Guerra de Irak

Los corresponsales de guerra denuncian la censura

Diversos reporteros de guerra denunciaron ayer el “excesivo control” de los gobiernos norteamericano y británico, así como del Ejecutivo Kuwaití, a la hora de informar sobre el conflicto en Irak y el “silencio” al que se veían sometidos los medios. “Se ha sellado por primera vez la información a los periodistas e incluso el acceso de las ONG a las zonas del conflicto”, afirmó el enviado especial de TVE, José Antonio Guardiola. A su juicio, se perseguía limitar el acceso a las fuentes y que primara el parte de guerra sobre el relato de las víctimas, hecho que, según Guardiola, removió la “ansiedad” de muchos periodistas y les hizo cruzar fronteras para buscar la información y murieron por ello. En esta línea, tachó de “política desafortunada” empotrar periodistas entre las tropas estadounidenses e inglesas. El periodismo español “ha madurado” Sin embargo, resaltaron el papel de los medios de comunicación españoles en la guerra de Irak, puesto que la prensa norteamericana y británica “ha perdido parte de su credibilidad al realizar un periodismo ”patriótico y acrítico“, además de que la mayor parte huyó de la zona de combate. Así, el reportero de Informativos Telecinco Ion Sistiaga dijo, durante el coloquio organizado por el Club Siglo XXI sobre ”Corresponsales de Guerra“, que los medios no anglosajones han llevado por primera vez ”la batuta de la información“ y que el periodismo español ”ha madurado“. Destacó dificultades de informar sobre tiroteos y de acceder a diversas zonas por el miedo de los ciudadanos a la policía iraquí. Vulnerabilidad de la prensa En cuanto a la inseguridad que sufrieron los corresponsales durante el conflicto, la redactora de Internacional de El Mundo Mónica García, dijo que la seguridad se consigue si el ejército estadounidense no disparase contra los periodistas. ”Fui consciente de la vulnerabilidad en el momento en que Estados Unidos atacó nuestro hotel“, manifestó. En todo caso, García, viuda del periodista de El Mundo fallecido en Afganistán Julio Fuentes, dijo que la muerte de su marido no le ha impedido cubrir conflictos armados, ya que había guerras antes de su matrimonio y su ”pérdida personal“ no le impedirá seguir contando lo que ve. Para acceder a la información, muchas veces tenían que saltarse un poco las reglas, sin llegar a fomentar la expulsión, es decir, ”moverse en los límites“, como añadió el reportero de Antena 3 Televisión Carlos Hernández, quien concretó que en la mayoría de las ocasiones se limitan a transmitir lo que cuentan ambos bandos. ”Dentro de esas normas estrictas hemos aportado pequeñas parcelas de realidad“, agregó.

Sobre la actitud de la prensa española frente a la actuación del Gobierno español, Hernández reconoció que se ha mantenido una actitud “fría”, porque correspondía informar sobre ello desde los medios en Madrid, aunque aseguró que se mostraron “más calientes” con las dificultades de sacar el cuerpo del cámara de Telecinco José Couso, muerto por disparos estadounidenses, y el papel del Ejecutivo para pedir explicaciones sobre su muerte a la Administración Bush.

Por su parte, la coresponsal del Grupo Correo, Mercedes Gallego, señaló que en su posición (“empotrada” con las tropas estadounidenses) sufría una “autocensura” porque convivía con la gente que le protegía, ya que saltarse las líneas estadounidenses supondría, en su opinión, un suicidio. A esta periodista le hubiera gustado que hubiera sido posible integrar periodistas en las tropas iraquíes para completar la información. Finalmente, el redactor de El País Dominical Francisco Perejil destacó el sentido de hospitalidad que encontró entre la población iraquí y expresó su deseo de ver que ha servido de algo la labor de los medios de comunicación. “No sé si esta es la guerra mejor contada. Sólo sé que se ha contado bien”, concluyó, puesto que con contar la situación de “inquietud” en la que estaban se daban muestras de fiabilidad.

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