¿Te acuerdas?

Cinco formatos de ayer que podrían funcionar hoy

“¡A jugaarrr!” …“¡Aaaal estrado!”... “Señoras, al jardín”...¿A quién no le traen algún recuerdo estas frases? Se hartaron de decirlas los presentadores de una serie de programas emitidos en las últimas dos décadas cuya huella pervive en la memoria de muchos espectadores. Innovadores, atrevidos, ingenuos, divertidos y auténticos, muchos de los programas que han pasado por nuestra televisión han caído desde hace tiempo en el olvido. Pero creemos que algunos de ellos podrían ser perfectamente recuperables para la televisión actual, ya que sus formatos conservan las características necesarias para volver a triunfar en nuestros días. Para apoyar nuestra tesis, repasaremos también la audiencia que obtuvieron en su día -en el caso de que se emitieran a partir de 1993, primer año de medición de Sofres- puesto que muchos de ellos desaparecieron con un share que, hoy en día, les resultaría más que suficiente para permanecer en pantalla. 1. SI LO SÉ, NO VENGO: La humillación con sentido del humor Es difícil encontrar a alguien que no recuerde con agrado este programa que TVE emitió a mediados de los años 80, aunque muy pocos consigan acordarse de en qué consistía concretamente, tan sólo “que los concursantes lo pasaban ‘canutas’ hasta hacerse con el premio final”. De ahí su título. Podríamos decir que fue uno de los primeros formatos que alentaban el factor “humillación” que tan de moda está actualmente en televisión. Eso sí, camuflado en un formidable sentido del humor. Precisamente es la combinación de estos dos elementos -humillación + humor- lo que nos hace pensar que, aunque esté catalogado como un espacio de “entretenimiento clásico”, podría volver a funcionar en la actualidad. En un plató donde predominaba el amarillo y con el nombre del programa en letras luminosas colgadas de la pared, contaba con una especie de escalerilla-pedestal desde donde se presentaban a los concursantes. El programa era conducido por Jordi Hurtado (“Saber y Ganar”) y su célebre “¡Al estrado!”. Estaba acompañado por la actriz Virginia Mataix, conocida como Janine, y por dos azafatos musculosos. “Si Lo Sé No Vengo” se emitió primero los jueves por la tarde-noche y posteriormente los domingos por la tarde. En él, los concursantes tenían que superar una serie de pruebas físicas y mentales nada fáciles. Durante el desarrollo del programa se intercalaban actuaciones musicales, de humor y riesgo. Hurtado, con un peinado exagerado y gafas grandes a lo “genio loco”, estaba acompañado de varios personajes fijos que eran presentados en los títulos del principio como si fuesen una comunidad de vecinos. Era el caso de Marianico el Corto, el trío musical catalán Puturru de Fua y su célebre “No te olvides la toalla cuando vayas a la playa” o los hermanos González & González, dos especialistas del Kárate. Una pareja de concursantes debía superar distintos retos, tipo yinkana. Su última prueba estaba patrocinada por Renfe, porque consistía en mover una ficha amarilla por una especie de rail azul, dándole vueltas al susodicho aparato. Algunas de las pruebas eran francamente impactantes para la época, como la de dos concursantes atados a unas ruedas gigantes, que iban dando vueltas. Les iban haciendo preguntas y al que perdía, le rapaban el pelo. Estos tenían que sufrir mucho para conseguir la prueba, además porque los actores del programa les incordiaban todo lo que podían. Lo más divertido era la prueba final. Era una prueba ambientada cada semana en algo diferente: Piratas, Edad Media... y tenían que acometer 5 pruebas en unos 6 minutos, cada una diferente y en el orden que se quisiese. Pero cada vez que sonaba el ¡¡gong!! o una melodía, tenían que dejar lo que estaba haciendo, subir al escenario principal y decir un refrán o un trabalenguas. En cuanto a los premios, los concursantes acumulaban puntos en forma de kilómetros para ganar un viaje. Un mapamundi con círculos luminosos señalaba la distancia que habían logrado y los destinos que podían elegir. No se computan audiencias de “Si lo sé, no vengo” debido a que su emisión es anterior a 1993. 2. SU MEDIA NARANJA: El primer talk-show español Cuando tratamos de remontarnos a la irrupción de los “talk shows” en España, casi siempre nos vienen a la cabeza los programas “Las tardes con Ana” o “Hablando con Gemma”, que presentaban Ana García Lozano y Gemma Nierga respectivamente. Pero lo cierto es que siempre nos olvidamos de “Su media naranja”, que podría considerarse el primer “talks show” o “reality” que vimos los españoles, aunque su planteamiento fuera el de un concurso. Dada la buena salud de la que sigue gozando el género en la actualidad (“El diario de patricia”, “Esta es mi gente”, etc), estamos convencidos de que “Su media naranja” podría volver a ser un producto competitivo en cualquier parrilla. Eso sí, para ello debería adaptarse a los nuevos tiempos y ampliar el casting de concursantes –que en su día estaba limitado a matrimonios- a otro tipo de parejas, como novios adolescentes, gays, lesbianas, etc. El reto está en volver a conseguir la misma autenticidad y naturalidad extrema con las que las “medias naranjas” de entonces aireaban la intimidad de sus hogares. Jesús Puente era el encargado de presentar este concurso en Telecinco, todo un programa-estrella de la cadena en sus inicios. La mecánica era bastante sencilla: Tres matrimonios, a través de una batería de preguntas, intentaban superar a las demás parejas demostrando que se conocían mejor y que estaban más compenetrados. Mientras uno de los cónyuges se escondía detrás del escenario, al otro le era formulada una pregunta con la intención de probar su grado de complicidad. A ellas, Puente las emplazaba a abandonar su asiento con la frase: “Señoras, al jardín” (junto a una cortinilla musical muy característica). Una pregunta tipo era: “¿Cuál es la comida favorita de tu mujer?” El esposo escribía la respuesta en una pizarra y, cuando su esposa regresaba al plató y se sentaba junto a él, la mujer respondía a la misma cuestión y se descubría la pizarra para ver si coincidía con del marido. Si así era, estos dos solían darse un pequeño y muy rápido beso en los labios. Durante cuatro años, el programa repartió más de 364 millones de pesetas a 240 parejas. Recibía unas cien cartas semanales de matrimonios de todas las comunidades españolas que deseaban ser protagonistas del concurso. Llegó incluso a recibir la llamada telefónica de unos sacerdotes agradeciendo la labor sociológica del programa, ya que gracias a él estaban aprendiendo mucho sobre los hábitos de los españoles. “Su media naranja”, que ofreció varios especiales con concursantes famosos y niños, se ofrecía de lunes a viernes de 19:00 a 20:00 horas. En la temporada 1993/94 (primera que computa su audiencia), el concurso registró una media del 23% de share. En la siguiente, 1994/95 incluido el verano, su media se elevó a un 23.8% de cuota. Su última campaña fue la 1995/96 con una media del 23.5% de share. El programa se marchó, por tanto, con una más que buena audiencia media. Su supervivencia en la actualidad, con estos datos, sería un hecho. 3. VIP: Famosos hablando de sí mismos Uno de los primeros éxitos de Telecinco en sus inicios, 1990-1991. En un principio presentado por José Luis Moreno, “Vip” era un concurso en donde los participantes debían hacer las tres en raya en unos paneles con invitados famosos. Una de las pruebas más recordadas era aquella en la que los famosos relataban una anécdota y el concursante debía adivinar si lo que había contado cada uno era “verdadero” o “falso”. Supuso el salto a la fama definitiva de Emilio Aragón, su presentador tras Moreno, junto a la por entonces debutante Belén Rueda. Ésta hacía de azafata, presentando a los concursantes y llevando la bandeja con las llaves del coche que se entregaba al final, entre otras funciones. Una vez que entró Aragón en escena, Belén tuvo un mayor protagonismo presentando junto a él concursos de marcas comerciales (entre ellas Calvo, donde volvieron a emitir los anuncios que hizo años atrás). El programa tuvo éxito y eso provocó que se dividiera en hasta 4 Vips : “Vip” (diario por la tarde), “Vip Corazón” (sábados tarde) y “Vip Noche” (domingos noche) y la infantil “Vip guay”, los fines de semana. Además del concurso, incluía actuaciones y sketches. ¿Y por qué creemos que “Vip Noche” -un formato que, a priori, podría considerarse de “entretenimiento clásico” y algo anticuado para la televisión actual- podría volver a funcionar hoy día? Sencillamente, porque al fin y al cabo se basa en una fórmula inperecedera: famosos hablando de sí mismos. 4. LA RULETA DE LA FORTUNA: El éxito de la simplicidad Este concurso basado en el exitoso formato internacional “The wheel of fortune” es ya todo un clásico. Junto a “Jeopardy”, es uno de los “quiz shows” que más tiempo han sobrevivido en la televisión americana, donde todavía se emite en versión sindicada. El éxito del formato, que ha dado la vuelta a medio mundo, está en su simplicidad. ¿Quién no ha jugado alguna vez al “Ahorcado”? La mecánica es tan sencilla que todo el mundo se siente capaz de jugar porque no se requieren grandes conocimientos, tan sólo buena disposición y agilidad mental. Estuvo más de seis temporadas en pantalla. Se estrenó en Antena 3 en los inicios de la cadena de San Sebastián de los Reyes (1990) pero en 1992 pasó a manos de Telecinco. Era un concurso de azar –el factor predominante era la suerte- pero también de conocimientos. En “La ruleta de la fortuna”, el concursante se dejaba llevar por el azar cuando daba vueltas a la misma para determinar que letra iba a salir, pero posteriormente había de tener unos conocimientos culturales de nivel medio para poder responder a las preguntas y aspirar al premio final. Realizado en Barcelona y de media hora de duración, se emitía de lunes a viernes y contó con diferentes horarios según la temporada, o access sobremesa (14:00h) o tarde (19:00 ó 20:00h). En sus diferentes etapas contó con distintos presentadores: Belén Rueda, Mayra Gómez Kemp, Mabel Lozano y Bigote Arroces, Goyo González, Carlos Lozano… En cuanto a su audiencia, su primera temporada que computa en Telecinco (1993/94) cosechó una discreta media del 15.1% de cuota de pantalla. Sin embargo, en el curso 94/95 el programa se relanzó y alcanzó una media del 24.2% de share, casi 10 puntos más. En las temporadas siguientes se mantuvo siempre por encima de la barrera psicológica del 20% de share. En el curso 95/96 registró una media del 23.3% de cuota, y en la 96/97 un 24% de cuota. En el verano del 97, se despidió de nuestras pantalla con una media del 21.8% de cuota. Por otra parte, en la 98/99 Telecinco emitió su versión infantil, “La ruleta de la fortuna junior”, los fines de semana en la sobremesa, con una discreta acogida del 13.9% de cuota. 5. EL TIEMPO ES ORO: El concurso emblemático de una televisión pública La TVE de Caffarel se ha volcado esta temporada en los debates, pero parece haberse olvidado por completo de los concursos culturales, género también obligado en toda televisión pública. En este sentido, uno de los concursos emblemáticos de la televisión estatal es “El tiempo es oro”, el mítico programa presentado por Constantino Romero. Se estrenó en 1987 y supuso el lanzamiento definitivo a la fama del presentador manchego, que dos años antes había debutado en la cadena pública con el programa “Ya sé que tienes novio”. El concurso inició su andadura con humildad en la segunda cadena de TVE pero, gracias a su incipiente popularidad, paso posteriormente e emitirse en la primera cadena. En este quiz show los concursantes debían responder a preguntas relacionadas con un tema cultural –arte, matemáticas, ciencia…-, que ellos mismos habían elegido y en el menor tiempo posible, con la ayuda en ocasiones de una enciclopedia. “La super-pregunta final” era el colofón del programa. No se computan audiencias de “El tiempo es oro” debido a que su emisión es anterior a 1993. En próximas entregas: “No te rías, que es peor”, “La máquina de la verdad”, “¿Quién sabe dónde?”, “Contacto con... tacto”, “Alta tensión”, “3 x 4”, “Humor amarillo”, “La parodia nacional”, “Genio y figura”, “El semáforo”....

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