Entrevista en Onda Seis

Mª Teresa Campos: “El público puede decidir de la noche a la mañana que no le gustas”

Tras un año alejada de las cámaras de televisión, la presentadora María Teresa Campos fue entrevistada la semana pasada por Alfredo Urdaci en el programa “Locos por Madrid” de Onda Seis, que dirige su hija Carmen Borrego.

A continuación ofrecemos la conversación íntegra que mantuvieron el ex director de Informativos de TVE y la conductora del desaparecido “Lo que interesa” en Antena 3, cadena con la que tiene contrato hasta junio este año.

¿Cómo está? ¿Es de esa raza a la que el trabajo le sienta mejor?

Creo que cuando eres una máquina muy acelerada, y te paras, te entra como ansiedad. Pero también tenía muchas ganas de parar.

Usted ha tocado el infierno y la gloria a lo largo de su carrera…

No hay que creerse nada, y menos en televisión. El público, de la noche a la mañana, puede decidir que no gustas. Yo no quisiera morirme sin escribir cosas que he vivido. Voy a estar callada un tiempo, pero algún día quiero contar estas cosas que he vivido. Pero no por resentimiento. A lo largo de mi carrera he vivido cosas que me han resultado extrañas y siempre me han ocurrido en el mismo sitio, y me gustaría contarlo.

Usted ha ganado dos Ondas…

El segundo fue un día maravilloso para mí. Hay que trabajárselo mucho. Yo he trabajado mucho aunque también me he divertido.

Ha sido innovadora en su programa, introduciendo skeches con el teatro…

Hice “La oficina”, “El bar”, “El tendedero”, que eran como tertulias políticas. Espero volver a hacer debate político.

¿Sufre cuando se meten con su familia?

Sufro con las injusticias. Hay cosas de las que no quiero hablar porque desgraciadamente no soy libre. Si hablas, entras en el mercado, así que tienes que callar para seguir con tu vida. Tienes que blindarte. Hablo en mi casa y me desahogo, no delante de un micrófono. Hubo una sentencia hace años que demostró que si eres un personaje público pueden decir lo que quieran. Hay una asignatura pendiente de la justicia. Libertad de expresión, sí. Libertad de difamación, no.

¿Qué le queda por hacer?

Disfrutar de los años que me quedan. Me considero una privilegiada pero también he tenido momentos difíciles, como este año por motivos personales.

No estaba predeterminada para dedicarse a esto, ¿verdad?

Estaba predeterminada para casarme y tener hijos. Sin embargo, mi marido era compañero de trabajo y nunca nos planteamos que me quedara en casa.

¿Le tocó batallar mucho?

He sido una privilegiada. Creo en el azar. Tenía un hermano que trabajaba en la radio y me hicieron unas pruebas para entrar y eso me cambió la vida. Pero a mí nunca se me hubiera ocurrido dedicarme a esto.

El azar y la suerte favorecen, pero sólo a los que están preparados…

Estoy de acuerdo. Tienes que estar preparado para cuando el azar se pasa. Yo tuve la suerte de que me llegara.

¿Cómo fue su salto a Madrid?

Mis hijas eran mayores, y yo tenía 39 años. Me dieron el Ondas por los informativos que hacía en Andalucía y luego me ofrecieron venirme a Madrid. No era fácil que a una mujer de informativos le hicieran una oferta así. Era una oportunidad para mí. Ese fue el comienzo de mi segunda vida.

En los próximos años van a venir millones de inmigrantes por la baja natalidad. ¿Tenemos que estar preparados para afrontarlo?

No es un problema fácil porque lo fácil sería que acepten las reglas de este país. Yo no creo que alguien lleve burka porque quiera. Me pregunto hasta qué punto tenemos que respetar sus creencias. En este país no pueden ser discriminadas las mujeres. Ellas dirán que tienen derecho a llevarlo, pero no saben hasta qué punto son libres.

Vivió la transición y ahora también estamos en un periodo difícil, ¿puede hacer un paralelismo?

La transición fue ejemplar y se hizo con el concurso de todos, incluso con muchos franquistas. Hay que reconocer a los padres de la Constitución. Dieron un ejemplo en el que se tendrían que fijar los políticos de hoy en día.

¿Va a manifestaciones?

He ido a pocas porque tengo claustrofobia. He ido a algunas pero no te he visto a ti (risas). Lo que sí creo es que la democracia no es esperar cuatro años para reivindicar cosas. Salir a la calle forma parte de la democracia aunque funcionan mejor cuando nacen de las personas, de abajo arriba, que de arriba abajo.

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