Entrevista

Wyoming: “Es muy frustrante que un programa como ”CQC“ no tenga cabida en nuestra televisión”

Vertele.- Después de ocho temporadas consecutivas, convertirse en un programa emblemático para la cadena, conseguir subir la audiencia en los últimos meses... ¿No resulta un poco chocante que Telecinco prescinda de “CQC” de la noche a la mañana?

El Gran Wyoming.- Pues la verdad es que sí, porque además el programa fue ya utilizado en su día como una marca de la cadena. V.- ¿Qué sientes?

G.W.- Es muy frustrante, sobre todo por el tipo de televisión que desaparece... Porque esta clase de programa no tenga cabida en ninguna televisión. V.- ¿Por qué lo han suprimido?

G.W.- Nos han dicho que por una cuestión de rentabilidad. V.- Y al escuchar esa palabra, ¿qué te pasa por la cabeza?

G.W.- Pues que la rentabilidad es un término irreprochable pero muy subjetivo. Lo que uno espera ganar puede ser ilimitado. ¿Rentabilidad de cuánto? ¿del 20%? ¿del 30%? ¿del 1000%? Si todo se reduce a buscar una rentabilidad máxima, efectivamente ni éste ni ningún tipo de programa “coherente” tendría cabida. Sería banalizarlo todo a un nivel que la televisión dejaría de tener sentido... aunque ya para mí tiene muy poco. V.- Parece que no te crees la excusa de la rentabilidad...

G.W.- Cada uno puede sacar sus conclusiones. Lo que está claro es que si hablamos de rentabilidad, después de siete años teníamos más publicidad que nunca y de más calidad. Desde el punto de vista del target creo que Telecinco no tiene un programa ni lejanamente parecido. Dentro del Caiga se emitía publicidad de automóviles, colonias... para Publiespaña somos sin duda el chollo. Los anuncios más caros estaban ahí. Puede que CQC no sea muy rentable pero en ningún caso ruinoso. Se tiene si uno quiere tenerlo. Si a uno le gusta el programa lo mantiene, y si no, adiós. V.- Entonces, ¿crees que han eliminado “CQC” por su contenido?

G.W.- Más que por el contenido del programa, por el tipo de programa. V.- ¿Cuál es la razón por la que Telecinco prefiere otros programas a éste?

G.W.- Eso yo no lo puedo responder porque a mí no me han dado ninguna contestación. Y como tampoco ha sido una suspensión del programa sino una “no renovación”, pues lo tienes que asumir. Es como cuando un jugador se queda en el banquillo y desde tu punto de vista es el mejor... Ahí surge la polémica: ¿será porque el entrenador está enfadado con él? V.- ¿Qué tal tu relación con Telecinco ahora?

G.W.- De momento bien, no nos hemos ido peleados ni con bronca. Simplemente un poco decepcionados. Digamos que es como un niño que no se siente muy querido por su papá. V.- La polémica en torno a vuestra desaparición ha surgido también por acusaciones de supuestas presiones políticas...

G.W.- Lo que es cierto es que los programas tienen más posibilidades de permanecer cuanto más amables sean con la autoridad competente. Al suprimir un programa crítico como éste, la gente asocia una cosa a otra con cierta lógica. Ahora por ejemplo van a hacer un reglamento de televisiones locales en función de cómo se comporten éstas de cara a las elecciones municipales. Quiere decir que si son “buenos” podrán funcionar y sin son “malos” no, y esto es triste. Las televisiones son concesiones que se revisan cada x años. Te pueden quitar la concesión, y el que lo hace es el poder establecido. Queda entonces clara la relación directa entre amabilidad y permanencia. V.- Entonces, ¿“CQC” resultaba incómodo para los de arriba?

G.W.- No parece que gustara mucho. V.- ¿Y lo que se comentó sobre la sección de Ana Botella?

G.W.- La sección de Ana Botella no creo que fuera la razón de que quitaran el programa porque ya era parte del mismo. V.- También se ha dicho que suprimen el programa porque no estábais dispuestos a rebajar vuestro caché.

G.W.- Sobre eso no tengo nada que decir. Yo soy un empleado y esta cuestión la debía haber resuelto la cadena con la productora negociando, pero es que no ha existido tal negociación. Telecinco dijo que no se renovaba y ya está. La rentabilidad es un término muy discutible en el sentido de negociable... se puede rebajar el presupuesto del programa, el de la gente... Esto ya es una decisión que uno toma o no toma, pero si ni siquiera te dejan la posibilidad de tomarla... Ya la hubo otras veces, ya se negoció a la baja el año pasado por ejemplo cuando se sacaron dos programas al precio de uno, pero esta vez no ha habido ni siquiera una negociación. Ha sido la no renovación directa y punto. Si hubiera interés en el programa se compra. Si a ti te venden un camello y no lo quieres porque vives en Madrid, da igual que te lo pinten de rosa o verde o cruzar con una camella... da igual... no lo quieres porque quieres un coche. Aquí lo que ha ocurrido ni más ni menos es que el que tenía que comprar no lo ha hecho. V.- Una vez dijiste que “CQC” sólo se podría hacer en Telecinco, ¿lo mantienes?

G.W.- En este momento sí. En cuanto a las otras, en Antena 3 sería imposible ya que fue una televisión que compró Telefónica por encargo del Gobierno. Lo que pasa es que las noticias se olvidan muy rápido. Fue la época en la que el ex portavoz del Gobierno Miguel Ángel Rodríguez llamó a Antonio Asensio para decirle que, según palabras de este último en el congreso, o le vendía la televisión o le metía en la cárcel. Nadie lo desmintió y el caso es que acabó vendiéndola. A día hoy, Antena 3 es una prolongación de la televisión pública. Los altos cargos de Antena 3 proceden de La Moncloa y viceversa. Como nunca se habla de esto, parece que soy yo el que hace periodismo de investigación y en realidad eso está publicado. Si un día dices que Antena 3 es una televisión apéndice del Gobierno, parece que estás haciendo una denuncia crítica desde la extrema izquierda, es absurdo. V.- ¿No te imaginas entonces un “CQC” en otra cadena?

G.W.- No cabría en ninguna otra televisión porque, de hecho, Globomedia ya ofreció el programa a otras televisiones y dijeron que con esos contenidos no tenían ningún interés en hacer el programa. V.- ¿Ni siquiera en Canal Plus?

G.W.- En el Plus no tienen interés ahora con la fusión de las plataformas ya que no saben con qué van a contar. No pueden hacer planes ni presupuestos ni nada hasta que no se aclare eso, y puede que pase un año. V.- ¿Porqué crees que ha tenido tanta repercusión la desaparición de “CQC”?

G.W.- Porque no hay programas como éste. Si hubiera 5 ó 6 más.... y es que, ¿quién ha dicho que la televisión no permita la más mínima crítica? ¿esto es casual? Cada uno que piense lo que quiera. V.- ¿Pierde imagen Telecinco con la supresión de “CQC”?

Es una cosa que no han valorado pero que tampoco les debe importar mucho. De todos modos, igual que la cadena siempre ha tenido como una cosa aperturista y progresista tener este programa en su parrilla, pues ahora tienen que asumir que la gente entienda como una regresión el que lo supriman. Es el mismo discurso que emplean ellos, no otro. V.- Se dice que vosotros sois los responsables de levantar toda esta polvareda...

G.W.- Desde algún medio se nos ha acusado de llevar adelante ruido mediático para chantajear a la cadena pero, por suerte y me siento muy orgulloso, nosotros no hemos encabezado este movimiento de reacción sino que ha sido el público que ve el programa el que ha protestado de forma espontánea y con razón. V.- Si Telecinco se echara atrás y decidiera renovar “CQC”, ¿volverías?

GW.- No sé, esa pregunta es muy complicada ya que no sé si podríamos volver los mismos puesto que el equipo ya está disuelto. Si se planteara renovar de nuevo, ¿porqué no? Es un programa que no es fácil de hacer ni de hacerse pero en realidad es un chollo, es como encontrar el amor de tu vida. V.- ¿Porqué hay gente que considera a “CQC” un programa de culto?

G.W.- Fundamentalmente porque era único. Dentro de las consideradas televisiones generalistas que emiten en abierto, no había otro igual. Es como el lince, que ocupa el 30% del espacio dedicado a la fauna ibérica porque está en peligro de extinción. Nadie habla del perro o el caniche porque es un bicho al que estamos acostumbrados. Pero el lince es un animal al que hay que proteger, y a este tipo de programas habría que protegerlos también. Y cuando se han protegido por parte de las cadenas, ha sido muy rentable para ellos. V.- Sobre el estado actual de la televisión en nuestro país, supongo entonces que de tu opinión no saldrán precisamente flores...

G.W.- No me interesa porque yo sea especial sino porque hay un sector de la población para los que no se hace ni un solo programa, entre los cuales me incluyo. Desde el punto de vista de la parrilla de programación, prácticamente no hay programas que tengan el más mínimo interés. No me gusta y, si puedo evitarla, mejor. V.- ¿Te refieres a “más cultura y menos corazón”?

G.W.- No se trata de ser más culturales o menos corazón, sino el contenido en sí, el discurso que plantean los programas, que es muy banal. Para mi no tienen ningún interés, se podría titular “Cómo perder una hora en una hora”. V.- ¿Presentarías algún programa de la televisión actual?

G.W.- Ahora mismo ninguno. De las posibilidades que hay, no me interesa nada. Y no porque sea un hombre de muchos principios sino porque en este momento no me es necesario. V.- Hay quienes te consideran la persona ideal para intentar desbancar a Javier Sardá de las madrugadas, ¿aceptarías el reto?

G.W.- No, pero porque yo no compito. Él además está muy instaurado y yo no sería rival. Yo podría hacer un programa si me permiten que tenga un 8 o un 10% de share, pero no subiría de eso porque competir contra Sardá con sus mismas armas es muy difícil y yo no valgo para eso. V.- ¿Tiene cabida el humor inteligente en nuestra televisión actual?

G.W.- Sí tiene cabida y además mucha repercusión. En el público, en la prensa, en los profesionales... Nos han premiado en bastantes ocasiones y hemos tenido mucha repercusión en la audiencia en la medida que se ha generado polémica. Hay una web que ha montado una chica en Valencia para debatir sobre el tema de nuestra desaparición y ha recibido más de 25.000 mensajes, algo inaudito para un programa de televisión. Esto demuestra que el humor inteligente tiene cabida y sentido, otra cosa es que se quiera hacer y a día de hoy no interesa hacer este tipo de programas, interesa hacer otro tipo... los programas no se hacen por votación popular ni mucho menos... V.-¿No te parece que los contenidos que ofrecen las cadenas se parecen cada vez más?

G.W.- Sí, la homogenización de los medios es evidente, por un lado y por otro. Los medios dependen de intereses económicos y al final éstos están en manos de las mismas personas. Ahora, por ejemplo, el Gobierno ha eliminado el tope accionarial y una persona cualquiera puede ser dueña absoluta de una televisión. El margen de libertad de expresión viene limitado por la propiedad de los medios y punto. V.- ¿Se te han quitado las ganas de hacer televisión?

G.W.- Por una temporada sí pero porque también ha sido un periodo muy largo. V.- ¿Podría pasar un largo tiempo sin que te veamos en la pequeña pantalla?

G.W.- Sí, puede pasar, por lo menos hasta después del verano no voy a plantearme nada de televisión. En este momento después de siete años, empezar otro programa... está claro que a corto plazo sería indudablemente peor que el Caiga. Sólo volvería para hacer uno que a mí me gustase como espectador. V.- ¿Tienes algún proyecto de programa en la cabeza?

G.W.- Ahora mismo no. Primero porque no pensaba que ocurriera esto y, segundo, si CQC no cabe, no se me ocurren tampoco mucho proyectos que cupieran, ya que irían todos en esa línea o parecida... y en mi caso porque es consustancial; es como si le encargas un programa a Chiquito de la Calzada, mejor que sea de humor y no uno de libros... pues a mi me pasa lo mismo. Telecinco emite esta noche, a partir de las 23:45 horas, un programa especial recordatorio con las mejores imágenes de Caiga quien Caiga.

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