Cruce de declaraciones

Soriano responde a los ataques de sus antecesores en la Dirección de Telemadrid

Francisco Giménez-Alemán y Jorge Martínez Reverte, antecesores de Manuel Soriano en la Dirección de la Radio Televisión Pública de Madrid, criticaron duramente este pasado lunes la gestión del actual director del ente. En un artículo de prensa conjunto que publicaba El País, denunciaban el estado agónico de la cadena y la humillación a los trabajadores, sometidos a “un engendro de carácter político-mediático” sobre los atentados del 11-M. Hoy miércoles, Manuel Soriano ofrece su réplica a estos ataques a través de una carta enviada al diario El Mundo que reproducimos a continuación: “Dos ex directores generales de Telemadrid, nombrados por el socialista Joaquín Leguina y por Alberto Ruiz-Gallardón, hacen causa común desde El País para arremeter, con poco rigor y desproporcionada virulencia, contra la actual dirección de Telemadrid. Es algo sin precedentes que sólo se explica por el rencor particular acumulado y ellos saben por qué lo hacen. En cualquier caso, están en su derecho por más arbitraria que sea la crítica. Pero este ataque tan subjetivo se produce en un contexto de hechos objetivos, de clara intencionalidad política y de intereses empresariales, que demuestran una sistemática persecución a Telemadrid porque escapa a la manipulación del PSOE y, además, ocupa una cuota de mercado muy deseada por las nuevas cadenas filosocialistas. El artículo de los ex aparece inmediatamente después de una tromba de ataques de gran calibre contra Telemadrid. Los hechos, desde los más próximos a los más lejanos, son los siguientes: El País se niega a publicar una carta de rectificación por una noticia falsa; montaje manipulador de Cuatro, el canal de televisión de ese periódico; proposición no de ley del grupo socialista en la Asamblea de la Comunidad; ataque del peor estilo de la directora general de RTVE; alusiones mitineras del presidente del Gobierno; tercer intento del Ministerio de Industria de cerrar el segundo canal de Telemadrid con multa de un millón de euros. Este aluvión ha caído sobre Telemadrid ¡sólo en los últimos 15 días! Atrás quedaron múltiples y sucias maniobras desestabilizadoras que tuvieron su momento culminante en la emisión de todo un programa de Televisión Española para desacreditar un documental de Telemadrid sobre el 11-M. Desde que ocurrió la masacre de los trenes, cada vez que Telemadrid se ha ocupado de ella, automáticamente se desata una campaña contra la televisión regional madrileña. Ahora ha sido por el tema de los peritos. Y la ofensiva seguirá creciendo conforme nos acerquemos al tercer aniversario del 11-M, así como a las elecciones autonómicas y municipales. La dirección de Telemadrid seguirá defendiendo la estabilidad empresarial y laboral sin recurrir a condonaciones de endeudamientos ni a despidos masivos, como hace TVE. Tampoco se plegará a la competencia desleal de grupos privados, ni cederá a la arbitraria presión gubernamental, ni se someterá a coacciones internas de minorías sindicales. La gestión de Telemadrid es controlada por su consejo de administración y por la comisión Parlamentaria correspondiente. Y la dirección viene cumpliendo este deber con diligencia, rigor en los datos y transparencia. En los conflictos confiamos en la Justicia y en los contenidos televisivos deben ser los espectadores los que juzguen. Telemadrid ha fortalecido su perfil informativo y eso suscita la descalificación interesada y sin fundamento. Los madrileños no le dan crédito. Así, en la última temporada, la media diaria de los espectadores de los Telenoticias fue de 548.000 frente a los 461.000 que hubo en noviembre de 2003 (último mes de la anterior dirección). Es decir, el aumento en número de espectadores ha sido de un 18,87%. Telemadrid se sitúa a la cabeza de las televisiones generalistas que más tiempo dedica a la información y a la actualidad, con siete horas diarias, lo que supone el 30% de la emisión total. Perfil que justifica un servicio público de televisión. El respaldo que los madrileños dan a los servicios informativos de Telemadrid también viene avalado por los numerosos premios que han recibido de los profesionales del sector, como, por ejemplo, de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, del Club Internacional de Prensa (por la cobertura del 11-M, precisamente) o finalista de los Emmy. Premios que desmienten las falsas acusaciones, así como la constatación diaria de la presencia de analistas plurales y entrevistados de todas las tendencias políticas que no rechazan nuestras invitaciones. Comparada con otras televisiones públicas, Telemadrid no merece el reproche, ni mucho menos. Seguiremos impulsando un modelo televisivo de calidad y al coste lo más reducido posible para el contribuyente. Coste que en el año 2005 fue de 13,5 euros/año por madrileño, frente a los 33,7 euros que costaron de media las autonómicas. Sin embargo, nos presentan como agónicos porque quieren aplicarnos un tratamiento paliativo de apariencia democrática y así quitarnos de en medio en beneficio de sus conmilitones. No lo conseguirán”. “Telemadrid, vertedero de opiniones sesgadas sobre el 11-M” Giménez-Alemán y Martínez Reverte, ex directores generales bajo mandatos políticos diferentes, hicieron un “llamamiento para que se ponga fin a una situación que está conduciendo a la cadena autonómica a su agonía”. A su juicio, Telemadrid no garantiza actualmente “el derecho a la información” ni preserva “la libertad de expresión”. Ambos lo achacan al final de “una circunstancia afortunada” de la que gozó la Comunidad hasta la llegada de Aguirre. Aluden a “la coincidencia entre gobernantes respetuosos con la independencia de los directivos de televisión y directores que, con mayor o menor fortuna, crearon una tradición de respeto a los criterios de objetividad, equilibrio y calidad”. “Los trabajadores de estos medios podrán certificarlo y el conjunto de los ciudadanos así lo percibían”, escriben los ex directores, para contrastar su experiencia con el contexto actual. “Hoy los trabajadores se sienten humillados”, señalan. Ambos asumen las denuncias sindicales y subrayan las “amenazas, presiones, cambios de puesto y menosprecios” que emplea la dirección. El fruto de la gestión de Soriano, según Giménez-Alemán y Martínez Reverte, es que Telemadrid “se ha convertido en un vertedero de opiniones sesgadas que se presentan torpemente como informaciones”, algo que pagan “los ciudadanos” porque “reciben una información manipulada, al servicio de un engendro de carácter político-mediático sobre el 11-M”. De ahí, la exigencia de los dos ex directores generales, que condideran “urgente que los partidos que presumen de sensibilidad democrática se comprometan a poner de una vez en pie lo que sólo reclaman cuando están en la oposición: un sistema de garantías”, ya que “un servicio público no pude depender sólo de la sensibilidad” que sí atribuyen a Ruiz-Gallardón y a Leguina.

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