Entrevista Vertele (Parte I)

Las claves para triunfar como presentador de TV y no morir en el intento

Las claves para triunfar como presentador de TV y no morir en el intento

Tras una larga experiencia como asesora de presentadores, directora de castings y de programas de televisión, Adriana Kaplan es desde hace 15 años 'xoach' de presentadores de televisión.

Vertele ha hablado con ella para conocer las claves del éxito de los presentadores. En una próxima entrega, analizaremos con ella los puntos fuertes y débiles de los grandes rostros de nuestra televisión.

¿En qué consiste las sesiones que está dando actualmente?

Trabajo fundamentalmente con presentadores en activo, con algunos de los que están actualmente en pantalla. Es muy interesante ayudar a los presentadores que están en TV a optimizar sus capacidades para generar resultados. Como ocurre en EE.UU., donde los presentadores más importantes tienen sus coach y les dan un feed back constante y les asesoran sobre aquellos aspectos que les favorecen o les perjudican y que es muy difícil para ellos detectar en el día a día. Sin tapujos y de manera muy directa para conseguir resultados, no con palabras complacientes.

¿Con quién trabajas exactamente?

No puedo decir nombres por confidencialidad. Estoy con algunos presentadores y colaboradores.

¿Cómo es el proceso?

El trabajo es visionar todo lo que hacen en los diferentes programas, y a partir de ahí, hacemos sesiones mensuales o quincenales, dependiendo de la situación en la que está cada uno, Hay presentadores que me han pedido ayuda cuando estaban haciendo un programa y tenían algún tipo de conflicto. Quieren conseguir resultados. Hay presentadores a los que colocan en un programa pero no tiene experiencia y sufre muchos impactos. Dependiendo de la situación del presentador, hay gente que quiere resultados inmediatos y otros que lo que buscan es entrar en un proceso de perfeccionamiento, gestionar mejor el éxito. Cuando tienes éxito, es muy fácil dejar de hacer análisis, porque tu contexto es muy positivo, todo el mundo te dice que lo haces muy bien y nadie te discute nada. Ahí entra el Coach o entrenador. Messi también tiene un entrenador, verdad?

¿Cuál es la clave del éxito de un presentador?

La capacidad para ser imprevisible, que no es lo mismo que improvisar, y ese es el gran problema. La gente que enciende la TV para ver a un presentador, tiene que estar pendiente de que algo va a pasar. Algo que depende de él, no del pinganillo ni el cue, que es el suicidio de los presentadores. El verdadero presentador tiene que sacar todo de sí mismo. Pero si eso está teledirigido, no funciona. Los presentadores de informativos no son presentadores, son leedores de noticias. Un presentador es un oficio tan potente que solo puede hacerlo una persona que es capaz de crear situaciones que tú no imaginas que te van a pasar. Si lo que va a suceder es previsible desaparece todo el interés. En mi opinión, Bill Maher (polifacético comunicador estadounidense) reúne todo lo que ha de tener un buen presentador:

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¿Qué presentador/a conocido español tiene esa capacidad de ser imprevisible?

La han tenido, y la tienen puntualmente, un Sardá, una Mercedes Milá, una Mª Teresa Campos...

Debe ser muy complicado gestionar la fama y el éxito cuando estás en la cima...

No, si tú tienes conciencia de hasta dónde puedes llegar, como pasa en EE.UU., que el productor ejecutivo del programa y todos los que rodean al presentador le tratan como un “producto”. Ellen deGeneres es ella, pero tiene que responder a unas audiencias, a un estilo de presentar que tiene que ver con el país, etc. Todo parte de su talento, pero también de una serie de personas que le ayudan a gestionar sus emociones. Cada persona que entrevista le genera una emoción diferente y al ser un trabajo que todos ven genera amores y odios que se traducen en audiencia. Lo mismo le pasó a Oprah, ahora está en un mundo muy espiritual. Cuando dejó la cadena se dio cuenta de que esos límites no los tenía y muchas de las cosas que le pasaban era porque nadie le decía 'basta' .

Acaba de morir Hermida, el precursor. No era casual que a todos los colaboradores con los que trabajaba les preguntara “¿y yo, qué voy a ver? ¿qué me vas a dar?”. ¿Cuántos presentadores se preguntan qué van darle al espectador? Muchos, ni siquiera saben que hay espectadores.

¿Hasta qué punto es importante el sentido del humor?

El sentido del humor y la ironía son cruciales. Pero para ello hay que tener mucha seguridad en uno mismo y conocerse muy bien. Se confunde la autocofianza en un plató con la capacidad de reconocer las herramientas que tú tienes. Un presentador de concursos, que en este país sí hay muy buenos, es una cosa. Pero un presentador de otro estilo de programa, un magacín o contenedor, donde hay que hablar con todo tipo de entrevistados, y hacer que vayan pasado cosas, tiene que tener diversos registros. ¿Por qué los presentadores de Deportes son siempre tan buenos? porque a todos ellos les fascina el deporte. El teleprompter o autocue ha quitado eso, y ha frenado que los presentadores cuenten lo que llevan dentro.

También debe ser muy importante saber leer bien el autocue...

Muchísimo. Los presentadores de informativos a veces dicen frases sin sentido. Pero también a una Milá o a una Campos se le nota mucho a veces que leen, porque se sienten incómodas, no son personas que se puedan domar. El autocue te da tranquilidad y te adiestra, pero si tú tienes carácter te perjudica porque dejas de ser tú.

¿Es necesario ser periodista para ser un buen presentador?

No. El problema es que los periodistas no tienen formación de comunicadores en la universidad. No se necesita ser periodista para ser comunicador. Ser presentador implica un trabajo muy importante con las emociones. Tienen que entretener, resolver conflictos, gestionar emociones, cosas que no se aprenden en la universidad. Se aprenden en la vida.

Un buen comunicador comunica tal cual es, con todo su bagaje emocional y con todas aquellas cosas que le han pasado en la vida y que lo han hecho grande o lo han minimizado y mi trabajo es detectar que es lo que le bloquea o le impide conseguir lo que esperan de él o ella.

¿Ayuda ser actor, o juega a la inversa?

No, para presentar no ayuda. El único caso es Carlos Sobera, pero es una excepción absoluta. Es buen actor y un excepcional presentador de concursos. Pero él es él mismo, pero la mayoría de actores, no, porque presentar es lo más alejado a actuar. Es ser tu mismo, no el rol de otro.

¿Es aconsejable que los presentadores estén muy pendientes de lo que dicen de ellos en las redes sociales?

Algunos están pendientes de forma exagerada. Hay que filtrar para decidir qué quieres seguir generando al público. Los presentadores se fijan en los tuits que les critican, que pueden ser cuatro sobre 500.000. Hay presentadores que ha dejado de mirarlo porque condiciona su trabajo. Es como entrar en un foro para averiguar qué te pasa si te duele el estomago. Lo ideal es ir al médico. Lo importante es saber que ser presentador es un oficio. A veces me dicen “yo sería buena presentadora porque soy muy graciosa y siempre canto en las fiestas”. Pero ser presentador no tiene que ver con esto, es un oficio basado en el autoconocimiento

¿Cuáles son las deficiencias más comunes a la hora de hacer una entrevista?

El no tener la valentía de abandonarse a escuchar. En lugar de estar obsesionados por hablar o por preguntar, hay que saber escuchar para darse cuenta de que la persona que tienes enfrente puede ofrecerte miles de cosas que tú puedes aprovechar. Por ejemplo, cuando llega un político a un plató no es su hábitat. Tú tendrás más dominio que él. Es mejor dejar que esa persona se explaye y a partir de ahí lanzar todo tipo de preguntas. Es algo tan simple que la gente no lo hace. Creen que es mejor tener muchas preguntas elaboradas e ir preguntando.

¿Crees que es importante ser objetivo, o al contrario? ¿Qué valora más el público?

Ser subjetivo es un punto a favor. El espectador te pide que te la juegues. A partir de ahí, puede no gustarle lo que dices, pero ser subjetivo hace que el público se sorprenda, se enfade, te apoye.... Pero hay que hacerlo con sentido común, que es el mismo que tiene la audiencia. Decir lo que uno piensa, si no es obvio, es muy atractivo. Es muy difícil ser un gran presentador

¿Qué papel juega el físico?

Cada vez es más irrelevante. Importa más generar una imagen armónica, pero la belleza no tiene importancia, solo la telegenia, que la cámara saque lo mejor de ti. La mirada sí me parece crucial. Por eso odio el prompter o cualquier barrera con el sentimiento.

¿Y la voz? ¿Puede alguien con mala voz ser buen presentador?

La voz es crucial, la mayor parte de presentadores tienen voz grave. También es algo que se puede entrenar. Pero la voz grave también es resultado de estar tranquilo, relajado. Da más credibilidad, mientras que la voz aguda crea crispación. Eso pasa también en la política.

¿Crees que a veces las cadenas arriesgan poco y recurren siempre a los mismos en lugar de testar a presentadores nuevos?

Hay que probar gente nueva pero ello implica encontrar el mismo talento de los grandes. Mientras se use prompter no lo van a encontrar.

La edad influye, ¿no?

Sí, la edad es muy importante para resolver situaciones. Tienes que ser segura para generar convicción. Te obliga el directo. Si te ponen a presentar un programa porque eres un fenómeno mediático es muy complicado y aunque parezca que te ayuda estar ahí si no gestionas bien ese momento puedes perder la siguiente oportunidad.

¿Crees que cuesta más encontrar grandes presentadoras mujeres que hombres?

Cuesta encontrarlas pero seguro que están ahí. Hay que buscar. Cada día creo más en que la búsqueda de presentadores de TV debería hacerse como la de los modelos, por la calle. Debería haber 'ojeadores de presentadores de TV' porque cualquier persona que veas en cualquier sitio podría ser un buen presentador. En los cástings, se evalúa más el físico y el desparpajo, cuando no son los requisitos necesariamente. A veces los grandes comunicadores son muy tímidos.

Es muy difícil mirar bien una cámara. Hay que “Querer” contar cosas, independientemente del guión hay un acto de voluntad y deseo muy importante que te hace mejor o peor comunicador.

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