¿A qué hora real queremos que acabe el prime time?
Ana Mato abrió la pasada semana un debate en el sector de la televisión cuando propuso a las televisiones comerciales “europeizar” los horarios de programación. En concreto, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad abogaba por adelantar entre 30 y 60 minutos la emisión de informativos, así como la finalización de la franja del prime time a las 23:00 horas.
Ante ese esfuerzo requerido por la ministra a las operadores de televisión para regular sus horarios, quedaba por saber la opinión de los telespectadores. ¿Estarían a favor de adelantar el prime time o están conformes con la parrilla tal y como está? Desde Vertele quisimos pulsar la opinión de nuestros lectores y a tal efecto los encuestamos.
El 53% de los encuestados adelantarían a las 0:00 el fin del prime time
La respuesta que recibimos deja claro que, si bien estarían de acuerdo con que el prime time llegará a su fin antes de lo que lo hace en la actualidad, se muestran más trasnochadores que la responsable de la cartera de Sanidad: un 53.7% de los participantes en el sondeo apuestan por adelantar a las 00:00 horas el final de la franja, es decir, una hora antes de lo habitual en nuestra televisión.
En segundo lugar, con el apoyo de un 36,6% de los lectores, la solicitud de Ana Mato de poner fin al espacio de máxima audiencia hasta las 23:00 horas. Solo un 7,3% de los encuestados se conformarían con mantener el actual modelo, en el que la franja concluye a la 1:00 horas.
UTECA prometió “estudiar” la propuesta
¿Es factible, en la actualidad, adelantar los horarios en las televisiones? Más allá de las plegarias de Mato, las posibilidades de que llegue a llevarse a la práctica son escasas. Se trata de una batalla perdida de antemano, al menos en el corto plazo.
La réplica de UTECA a la ministra puso en evidencia que no se considera al menos un asunto prioritario en el actual panorama de la comunicación. Tras la reunión mantenida por ambas partes, el responsable de la comisión general de la organización, Alejandro Echevarría, decía comprometerse a “estudiar” tales iniciativas para plantearlas en su próxima asamblea, según ha explicado el Ministerio de Sanidad. Es decir, no es un asunto urgente.
Las cadenas aducen motivos de rentabilidad para rechazar el cambio de horario
Por parte de las cadenas, tampoco hay intención de asumir los cambios que se demandan, más allá del presidente de RTVE, Leopoldo González Echeniqu, que se comprometía a fomentar la “racionalización” en las parrillas de TVE.
Ya en marzo, después de las primeras declaraciones de Ana Mato a este respecto, las privadas apuntaron a los hábitos de los espectadores para razonar su negativa: mientras el resto de costumbres de la sociedad española no cambiasen, el momento de mayor consumo televisivo se mantendrá sobre las 22:40 horas (hora en la que habitualmente comienzan las grandes ofertas de los programas). Por lo tanto, añadían, un cambio por su parte será inútil, además de poco rentable.
La necesidad de encontrar rentabillidad es la clave para las cadenas para desechar la petición: pensemos, por ejemplo, en que el prime time comenzara a las 21:00 horas y no a las 22:00 como suele hacerlo. En tal caso, los canales necesitarían tres programas para completar su parrilla nocturna.
Su postura se puede resumir de forma más clara y rotunda. Y es que, si la franja de late night no funcionara, las cadenas no la alargarían hasta pasadas la una de la madrugada. Las televisiones se retroalimentan de los hábitos de consumo de los espectadores, y si estos consumen contenidos hasta altas horas de la noche, seguirán manteniendo su programación tal cual, aunque eso suponga finalizar a horas consideradas intempestivas por ciertos sectores.
Recepción favorable en redes sociales: “Una buena idea”
En cuanto a los espectadores,se han mostrado favorablesen ocasiones anteriores a realizar cambios de esta índole a través de las redes sociales, algo que no suele ser habitual en medidas gubernamentales. Es difícil saber hasta qué punto puede ser representativo son estos mensajes en Twitter o Facebook, pero parece claro que se considera potencialmente una “buena idea”. Los resultados de la presente encuesta corroboran esta idea: acabar de ver una serie o un programa antes de la medianoche aseguraría más tiempo de sueño y descanso.
La península, con una hora más de lo debido desde 1940
Ahora bien, ¿de verdad debería terminar antes nuestro prime time? Si nos atenemos a un análisis geográfico, España tiene una situación de horarios que no le corresponde con su posición en el mapa europeo.
Tomando como referencia el meridiano de Greenwich, los países europeos situados al Oeste tienen el horario de Europa Occidental; y los que están al Este, tienen una hora más. España, si bien está en el extremo de Europa Occidental, usa el horario de Europa Central, y por lo tanto, una hora más de los que tendrían que ser países de referencia (Portugal y Reino Unido). Esto es así desde 1940, cuando el régimen franquista quiso emparejarse con los horarios de Italia y Alemania.
¿Ha de partir la racionalización de horarios de la televisión?
Para que fuera eficaz un adelanto de los horarios de la televisión, primero tendría que haber un ajuste generalizado para adecuarse a los horarios de los países cercanos. Parece evidente que la petición de Ana Mato solo funcionaría si fuera consecuencia de un cambio de mentalidad a todos los niveles (laboral y social), que permitiera a los ciudadanos acostarse antes y descansar más, que viene a ser su objetivo último. Si no, como algunos claman, medidas como esta corren el peligro de parecer un intento por “controlar hasta la hora a la que nos acostemos”.
Mientras tanto, la programación televisiva se rige por lo que la audiencia quiere ver y, mientras el consumo se mantenga en los parámetros actuales, hasta la 01:30 horas, todo lo demás resultará una utopía.
