Rueda de prensa

Sardá: “Abriré un debate sobre Letizia Ortiz porque los medios se autocensuran”

¿Cuál es el secreto de su longevidad? El propio Javier Sardá, director y conductor del programa, se ha hecho esta pregunta cientos de veces y ha llegado a la conclusión de que la clave no está en los contenidos, sino en el “clima” que ha conseguido crear a lo largo de sus seis años de vida. “Nos hemos dado cuenta de que la curva de audiencia siempre es positiva, pongamos lo que pongamos, da igual que sea la sección de Rocío Madrid o la mesa de Gran Hermano. A la gente le gusta Crónicas por el ambiente. Nadie ha conseguido superarnos, incluso imitando nuestra misma fórmula, porque lo que al público le gusta de CM es la mezcla”, afirmó Sardá en rueda de prensa con motivo de los mil programas en antena. El presentador estuvo acompañado por sus colaboradores Boris Izaguirre y Carlos Latre. “Si hiciera el programa que yo quiero, buscando mi prestigio, no sería ni inteligente ni profesional” El programa ha cambiado mucho desde su estreno en 1997. De las entrevistas sesudas a “famosos de verdad” o intervenciones filosóficas de Galindo y Mariano Mariano hemos pasado a los enfrentamientos entre Coto Matamoros y Carmen Hornillos por las cartas de Encarna Sánchez o a los debates intrascendentes sobre el comportamiento de los concursantes en Guadalix de la Sierra, un cambio que los más nostálgicos no terminan de aceptar, reprochando a menudo a su presentador que renuncie a hacer el programa que él quiere por complacer a la audiencia. “Para mi hubiese sido mucho más fácil hacer el programa que a mí me gusta buscando mi prestigio, pero eso no hubiera sido inteligente ni profesional”. “Ganamos a la competencia hasta en las pausas publicitarias” Para Alberto Carullo, director de antena de Telecinco, uno de los mayores méritos de Crónicas Marcianas -más allá de arrasar con la competencia en cuota de pantalla-, es haber conseguido incrementar el consumo televisivo en la franja de madrugada. Que el programa consiga mantener despiertos a casi dos millones de espectadores todas las noches es también una sorpresa para Javier Sardá: “Los primeros alucinados somos nosotros. Lo normal en un programa es que su share se mantenga o baje de una temporada a otra, pero en Crónicas ocurre justo lo contrario: todos los años creemos que hemos tocado techo y al siguiente lo superamos; esta semana hemos rebasado el 40% en tres ocasiones; creo que estamos viviendo un auténtico fenómeno de audiencia en las madrugadas porque es sorprendente que ganemos hasta en las pausas publicitarias”. “La clave está en tratarlo todo como si fuera una cuestión de Estado” Hasta 37 espacios diferentes se han enfrentado a él en estos seis años sin que ninguno haya conseguido hacerle sombra. Tiene más que ganado al público, pero sigue sin convencer a la crítica: “Los que nos critican tanto deberían tener en cuenta la cantidad abrumadora de gente que nos ve y que un programa no puede aguantar tanto tiempo si fuese tan malo como quieren hacernos creer”. Sardá insistió en que él hace el programa que la gente quiere, pero como él quiere: “La diferencia no está en los contenidos, sino en la forma. Nosotros abordamos todos los temas con el mismo énfasis, como si nos fuera la vida en ello, como si se tratase de una cuestión de Estado, lo mismo da que estemos comentando lo que pasa en Gran Hermano que la última prueba de alcoholemia de Dinio. Eso se consigue con humor y creatividad. Estoy convencido de que el público se toma el programa con una desinhibición y una falta de complejo y de trascendencia que se echa en falta a menudo en los juicios sobre este programa”. Sardá reconoce parte de las críticas que recibe su programa pero lamenta “no encontrar utilidad en ellas, porque cuando todos los comentarios que recibes son negativos, llega un momento en que no te enriquecen intelectualmente. No puede ser que los 999 programas que hemos hecho sean todos un desastre”. Con respecto al debate de si existe o no la llamada “telebasura”, considera que este término tiene vocación de insulto y que cualquier lista de programas que se haga es subjetiva: “A veces han llegado a meter en el saco de la telebasura a concursos de televisión. ¿Qué nos queda entonces? ¿Sánchez Dragó hablando de Primo de Rivera? ¿Eso es cultura?”. “La telebasura son las corridas de toros por la tarde” Sardá opina que los críticos están obsesionados con Crónicas y por ello se le pide lo que no se pide a ningún otro programa de televisión: “Parece que hablar bien de Crónicas está mal visto ¿Pero es que no ven la televisión que se hace por la tarde?”. Para el presentador de CM, quien recordó que su programa se emite a las doce de la noche, el único límite hay que ponerlo en la programación en horario infantil: “La diferencia entre una franja horaria y otra existe, aunque también es verdad que los chavales viven con mucha normalidad lo que le pueda estar pasando a Tamara”. A Sardá, más que los programas de corazón, le preocupa que los niños vean por la tarde “crímenes” o “corridas de toros”: “Soy contrario a la fiesta taurina aunque al mismo tiempo me fascine. En este país se emiten corridas de toros a las 6 de la tarde, algo que a los españoles les puede parecer normal, pero si se lo cuentas a un italiano o un alemán, seguramente se eche las manos a la cabeza. ¿No es peor una corrida de toros en horario infantil que Aquí hay tomate? Yo tengo una hija de 10 años, que siente pasión por los animales y quiere ser veterinaria, y a la que horroriza ver morir a un toro por la tarde”. “A Cebrián le molesta Crónicas Sardá respondió a unas recientes declaraciones de Juan Luis Cebrián, en las que el periodista llego a decir que la telebasura era peor que las drogas y el terrorismo: ”Cebrián está muy enfadado con Crónicas porque tiene una plataforma digital que no funciona a esa hora. Decir que hay programas de televisión más peligrosos que el terrorismo o las drogas me parece una metáfora desagradable y una falta de respeto para la gente que ha perdido a un familiar por una adicción o un atentado de ETA“. ”Somos arbitrarios y políticamente incorrectos, cuanto más tabú es un tema, más nos gusta“ Sobre las declaraciones que hizo José María Aznar hace unos meses, en las que responsabilizaba de la ”telebasura“ a los empresarios de televisión, Sardá se pregunta: ”¿Realmente al Gobierno le preocupaba lo que hacía Tamara en Hotel Glam?“ ¿Realmente le preocupa lo más mínimo Arlequín? ¿O es que estaban hasta las narices de que en Crónicas dijéramos lo que pensábamos sobre la guerra en Irak?”. Tras asegurar de forma irónica que ha “perdido el respeto de sus compañeros de profesión pero ha ganado el de su agente bancario”, agradeció a Telecinco la “paciencia que ha tenido y sigue teniendo con su programa”: “No es un mérito, pero no es muy frecuente que alguien pueda decir lo que le parece en un programa como hacemos nosotros. Yo sé que hacemos y decimos cosas que no gustan al Gobierno, a un partido político o a la Conferencia Episcopal, y sé que Telecinco recibe muchas quejas y las soporta muy bien. El público quiere cachondeo y quiere un sitio como Crónicas donde se hable igual que en la calle. ¿Por qué no se puede hablar de todo con normalidad? Por ejemplo, yo planeo abrir próximamente un debate sobre Letizia Ortiz, porque creo que a veces los medios se autocensuran a sí mismos, como está ocurriendo con el compromiso del Príncipe”. Sardá recalcó que Crónicas es “políticamente incorrecto por vocación”: “Cuanto más tabú es un tema, más nos gusta. Somos arbitrarios y subjetivos, pero esto es oxígeno para la sociedad”.

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