara vestíbulo edificio Chrysler, Nueva York, finales años 20

Los grandes almacenes se construían con los nuevos materiales de la Revolución Industrial, como el hierro, el acero, el vidrio o el cristal posibilitando enormes y atractivos espacios con decoraciones tomadas del art nouveau o del art decó. Será este motivo decorativo de los años 20´s y 30´s el utilizado como leitmotiv en la dirección de arte de 'Velvet'.

El edificio Chrysler de Nueva York (1929), emblema del art decó americano, ha sido referente e inspiración para el equipo de arte de la serie, en concreto el vestíbulo de entrada. Su ornamentación geométrica, elegante y visual es la protagonista de los almacenes y de su logotipo, así como del packaging y visual merchandising, que han logrado traspasar la pantalla a través de una línea comercial de productos de belleza y joyería.

Interior almacenes 'Velvet' (Ver vídeo dirección artística de 'Velvet' aquí

Quizás Zola tuvo como referencia los almacenes parisinos Le Bon Marché construídos en el siglo XIX y pioneros, junto a otros ingleses, en el modelo de venta moderna, marketing, ofertas y promociones, devoluciones… Todo lo que pudiera propiciar la compra. La baza de estos almacenes eran las campañas de moda que mostraban al cliente las últimas novedades.

En la ficción televisiva hemos podido ver en los últimos años, dos grandes series británicas donde las historias que transcurren en los almacenes son las protagonistas y aprendimos mucho de la manera de vender y de las estrategias del decimonónico sector de la moda, The Paradise (BBC One) y Mr. Selfridge (ITVStudios).

Imagen de “The Paradise” (BBC One, 2012-2013)

Imagen cartel “Mr. Selfridge” (ITV 2013-2016)

Una avenida cosmopolita y cinematográfica

Volviendo a Madrid, otro tipo de locales que daban vida a la Gran Vía lo constituían los cafés, los “bares americanos” con un nuevo tipo de bebida de moda, el cocktail, y las salas de fiesta, como el Pidoux, el Abra y Chicote en el primer tramo o el Fuyma y el Pasapoga en el segundo. Lugares de tertulias y diversión, para dejarse ver, Chicote es un local emblemático donde los haya, inaugurado a principios de los años 30´s y adquiriendo su mayor fama y apogeo en la década de los 40´s y 50´s.

Sus cocktails dieron la vuelta al mundo y ninguna celebridad del momento se quedó sin tomar uno o varios, como Ernest Hemingway, Orson Welles, Ava Gardner y Frank Sinatra, Grace Kelly y Rainiero de Mónaco, Sofía Loren, Gregory Peck, Rita Hayworth…Este pequeño Hollywood no fue casualidad, desde 1950 se estaban rodando en España grandes producciones por lo que pasaban largas temporadas en Madrid. En 1959 y en este excelente contexto, el productor Samuel Bronston, nuestro “Mister Marshall”, puso en marcha los históricos estudios Bronston, rodando entre otras: El Cid (1961), 55 días en Pekín (1963) ó La caída del imperio Romano (1964).

Grace Kelly, Rainiero de Mónaco y Pedro Chicote en la Cocktelería “Chicote” de la Gran Vía, 1956

Ava Gardner y Frank Sinatra en El Bar Cock de Madrid, años 50

(…)“Tras la guerra civil y la primera etapa de autarquía económica, un importante volumen de capital procedente de la explotación de películas quedó inmovilizado en España y sin posibilidad de salida exterior. Surgió así la fórmula de producir películas de factura norteamericana en el interior y luego sacar las cintas como forma legal de evadir las divisas. Esa tentación atrajo a multinacionales importantes, entre 1950 y 1955… Pero Sam Bronston tenía carisma e imaginación. Su ambición no se limitaba a hacer de España una filial pobre de Hollywood. Quiso hacer su propio Hollywood…

Iconografía para una época

Los fotógrafos realistas Francesc Catalá Roca, Xavier Miserachs ó Paco Ontañón supieron mostrar el espíritu moderno y urbano de Madrid y Barcelona en los años 50´s y 60´s con elegantes instantáneas llenas de vida, espontaneidad y de un carácter muy cinematográfico.

“Modelo en Roma”, de Paco Ontañón, 1960

La mayor parte de estas fotografías y retratos, que hablan tanto de una época, son en blanco y negro y contrastan con el trabajo que hacían otros fotógrafos europeos o americanos que trabajaron en las mismas décadas. Inspiración para los protagonistas de Velvet pueden ser las imágenes en color de los protagonistas de la alta sociedad, de las celebridades internacionales, su lifestyle o estilo de vida alegre y despreocupada.

Fotos llenas de glamour, mostrando el inicio de La Dolce Vita italiana, protagonistas elegantes del mundo del cine o de la aristocracia europea, gente alegre, sana, disfrutando de la vida tras la contienda mundial.Robert Capa y Slim Aarons son dos de los principales artífices de este tipo de iconografía que en ocasiones se mostraba en revistas de actualidad, como en el caso de Capa fueron encargos para Holiday (EEUU), Ladies' Home Journal (EEUU), Illustrated (Reino Unido) ó Epoca (Italia).

“Woman at an ice bar”, Robert Capa. Zurs, Austria, 1949-1950.

“Capucine”, Roma. Robert Capa, 1951

“Lake Tahoe Ladies”, Slim Aarons, 1959 (Archivo Hulton/Getty)

“Tennis in the Bahamas”, Slim Aarons 1957 (Getty)

La imagen lo es todo

Fueron las revistas femeninas, el cine, la publicidad, la televisión (que nace en España en 1956) y el turismo los factores principales para promover todas estas modas internacionales en España.

Las revistas femeninas ayudaban a la difusión de los estilos y modas norteamericanas y francesas a través de ilustraciones o figurines, para que, siguiendo el modelo, pudiera coserlo una modista o incluso la propia lectora, pero también con las fotos de actrices y actores para que pudieras vestir, peinarte o maquillarte como ellos.

Aunque ya existían revistas de este carácter desde el siglo XIX, durante el siglo XX eran más específicas y van teniendo una actitud más moderna hacia la mujer, eso sí, a veces, como Alta Costura, Mujer, Labores, Burda, Garbo, pero sobre todo el nacimiento de Telva (1963) es la publicación que por su nueva dirección creativa, indicaba que algo estaba cambiando.

“Telva” Anuncio de Televisión, 1963

Es importante destacar la publicación VOGUE Patterns, donde aparecían figurines y patrones de diseñadores que licenciaban para que cualquier taller que pagara por ese derecho pudiera recrearlos, como se puede ver durante la primera temporada de Velvet.

Portadas de Vogue París Original anunciando patrones impresos (printed patterns) en sus páginas interiores (año 50 y años 60)

Dos ejemplares de Vogue Patterns, años 50

El taller de Costura de Velvet es el núcleo de los almacenes, donde nacen las principales historias. Distribuido en diferentes zonas de trabajo para diseño, corte de patrón, costureras y planchado, se asemeja a los talleres de almacenes que confeccionaban sus propias colecciones, en un principio a medida, y con la llegada del prêt-á-porter en los años 60´s, con la democratización de tallas, tal y como se puede ver en la cuarta temporada.

Imagen de Velvet: “Taller”. Foto: Pablo Zamora (ver vídeo aquí

Su Excelencia El Glamour

Grace Kelly era uno de los iconos femeninos por excelencia. El vestuario que le diseñaba para sus películas la maestra de los figurinistas, Edith Head, ocho veces premiada por la Academia de los Oscar y fichada por la Paramount hasta finales de los años 60´s, era modelo de elegancia y de las últimas tendencias con las que trabajaban los diseñadores de Alta Costura de los años 50´s. La ventana Indiscreta (1954) o Atrapa a un ladrón (1955) son magníficos ejemplos del New Look, o de las siluetas, volumen, tejidos, prendas o accesorios utilizados por los diseñadores en boga.

Además Grace protagonizó el mejor de sus papeles, saltando de la ficción a la realidad, al casarse con el apuesto Rainiero de Mónaco en 1956 y convirtiéndose en Princesa de Mónaco. Su vestido de novia, confeccionado por la figurinista de su última película (“Alta Sociedad”), Helen Rose, fue inspiración a finales de esta década, así como lo sería el de Fabiola de Bélgica en su boda con Balduino (1960), diseñado por Cristóbal Balenciaga a principios de los años 60´s.

Grace Kelly y Edith Head (diseñadora de vestuario). Años 50

Boceto de Edith Head para “La ventana Indiscreta” de Alfred Hitchcock, 1954

Kimberley Tell, interpretando a Grace Kelly en Velvet

Son varios los momentos vividos en Velvet con el “si quiero”, precisamente el personaje de Cristina Otegui se casa con un vestido inspirado en el de la Princesa de Mónaco.

La llegada de Grace Kelly a los almacenes Velvet se vive de una manera muy especial. Es quizás uno de los guiños de la serie más especiales a un personaje histórico. Grace y Rainiero visitaron España en varias ocasiones, la primera durante su viaje de recién casados en 1956. Estuvieron en Palma de Mallorca y efectivamente, pasaron por Madrid, donde además tuvieron un hueco para, cómo no, visitar la cocktelería de moda Chicote. Esta constancia histórica de su paso por Chicote nos hace imaginar a Grace paseando por la Gran Vía y, ¿por qué no?, comprando en alguno de los grandes almacenes o tiendas y joyerías de lujo, de las que disponía la Gran Vía en aquel momento.

Dejarse ver por la Gran Vía

En España se empezaron a rodar películas con un carácter de comedia romántica de historias corales y atractivos actores que interpretaban o cantaban como los films americanos. Dos de las más relacionadas con la estética Velvet son Las chicas de la Cruz Roja (1958) y El día de los enamorados (1959).

Inolvidable es la escena en la que las cuatro protagonistas femeninas (Concha Velasco, Mabel Karr, Katia Loritz, Luz Márquez) van en el descapotable por la Gran Vía cantando el tema principal de la película

En El día de los enamorados, Concha Velasco es dependienta de Galerías Preciados, almacenes que precisamente introdujeron en España la tradición de regalar el día de San Valentín, con un gran carisma para venderlo todo.

Pero no todo es don de gentes para vender, en los 50´s y muy impulsado desde los EE. UU se pone en funcionamiento la publicidad, y sus estrategias.

La serie Mad Men (AMC), obra maestra de la ficción televisiva donde, a través de las diferentes tramas de sus siete temporadas, presenta estas claves, estrategias y batallas del mundo publicitario desde finales de los 50´s y durante la década de los 60´s.

La estética de época de Mad Men y su evolución cronológica con el salto a los años 60´s nos vuelve a llevar a Velvet.

Imagen de la serie “Mad Men” (AMC)

Figurinismo para una época

La directora de vestuario de Velvet es Helena Sanchís, una magnífica figurinista con una trayectoria impecable, que ya nos ha deleitado con su acertado y concienzudo trabajo en el vestuario de series de televisión históricas, de época o contemporáneas para la productora Bambú, como Gran Hotel, Hispania, Imperium, ó Gran Reserva.

Helena considera que el vestuario de Velvet no es “historicista o realista” con el contexto de finales de los años 50´s y 60´s de la España de aquellos momentos y que la finalidad es “dar un carácter a la serie”. Los figurinistas tienen una completa formación en diseño, pero también en Historia de la moda o se documentan para disponer de toda la información posible, pero su objetivo no es hacer una recreación histórica, no tienen por qué ser puristas, sino interpretar teniendo en cuenta el estilo y tono de la serie, por eso, su relación con el equipo de dirección y de arte es muy importante.

Imagen promocional de Velvet

Entre la Alta Costura y el Prêt-à-porter

“Mi querido Christian, sus vestidos tienen un auténticoNew Look”. Las fuentes históricas de la moda dicen que la redactora jefe de Harper´s Bazaar, Carmel Snow, exclamó esas palabras tras ver elprimer desfile deChristian Dior, Corolle, en 1947. Una colección muy femenina y sexy, diferente a la más estricta y recta de los años 40´s, las faldas y los vestidos marcaban cintura de avispa y hombros redondeados con mucho tejido, un tejido rico en texturas que creaba un ritmo en la mujer que los vestía, lo que provocaba una cierta actitud teatral, de casi exageración del movimiento pero con mucho allure, un estilo moderno, fresco y sofisticado.

“La salida” protagonista de este desfile, que se convertiría en uno de los iconos de la Historia de la moda, fue el Traje Bar, tal y como lo describe el site dedicado a Dior Heritage: “Chaqueta en shantung color crema con faldones redondeados que se ciñe a las curvas del busto y su gran falda plisada negra que se ensancha y aporta a la figura un swing elegante nunca visto antes”.

Con el New Look acabamos de entrar en una de las etapas más grandiosas y creativas de la Historia de la moda. La magnífica exposición “Los años 50: La moda en Francia, 1947 – 1957” del Pallais Galliera (2014) ilustra a la perfección esta época.

De nuevo en la Casa Dior y ya a finales de los 50´s, otro de los desfiles protagonistas fue el de Yves Saint Laurent como nuevo director creativo de la Maison en 1958. El desfile se llamaba Trapèze y suponía un paso en la evolución de la firma, respetando la identidad de la marca pero quizás haciéndola más ligera. Saint Laurent llevaba desde 1955 trabajando para el couturier hasta que falleció inesperadamente en 1957 y heredó su taller, llegando a diseñar seis colecciones de Alta Costura antes de dedicarse a su propia marca a principios de los años 60´s y dar un nuevo aire ‘democrático’ a sus diseños Rive Gauche.

Carmel Snow de Harper’s Bazaar junto al fotógrafo Richard Avedon, 1950. (Foto: Willy Maywald)

“Traje Bar”, de Christian Dior, 1957. (Foto Willy Maywald)

Diseño de la colección “Trapeze” de Yves Saint Laurent para Dior, 1958 (Foto: Willy Maywald)

Esta imagen y estas siluetas, que también hemos visto en el cine norteamericano (consecuencia directa de la Haute Couture europea), serán las más utilizadas por las protagonistas de Velvet, por supuesto cada una tiene su propia personalidad y Sanchís lo refleja en los tejidos, el atrevimiento del personaje, la evolución del mismo… Siempre en una “eterna primavera” en la que pueden lucir sus looks.

En cuestiones de moda, las influencias americana, francesa o inglesa fueron importantes durante esas décadas en España, pero algunos diseñadores nacionales también tuvieron una gran trascendencia fuera, al igual que la cultura e imagen españolas.

El 19 de agosto de 1952 se organizó un desfile con varios diseñadores que estaban en su mejor momento, como Manuel Pertegaz, Pedro Rodríguez, Asunción Bastida, Santa Eulalia y El Dique Flotante. Afamados periodistas de la talla de Carmel Snow y Bettina Ballard, redactora jefe de Harper´s Bazaar y editora en Vogue, respectivamente, asistieron al mismo. El número de septiembre de la revista Life de ese año, dedicaría doce páginas a España.

La Cooperativa de Alta Costura, presidida por Pedro Rodríguez, fue la responsable de la principal acción de los años 50´s durante la Exposición Universal de Bruselas de 1958, la Gala de la Moda Española “…que se celebró el 6 de octubre en la que desfilaron firmas de Alta Costura Española de Madrid y Barcelona, incluido Cristóbal Balenciaga, y en la que se presenta la línea ”Goya“, en el cuadro de la Marquesa de la Solana. El desfile se llamó ”Alta Costura Española“ continuando con la imagen de modernidad que se pretendía transmitir para buscar romper el aislamiento y potenciar la expansión de la moda española” (Pedro Rodríguez y el inicio de la internacionalización de la moda española. Silvia Rosés CastellSaguer).

La prensa de la época se hacía eco de este desfile como en la revista del ABC, futuro magazine, “Blanco y negro”.

Diseño de Manuel Pertegaz

Diseño de Cristóbal Balenciaga

Pedro Rodríguez en el backstage de un desfile en Barcelona en 1955, junto a dos modelos con sus diseños.

Esta “eterna primavera” en la que viven los personajes de la serie es la gran elección para la puesta en escena, que pretende así reflejar el espíritu alegre, atractivo, sexy, emocional, glamuroso, en el que la serie se ha inspirado. Pura sensualidad. Puro ‘Terciopelo’, puro ‘Velvet’.

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