EE.UU.

La “OT” americana estrenó su cuarta edición con récord de audiencia

El estreno de la cuarta edición de “American Idol” rompió el pasado martes 18 de enero todos los récords de audiencia de esta temporada en EE.UU., liquidando así las especulaciones que auguraban que el género de la telerrealidad estaba empezando a perder fuerza. Casi 34 millones de espectadores de promedio siguieron el show, sólo 4 millones menos que el episodio más visto de esta versión americana del fenómeno OT, que fue la final de su segunda edición, en mayo del 2003. Un total de 54 millones de espectadores conectaron en algún momento con el programa. Lo más visto en EE.UU. desde el final de “Friends” De hecho, el estreno de “American Idol-4” ha sido el programa de televisión más visto en EE.UU. desde el último capítulo definitivo de la serie “Friends” y el mejor estreno de televisión desde el debut de la temporada 2002 de la sitcom que protagoniza Jennifer Aniston. El estreno de esta cuarta edición de “American Idol” fue la tercera noche con más audiencia de la Fox de toda su historia, sólo superada por la final de la segunda edición del mismo programa y por el desenlace de otro reality de la Fox, “Joe Millionaire”, donde se desvelaba el “truco” del programa a un grupo de mujeres que habían competido por el amor de un falso multimillonario, que congregó a 40 millones de espectadores. El arranque de “American Idol 4” otorgó a la Fox más espectadores que toda su competencia junta, CBS, NBC, ABC, WB y UPN. La increíble remontada de “American Idol” ha sorprendido a la industria, incuso a Gail Berman, Presidente de Fox Entertainment, quien dos días antes había declarado a la prensa que era lógico esperar que la audiencia declinara en esta cuarta edición. Sus declaraciones tenían sentido, teniendo en cuenta que la tercera edición había dado síntomas de desgaste en relación a la segunda. Un 16% más de audiencia que la tercera edición Preguntado después sobre las cifras de audiencia conseguidas en el estreno, Gail Berman comentó que había intentado evitar que se dispararan las expectativas: “Nadie en su sano juicio hubiera predicho este espectacular incremento” (Un 16% más alto que los 29 millones que siguieron el estreno de la temporada anterior, la tercera, y un 9% más en los espectadores con edades comprendidas entre los 18 y 49 años). Los cambios introducidos en esta cuarta edición En la espectacular acogida de esta cuarta edición de “American Idol”, tal vez hayan tenido algo que ver los cambios introducidos por los productores en el formato –las mayores variaciones en la historia del concurso, según Variety-, para hacer frente al desgaste sufrido en la tercera edición (28.8 millones de espectadores, frente a los 38.1 de la segunda entrega). Éstas son algunas de las variaciones: - Elevar el tope de edad en los concursantes a los 28 años, para permitir la entrada en la competición a “aspirantes más maduros”, que en ocasiones están más “entrenados”, y también más “desesperados”. - Si en las anteriores ediciones, se emitían los castings durante las tres semanas previas al arranque de la competición, en esta cuarta edición se ha ampliado a cinco semanas la emisión de las pruebas de selección, debido a la gran popularidad que adquirían algunos de los aspirantes menos talentosos. - Invitar a famosos para que formen parte del jurado en los castings. - A principios de marzo, el programa ampliará su emisión temporalmente a 3 entregas semanales, con el objetivo de agitar el proceso de selección de los 12 finalistas. Después volverá a su estructura normal de dos galas semanales. - Si en ediciones anteriores, se elegía a los 12 finalistas entre 32 semifinalistas divididos en grupos de 8, en esta cuarta entrega el jurado seleccionará a un grupo de 24 finalistas, que finalmente dividirá entre dos grupos de 12 hombres y 12 mujeres respectivamente. Paradógicamente, ninguno de los cambios están relacionados con las críticas que ha recibido el programa por parte de sus fans. Entre ellas, la falta de una mínima edad obligatoria para participar, que invadía el programa de adolescentes aspirantes. Según las críticas, resultaba poco creíble que “una ganadora de 16 años llevase toda su vida luchando por convertirse en una artista”. Tampoco ha habido modificación alguna en el polémico sistema de votaciones telefónicas, que en la pasada edición enfureció a una parte de los televidentes, que se sentían en inferioridad de condiciones por la diferencia horaria entre estados. “Ningún sistema es perfecto, pero es el mejor que tenemos”, ha justificado un responsable del programa. En cuanto al jurado, se mantiene el trío formado por el “despiadado” Simon Cowell, Randy Jackson y Paula Abdul, dispuestos a hacer saltar las lágrimas a cualquiera de los aspirantes, si consideran que no reúne condiciones. El inesperado éxito que obtuvo uno de los concursantes menos talentosos la temporada pasada, William Hung, ha provocado un aluvión de aspirantes con menos facultades que, lógicamente, serán duramente criticados por el jurado. Las diferencias de “American Idol” con “OT” “American Idol” es la adaptación americana de “Pop Idol”, un formato de Fremantle Media que en España distribuye Grundy Producciones. Producido por Thames TV (Gran Bretaña) y Fremantle (EE.UU.) en colaboración con 19TV, nació en la cadena inglesa ITV al mismo tiempo que lo hacía el concurso musical de Gestmusic en TVE, sirviéndose también de “Popstars” como fuente de inspiración, y convirtiéndose rápidamente en el fenómeno televisivo del año en Inglaterra. La final, en febrero de 2002, en la que el joven Will Young se proclamaba vencedor, fue seguida por 14 millones de espectadores con un 57% de share. El formato de “Pop Ido” guarda mucho parecido con el de “Operación Triunfo”. Las principales diferencias: hay un solo ganador, en lugar de tres como en formato de Gestmusic, las actuaciones son siempre de solistas, no hay reclusión en una Academia ni canal 24 horas, y se da mucha mayor importancia a los castings. Sin embargo, lo que más llama la atención de “Pop Idol” y “American Idol” es la dureza, sinceridad, crueldad –o como quiera llamarse- con la que el jurado, tres implacables expertos musicales, trata a los aspirantes que no cumplen las condiciones. Los comentarios se hacen en clave de humor, e incluso sorprende lo bien que se lo toman los eliminados. A un aspirante, después de oír su actuación, el jurado inglés llegó a decirle: “The only pop you can do is pop-off”, que viene a significar algo así como “El único pop que puedes hacer es estirar la pata”. “No sigues con nosotros porque tu vestimenta hace 50 años que no se lleva” o “para cantante de telenovela serías perfecto” son otros argumentos de los que se sirve el jurado inglés para mandar a los aspirantes llorando a sus casas.

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