Estudio TV infantil

Un niño puede ver hasta 91 anuncios de comida rápida y bollería sin cambiar de cadena en una sola mañana

Un niño puede llegar a ver hasta 91 anuncios de comida rápida, bollería y aperitivos sin cambiar de cadena en una sola mañana de sábado, según el tercer informe sobre televisión y niños elaborado por la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), presentado hoy en Madrid.

La autora del estudio, Lola Lara, denunció en rueda de prensa la “alarmante” cantidad de este tipo de anuncios, que se refieren tanto a establecimientos como a alimentos de alto contenido calórico y poco valor nutritivo, como fritos, chocolates o bebidas azucaradas. El estudio revela que en la mañana de un sábado, en Antena 3 se registran 91 anuncios de este tipo, en Telecinco 41 y en TVE-1, 44.

La presidenta de CEACCU, Isabel Ávila, explicó que han pedido a la ministra de Sanidad, Elena Salgado, y a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que no se permita la emisión de ningún anuncio de este tipo en la programación infantil.

INCITAR AL CONSUMISMO

El informe arroja otras conclusiones sobre la programación para los más pequeños, como el abandono creciente de la audiencia infantil, cortes abusivos en los programas y contenidos que abundan en contravalores, como la competitividad, la violencia, la venganza, el sexismo o la ridiculización de la cultura.

Como novedad, el estudio de este año ha encontrado contenidos que incitan al consumismo o a la compra irracional, llegando a asociar la adquisición de un bien a la superación de problemas.

En cuanto a la publicidad, el informe observa que se sigue produciendo autopromoción de programas de emisión posterior a las 22 horas o que la identificación del patrocinador del programa sigue incluyendo lemas comerciales. Además, como hecho especialmente grave, se denuncia la interrupción de programas por pausas publicitarias, que en el caso de La 2 de TVE llega a un minuto de publicidad por cada dos minutos de programa.

Por ello, Isabel Ávila demandó medidas específicas de protección a la infancia, entre otras, la prohibición de cualquier tipo de publicidad dirigida a menores de 7 años, además de establecerse límites más estrictos a la cantidad de publicidad que emiten las cadenas.

VALORES POSITIVOS

Pese a las críticas, por primera vez en la serie de informes sobre programación infantil que realiza CEACCU desde hace siete años, en esta ocasión se incluye un capítulo de incidencias positivas. En concreto, la programación de algunas nuevas series que promueven conductas y valores positivos, como el antisexismo, el interculturalismo o el fomento de la ética.

En relación al código de autorregulación suscrito por las cadenas y que acaba de entrar en vigor, Isabel Ávila lo consideró “valioso”, pero consideró que ha sido una simple “limpieza de cara” de las cadenas ante la situación de alarma social por los contenidos televisivos y pronosticó que se quedará como “un simple maquillaje que se va a caer”.

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