Mª Teresa Campos

“Ser líder de audiencia tampoco es el valor supremo”

María Teresa Campos estuvo en TVE, subió la audiencia de Jesús Quintero y expresó algunas opiniones sobre la televisión, la audiencia, los compañeros y sus sensaciones sobre el difícil momento profesional que está viviendo. A continuación, reproducimos los pasajes más interesantes de la entrevista del pasado martes en “El loco de la colina”. Teníamos muchos titulares, pero nos hemos obligado a elegir uno. Otras frases que también podrían servir como titular son las siguientes: “Siempre he tenido una manía espantosa al share” “No tengo nada en contra de Paolo Vasile” “Algunos que lloraban cuando me fui tienen que sentirse mal consigo mismos” “Siento una gran liberación” “La profesión nos ha llevado a una forma de vivir de locos” “Nunca he sido capaz de echar a nadie” “Jorge Javier Vázquez y yo tenemos formas distintas de entender la amistad” Jesús Quintero: En este momento de tu vida, ¿qué te interesa de verdad y qué no te interesa nada? M.T.C.: Me sigue interesando mi trabajo como el primer día. Me interesa mi familia y mis nietos más que nada en el mundo. Todavía me gustaría hacer cosas nuevas y me sigo considerando una privilegiada. Mi profesión me ha dado muchas cosas y me las sigue dando. Ser líder de audiencia tampoco es el valor supremo, aunque yo lo haya sido muchos años y estoy muy contenta, eso no es eterno. A mí me gustaría hacer un programa como éste (refiriéndose a “El Loco de la colina”) pero en otra cadena y a otra hora (entre risas). J.Q: “Gran Hermano” ha dejado de interesarte… M.T.C.: No soy muy espectadora de televisión. Casi toda la vida la he dedicado a la radio… Mi programa seguía ese reality show por la mañana y lo tenía que ver, pero tampoco he sido ni soy una enemiga de “Gran Hermano”. Las cosas son según como se hagan. J.Q: ¿Molestó mucho en Telecinco que te fueras a Antena 3? M.T.C.: Pregúntaselo a ellos. Pero bueno, en esta profesión todos no movemos. También molestaría en su día que me fuera de Televisión Española, donde llevaba 30 años, y la verdad es que fueron exquisitamente correctos conmigo. J.Q: ¿Ha habido campaña contra ti? Eso lo han dicho los demás y, si ellos lo han dicho, por algo será. J.Q: ¿Por qué interesa tanto la relación de tu hija Terelu? M.T.C.: Lo que no entiendo es porqué se le ha hecho tanto daño innecesariamente… Seguramente sólo porque era la manera de hacérmelo a mí. A una madre le hace mucho más daño que se lo hagan a su hija que a ella misma. J.Q:¿Cómo te lo tomas eso? M.T.C.: Mal, pero no voy a contestarles. Lo que no puede ser es que un programa de televisión tenga que acabar en los juzgados. Realmente no tienen nada que decir de mí, salvo tonterías. Sólo quiero decir que me siento orgullosa de haberme dedicado toda la vida a trabajar honestamente, y creo que no hay ningún episodio deshonesto en mi vida profesional… A lo mejor todo el mundo no puede decir lo mismo. Por eso, hay cosas que son tan injustas que creo que algunos que hasta se decían amigos, que lloraban cuando me fui, cuando pongan la cabeza en la almohada se tienen que sentir mal con ellos mismos… Y eso es lo peor que te puede pasar en la vida. J.Q: ¿Nunca has utilizado la cámara ni el micrófono para tus guerras personales? Es decir, contra alguien que te agrede en tu vida privada y tú utilizas la televisión para agredirle M.T.C.: En mi vida privada, no, nunca, al revés…. He sufrido mucho, ahora que está de dramática actualidad, porque he vivido desde la cercanía todo lo que pasó con Rocío Carrasco. He visto algo que no se me olvidará nunca en mi vida: a Rocío Jurado en su camerino, de rodillas, ante un periodista que no voy a decir quién es, diciéndole “por favor por favor, no te metas con él que es el padre de mis nietos”. Aquello me impresionó. J.Q: ¿Qué te parece lo que se está hablando de Encarna Sánchez? M.T.C.: Lo resumiría en una palabra: innecesario. De todos los famosos, una vez muertos, se han escrito biografías, pero a lo mejor las cosas que se dicen en un libro no suenan tan brutales como en televisión. Es como el “pin, pan , pun” y cada vez le toca a uno. Es terrible, como si te dedicaras al circo romano y todos los días de tu vida te levantaras para echarle carne a los leones. J.Q: Muchos no se atreverían a hablar de ella si viviera… M.T.C.: Casi todos. Porque Encarna era un mal enemigo. Nosotros pertenecemos a una generación en la que había muchos famosos intocables, y todavía quedan algunos. J.Q: He observado que, cuando se tiene un nivel de popularidad tan alto como el tuyo, hay miedo, porque cada palabra que dices puede ser interpretada en millones de zappings M.T.C.: Eso antes no me pasaba y ahora sí. Pienso mucho el titular que van a sacar de lo que digas. Sobre todo porque aquí estamos hablando coloquialmente en una entrevista larga... tú luego sacas dos palabras que yo haya dicho y fíjate. Es verdad que antes me expresaba más libremente y ahora pienso cómo se puede utilizar eso. J.Q:¿Qué harías si te encontraras con Paolo Vasile en una isla desierta? M.T.C.: Buscarme otra isla (entre risas) o, directamente, preferiría ahogarme. Es broma, no tengo nada en contra de este señor, absolutamente nada. No sé si él conmigo… Pero yo a él nunca le he nombrado, lo has hecho tú. Sin embargo, a mí si se me ha nombrado mucho. J.Q: Pero en cierta ocasión… Sería bueno que lo aclarases M.T.C.: Ahí está la cinta. Nunca nombré ni nombre, ni cargo, ni empresa… Y ahora tú de pronto te das por aludido. Yo te la voy a mandar. J.Q:¿Hay una conversación pendiente con Paolo? ¿Te gustaría? M.T.C.: Reconozco que tengo un defecto muy grande en mi vida, y es que no tengo capacidad de rencor. No es porque yo sea más mala ni más buena si no porque se me olvidan las cosas. Así que eso que tú has dicho, aunque a alguien le parezca lejano, podría pasar, por supuesto. J.Q:¿Y eso será porque tu director general, Mauricio Carlotti, es amigo de Paolo Vasile, no? M.T.C.:¿Por qué no dejamos de hablar de los jefes, que es muy aburrido? (entre risas) J.Q: A mí me parece muy divertido, porque espero encontrar oro M.T.C.: Te he dicho lo fundamental. Además, pasado el tiempo, me puedo dar un abrazo con todo el mundo… Pero me lo reconozco como defecto, eh! (entre risas). J.Q:¿Has querido a alguien más que al share? M.T.C.: A casi todo en la vida. No, además, al share le tengo una manía espantosa. Pero no ahora, hace mucho tiempo que se la tengo. Cuando me levantaba todos los días y me llamaban por teléfono, y repito, no sólo ahora sino también antes cuando era líder de audiencia, me preguntaba: con todos los años que llevo trabajando ¿porque me tengo que examinar todos los días? ¿Cuándo voy a haber demostrado ya que hago una cosa bien y sino que me echen? Hay algo que seguramente no se va creer la gente pero te lo voy a decir a ti: yo, ahora, siento una gran liberación. Primero, porque echo la vista atrás y digo: he trabajado, la gente ha reconocido mi trabajo, tengo la luz pagada y, bueno, pues ahora yo me he liberado de eso. Antes, cuando me levantaba, me llamaban por teléfono y que si dos puntos más o menos, el minuto a minuto… Es terrorífico. La profesión nos ha llevado a una forma de vivir de locos. Tampoco digo que ahora es mejor que antes, porque me gustaría que me viera más gente, aunque hay mucha que todavía lo hace. J.Q: Cuando te atacan, ¿es mejor responder o no responder? M.T.C.: Según quién te ataque. Hay que aplicar esa frase de “anda hija, no le hagas caso al mediodía habiendo un día entero”. J.Q:¿Jorge Javier sigue siendo tu amigo? M.T.C.: Según me dicen, porque no veo ninguno de estos programas, él dice que sí. Debe ser que tenemos formas diferentes de entender la amistad. Es alguien a quien creo he dado mucho afecto. Hay muchos casos en los que a mí me cuesta creer que la gente sea mala, sino que no eres consciente de la importancia que tienen algunas cosas o del daño que puedes hacer… porque me cuesta mucho trabajo dejar de querer a gente que he querido mucho. J.Q:¿Tienes madera de líder? M.T.C.: Eso son cosas que tienen que decir los demás. Si el líder es alguien muy valiente y fuerte, pues seguramente no. Yo soy cobarde, muy vulnerable aunque la gente no lo crea. Ahora, sí que creo que tengo madera para ilusionar a la gente en un proyecto. Todavía tengo a gente de muchos años trabajando conmigo. J.Q: A Ana Rosa ¿la ves como una compañera o una competidora? M.T.C.: Las dos cosas, naturalmente. Ana Rosa es una compañera y está en la competencia. J.Q:¿Te consideras buena compañera? M.T.C.: No me gusta ponerme flores, si soy o no buena compañera tendrán que decirlo ellos, mis compañeros. Cuando llevas un programa y eres la directora, a veces te creas amigos y a veces, enemigos. Sólo sé que nunca he sido capaz, me ha costado mucho trabajo, tener que prescindir, echar a alguien. Por eso, en mi equipo siempre ha habido mucha gente. J.Q:¿Puedo saber a quién votas? M.T.C.: No, el voto es secreto. Puedes saber que no siempre he votado a los mismos.

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