Recogido por Terra

10 formas de Disney para “corromper” la mente de los niños

10 formas de Disney para "corromper" la mente de los niños

Disney ha sido tradicionalmente un sinónimo de inocencia y de moralidad. Sin embargo, escarbando en los grandes clásicos de la animación que han dado desde su creación en 1923, se puede comprobar que lo que ofrecen estas películas y series no es tan ingenuo como puede parecer en un primer momento.

El portal Listverse ha examianado el lado oscuro de las películas surgidas de la factoría del ratón Mickey: 10 formas en las que Disney ha corrompido la mente de los niños. A continuación reproducimos diez puntos, que han sido recogidos previamente por Terra.

10. Imprecisiones históricas

Este es uno de los argumentos más utilizados por los críticos para desacreditar la supuesta inocencia del universo Disney, sobre todo en los pocos casos en los que las películas estaban basadas en hechos reales.

El caso más flagrante es el de Pocahontas, que en la película se enamora perdidamente del colono John Smith. En realidad, Pocahontas tenía sólo 10 años en la época retratada por la película; Smith entabló amistad con ella, pero no hubo ningún romance.

Además, al final de la película, colonos y nativos hacen las paces y viven felices para siempre, cuando en realidad el 90% del pueblo indígena de Norteamérica fue aniquilado por enfermedades y por el genocidio a manos de grupos de colonos religiosos.

9. Delgadez extrema

Cada una de las princesas y heroínas de Disney (con la excepción de Blancanieves, que tuvo la suerte de “nacer” en los años 30, bajo otros parámetros de belleza) ha lucido la cintura de fideo de rigor.

Y no es sólo que la delgadez se presente como un sinónimo de belleza, sino que, en ocasiones, las curvas del personaje rozan el absurdo, como en el caso de la Megara de Hércules. Algunos críticos, en particular los y las afines a posturas feministas, han denunciado el sexismo implícito en el imaginario de Disney, reclamando que habría ayudado a extender la plaga de desórdenes alimenticios que azota el “primer mundo”.

8. El acoso sexual es aceptable

Uno de los temas recurrentes de Disney contempla a una princesa desvalida que necesita el beso del príncipe azul para despertar de un fatídico letargo. Y aunque cabe entender que a algunas personas no les importe ser despertadas por un príncipe guapo y rico, es cierto que la mayoría rechazaría la idea.

Sin embargo, tanto en Blancanieves como en La bella durmiente, las mujeres tienden a asumir esta forma de acoso sin mayores problemas; de hecho, ambos personajes terminan casándose con los príncipes acosadores tras el extraño despertar.

7. Mensaje subliminales

A lo largo de su trayectoria, la factoría Disney ha sido acusada en numerosas ocasiones de introducir mensajes ocultos en sus películas: a veces en la banda de sonido, pero sobre todo mediante el uso de imágenes subliminales.

El caso más notable ocurrió en la copia en vídeo de la película Los rescatadores: mientras dos ratones cabalgan sobre una lata de sardinas, una fotografía de una mujer en topless se puede percibir durante unos pocos fotogramas en una ventana. Disney acusó a los montadores de la película de introducir la imagen como un chiste privado y decidió retirar dicha copia del mercado.

6. La importancia del estatus social

Los héroes y villanos de Disney suelen ocupar los puestos más altos de la jerarquía social. Todo el relato de La Cenicienta se centra en una mujer que aspira a escapar de la miseria casándose con un hombre adinerado.

Su triunfo se basa puramente en que es más bella que sus hermanastras. Además, por norma general, estas películas presuponen que el dinero y el poder son una garantía de éxito vital.

5. La fealdad es inmoral

En casi todas las películas de Disney, el antagonista del héroes es retratado como un ser feo, animando a los niños a asociar los rasgos del personaje con su maldad. Los personajes femeninos son particularmente sensibles a este tratamiento y todos suelen poseer algunas de la tres cualidades que suelen definir a una villana de Disney: su gordura (Ursula en La sirenita), su vejez (la anciana de Blancanieves) o su espantosa fealdad (las hermanastras de La Cenicienta).

La mayoría de estas villanas expresan abiertamente su inseguridad acerca de su apariencia, lo que las lleva a tomarla contra personajes más jóvenes, más esbeltos o simplemente más bellos.

4. La belleza es moral

La película La bella y la bestia funciona en base al principio de la “la apariencia no importa”. Sin embargo, una observación detenida de la estructura del relato revela la falsedad de dicha tesis. En el clímax de la película, la bestia vuelve a adoptar la forma de un ser humano atractivo, lo que permite el final feliz compartido con Bella. Este giro final volatiliza todo el mensaje de la película, dado que si “la apariencia no importa”, ¿por qué sería necesaria la transformación?

En El jorobado de Notre Dame vemos un caso parecido; aunque aquí, debido a la imposibilidad de una transformación, la narración introduce al personaje del bello Capitán Phoebus, que podrá casarse con Esmeralda en lugar del protagonista, que no merece tal distinción debido a su fealdad.

3. Imaginería satánica

Aunque estamos ante un tema delicado, se comenta que existen evidencias que sugieren que Disney ha utilizado temas satánicos en sus películas. Por ejemplo, la bestia de La bella y la bestia es retratada con cuernos y colmillos, recreando la imagen tradicional de Lucifer. Luego, el Philoctetes de Hercules también presenta la misma fisonomía.

Pero el caso más bizarro y controvertido afecta a la adaptación de Disney de El León, la Bruja y el Armario. Se ha reclamado que el encuentro entre Lucy (una niña de 8 años) y el Sr. Tumnus trata colateralmente el tema de la pedofilia: el extraño (representado con piernas de macho cabrío y cuernos) persuade a Lucy que que visite su morada antes de adormecerla con unas canciones de cuna. Lo siguiente que vemos es que Lucy despierta y encuentra a Tumnus llorando y diciendo que ha hecho “algo muy malo”: en el contexto de la historia, ha traicionado a Lucy delatándola a la Bruja Blanca.

A pesar de la evidencia de un tema más oscuro, muchos críticos de esta frágil teoría han sugerido que la secuencia se limita a representar el peligro que corren los niños si confían en extraños.

2. Todo es de color de rosa

En este punto, muchos excusan a la factoría Disney debido a que sus películas están abiertamente dirigidas al público infantil. Sin embargo, aun así, es innegable que las dosis de azúcar a las que se expone a los niños son importantes.

Tomemos por ejemplo El rey león, en la que se adapta el clásico de William Shakespeare Hamlet. Disney optó por alterar el final original, en el que muchos personajes morían, y sustituirlo por un triunfo perfecto del bien sobre el mal. La cosa quedaría compensada por el potencial traumático de las películas del sello: ¿quién no recuerda el fallecimiento de la madre de Bambi?

1. Estereotipos raciales

A lo largo de las décadas, la factoría Disney ha sido acusada repetidamente de explotar de forma salvaje los estereotipos raciales, incurriendo en actitudes consideradas racistas.

Un ejemplo sonado es el de los cuervos de Dumbo, estrenada en 1941. El lenguaje y vestuario utilizado por los cuervos está claramente diseñado por mofarse de la cultura afroamericana. Los personajes existen únicamente para ayudar al protagonista (blanco) y para proveer un cierto respiro cómico.

Por su parte, en Los Aristogatos, encontramos a un gato chino que se dedica a cantar sobre las “galletitas de la suerte” (un invento norteamericano) con un acento casi ininteligible. La cara más oscura de Disney.

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