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La TV americana intenta reconquistar el prime time de las cadenas europeas a través de la producción local

Resulta cada vez más evidente que la televisión norteamericana no tiene hoy día el mismo peso en las cadenas españolas que disfrutaba en la década de los 70 y 80 con series como Dallas o Twin peaks. Pero esto no sólo ocurre en España. En muchos países de Europa y Asia, las mejores series americanas del momento, como Friends o C.S.I. también están relegadas a horarios intempestivos, normalmente en madrugada, y en plataformas digitales o de cable. Hace tiempo que resulta muy difícil, si no imposible, liderar un prime time con una serie americana. Los tiempos han cambiado y el éxito conseguido los lunes con la serie de forenses de Telecinco es la excepción que confirma la regla o, quizá, el primer aviso de que la tendencia podría comenzar a invertirse nuevamente. Pero lo que nadie pone en duda es que, hoy por hoy, las grandes producciones americanas han sido remplazadas en el horario de máxima audiencia por series españolas como Hospital Central y Cuéntame cómo pasó. Este cambio de tendencia, que coincide con el comienzo de la privatización de la televisión en muchas regiones del mundo y la resultante proliferación de canales, ha sido un duro golpe para las grandes distribuidoras americanas –Sony, Paramount, Columbia, Warner, etc- que se han visto obligadas a aceptar que las cadenas extranjeras ya no compran sus producciones tan fácilmente porque la audiencia se siente cada vez más identificada con las series locales, producidas en el propio país de emisión, con referencias culturales y con actores patrios. También ha jugado un papel importante en esta tendencia las cuotas de protección que los gobiernos de países europeos imponían a sus televisiones en la compra de programación americana para frenar la influencia cultural de USA. Por supuesto, hay excepciones, y todavía hay series americanas que siguen atrayendo audiencias masivas fuera de EE.UU., como es el caso del ya citado C.S.I. o Los Simpsons. Malos tiempos para los estudios americanos Al principio, las cadenas europeas imitaban con éxito las series americanas. Por ejemplo, en Alemania se emitió durante mucho tiempo The Dream ship, la versión germana de Vacaciones en el mar. Pero poco a poco, las series europeas se han ido alejando cada vez más de la temática americana e incluyendo giros más locales en sus guiones y modelos de producción. Ejemplos en España son los de sobra conocidos Médico de familia, Al salir de clase, Periodistas, Compañeros, etc. Según una encuesta de Nielsen Media Research realizada en 2001, el 71% de los 10 programas más vistos en 60 países eran producciones locales, lo cual representaba un aumento considerable en relación a años anteriores. Las películas americanas sí consiguen todavía excelentes índices de audiencia en prime time, pero no así las series, ni siquiera las sitcoms. En Inglaterra las dos series más vistas son, desde hace mucho tiempo, Emmerdale y Coronation Street, dos seriales de producción británica. El programa líder en Corea del Sur es otra telenovela de producción propia, The Era of the Abandoned Hero. En Italia y en Francia, las producciones más vistas el año pasado, según el Observatorio Europeo del Audiovisual, son las series policíacas de producción local Uno Bianca y Julie Lescaut respectivamente. Lo mismo ocurre en Latinoamérica, donde cada vez se dedica más y mejor tiempo de emisión a las telenovelas locales. La excepción es Japón, país que históricamente no ha comprado mucha programación americana y que ahora está programando series como Dark Angel en horario de máxima audiencia. De la televisión global a la televisión local Los analistas predicen que este cambio de tendencia tendrá consecuencias muy importantes en el futuro del modelo económico en televisión. Aunque las cadenas americanas siguen siendo las principales compradoras de series americanas, representando el 90% de las adquisiciones, lo cierto es que las ventas internacionales son muy importantes para la economía de los estudios, hasta el punto de que de ellas depende que un programa tenga beneficios o pérdidas. Ante esta perspectiva, los estudios se están replanteando sus costes de producción. Sony, por ejemplo, los ha reducido en dos tercios. Por otra parte, muchos estudios están comenzando a plantearse la posibilidad de abrir centros de producción en países y producir desde allí las series, adaptando sus guiones ya probados en EE.UU. a los gustos locales. Por ejemplo, hace meses se comentó que Columbia podría producir para una cadena española, en asociación con Boca Boca, la adaptación española de Embrujada. Sony ya está poniendo en marcha esta iniciativa en Alemania con Mein Leben and Ich, la adaptación germana de Me and my life, una serie protagonizada por una adolescente que lidera su franja horaria a las 21.15 horas. Por su parte, la televisión china ya ha aprobado una versión local de A rich and famous government, también de Sony. Fuente: The New York Times

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