Óscar Terol

“Hay germen para que surja otro Chiquito de la Calzada”

El equipo de “Un País de Chiste”, programa que emite La Sexta de lunes a viernes a las 14:00 horas, está realizando su particular verano trashumante, en búsqueda de los mejores chistes por todo el país. Como resultado, durante más de 50 capítulos, los telespectadores podrán ver y oír lo mejor del humor tradicional de cada región, presentado por Óscar Terol. El humorista vasco, cosechó un gran éxito con ‘Vaya Semanita’ en la ETB aunque éste no le siguió en “Made in China” en TVE. Ahora emprende un proyecto diferente a lo que ha hecho hasta el momento. Como él mismo asegura: “El chip aquí lo tengo de presentador, no de cómico.” Toda esta labor que desempeña tiene una función, y como él explica: “Es muy complicado contar chistes a una cámara, sin público, y en la calle de tu pueblo a las 11 de la mañana, entonces yo procuro que estén a gusto, casi mi labor es más de acomodador.” Esta variedad es importante, porque como afirma Óscar Terol: “En el humor hay unos tópicos muy marcados que funcionan en todos los lados, pero sí hay peculiaridades. Yo creo que el chiste está como el país, que también es de chiste. Hay una unidad teórica, que funciona de vez en cuando en las fiestas oficiales, pero luego cada región y cada pueblo, incluso cada calle tienen sus peculiaridades que creo que es lo bonito y que hace que esto sea tan variopinto.” El presentador afirma que una de las metas que se marcó el equipo cuando decidieron realizar el proyecto fue “ver los diferentes acentos, peculiaridades, porque cuando se hace algo en los platós se tiende a unificar todo y sabíamos, de hecho lo estamos comprobando, que viajando encuentras que en cada zona el humor se aplica de una manera diferente y hay matices.” Una familia de titiriteros El equipo que conforma el programa esta compuesto por un total de 22 de personas. De las cuales 12 viajan por toda España junto a Óscar recogiendo lo mejor del humor de cada región. Este grupo convive como una gran familia: duermen en el mismo hotel, desayunan, comen y cenan juntos, comparten experiencias, miedos, inquietudes, etc. Y lo más destacable de todo es que llevan más de un mes fuera de sus casas. “Hay días en los que siento que durante el último mes he vivido como una titiritera”. Esta frase dicha por una de las chicas del equipo resume muy bien como ha sido la vida de estos “buscachistes” en las últimas semanas. El trabajo de este equipo no sería posible sin la ayuda de las otras 10 personas que están en San Sebastián. El equipo ‘fijo’ se encarga de contactar con los invitados que contarán los chistes en cada lugar que visite la caravana del programa, y de editar las imágenes que les llegan. Desde Bainet, la productora de Arguiñano que realiza el programa, se elabora una amplia agenda de contactos con la ayuda de amigos, conocidos e incluso de los propios invitados al programa para contar chistes. “Hay germen para que surja otro Chiquito de la Calzada” Hace unos años el programa “Genio y figura” lanzó a Chiquito de la Calzada y a Paz Padilla de simples desconocidos a famosos humoristas. En “Un País de Chiste” buscan a esos anónimos con talento que hay por las ciudades y pueblos de la Península. Óscar considera que “podrían surgir talentos de este programa. Ya hemos encontrado alguna persona que refleja el papel de ese personaje desconocido que podría llegar a conectar con muchísima gente.” Aunque no todo es tan sencillo. El presentador del programa afirma que: “Los casos como los de Chiquito son producto de la televisión: Necesitó estar muchas semanas en un programa, el propio programa se alimentaba de él, y él del programa”. Y además como destaca: “las cosas en un plató las puedes cuidar mejor”, en cambio es muy difícil grabar media hora a varias personas en la plaza de su pueblo y que tenga la misma gracia. Aún así destacó que: “Hay germen, se podría fabricar otro humorista de laboratorio”. “La ausencia de mujeres es normal en el humor” Hasta el momento, en los lugares que ha visitado la caravana, apenas han participado mujeres contando chistes. El presentador considera que: “Desde luego no creo que aparezcan menos mujeres por falta de talento”, aunque lamenta que la ausencia de mujeres es “un máximo común en el humor”. En los viajes que ha realizado el equipo, Terol manifiesta que: “Encontramos muchísimo más fácil hombres que mujeres. Salvo en el programa de Barcelona, en el que curiosamente la mayoría eran mujeres, en todos los demás pueblos o ciudades, la mayoría han sido hombres.” Óscar ofrece un dato: “Yo llevo muchos años en esto del humor y los porcentajes son de ocho a dos. Es así, no se por qué, pero en la calle estamos encontrando el mismo porcentaje: dos mujeres por cada ocho hombres.” “Los chistes más verdes me los contaron en Navarra” Las anécdotas vividas por el equipo son innumerables. Cientos de chistes y diferentes personas han pasado por el programa. En cuanto al registro de chistes, para Óscar Terol: “Los más blancos me los han contado en San Vicente de la Barquera, en Cantabria. Los más picantes están ahí peleándose la Rivera Navarra, en donde son muy bestias, y luego en algunas zonas de Andalucía, que ‘cuidadito’ también”. Para el presentador hay aspectos muy positivos en realizar un programa como este: “Lo mejor de estar de un lado para otro es que conoces gente, lugares…y eso es maravilloso, siempre te enriquece y te obliga a espabilar mucho, porque te encuentras con gente a la que no conoces de nada y a la que le tienes que sacar un material televisivo. Entonces tienes que ser muy listo, no puedes pensar demasiado las cosas, tienes que actuar rápido…te obliga a saber torear, a tener cintura, a desenvolverte.” Óscar Terol recuerda este chiste que le contaron en Andalucía como uno de los mejores que ha recogido el programa: “Era un boxeador que estaba en un combate con un tío mucho más grande que él que le estaba dando leches a matarlo. El rival le estaba pegando y pegando, y el entrenador del que recibía estaba tapándose los ojos, ya no sabía que hacer, y estaba esperando a que saltara un diente y sonara la campana para que parasen el combate. No tenía toalla para tirar, y estaba el hombre ya que no sabía donde meterse, y al final del asalto, llega el boxeador arrastrándose a la esquina donde está el preparador, y le pregunta con toda la boca llena de sangre y todo: ¿Cómo vamos? Y el entrenador le dice: Si lo matas empatamos”.

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