Guerra de Irak

Tres periodistas declaran ante el juez que los americanos atacaron el Hotel Palestina “a propósito”

Los periodistas Jon Sistiaga, de Telecinco, Carlos Hernández, de Antena 3, y Olga Rodríguez, de la Cadena Ser, que se encontraban en Bagdad cuando murió el cámara de Telecinco José Couso, han asegurado ante el juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco que las tropas de Estados Unidos que atacaron el Hotel Palestina lo hicieron “a propósito, sabiendo que iban a matar a periodistas”. Los tres declararon en calidad de testigos ante Ruiz Polanco, que instruye unas diligencias previas respecto a la querella interpuesta por la familia de Couso contra los tres militares de la Tercera División de Infantería del Ejercito de Estados Unidos, considerados responsables del disparo que alcanzó el Hotel Palestina y que acabó con la vida del periodista. Cuando acabaron de declarar ante el juez, los tres periodistas coincidieron en señalar que el ataque del tanque estadounidense al Hotel Palestina fue “a propósito”. Carlos Hernández ha recordado que el tanque que lanzó el obús llevaba mucho tiempo encima del puente, lo que se veía “perfectamente” con los teleobjetivos de las 40 ó 50 cámaras que grababan en ese momento desde los balcones del hotel. El periodista de Antena 3 ha explicado que si desde el Palestina se les veía “perfectamente”, cabía deducir que ellos también divisaban a los periodistas alojados en este hotel. “Por eso atacaron el hotel, sabiendo que iban a causar bajas entre los periodistas. Atacaron a propósito y si sólo murieron dos periodistas fue fruto de la casualidad, porque algunos estaban en el interior del hotel”, ha señalado. Por su parte, Jon Sistiaga, periodista que trabajó junto a José Couso durante la Guerra de Irak, ha afirmado que “es difícil pensar que fue un accidente”. Así, ha añadido que tiene que haber un culpable “por omisión o por acción” de las muertes tanto de su compañero Couso, como de la del cámara de Reuters Taras Protsyuk. Sistiaga ha querido agradecer al juez Ruiz Polanco que les haya escuchado, algo que, a su juicio, contrasta con la postura de la Fiscalía, “que ha preferido quedarse tomando un café y no asistiendo” a estas declaraciones. Olga Rodríguez, de la Cadena Ser, ha relatado al juez que un día antes otro tanque se apostó en la otra orilla del río Tigris, cerca del que disparó al Hotel Palestina. Según ha explicado, los periodistas, al divisar este tanque “no se escondieron ni se agazaparon” porque lo veían perfectamente y nunca pensaron que les fuera a atacar. Rodríguez ha considerado que es necesaria la existencia de los corresponsales de guerra para que la sociedad esté informada de los conflictos bélicos y señaló que este suceso puede crear un precedente, ya que los periodistas se pueden convertir en objetivos si no viajan con las tropas estadounidenses. Diligencias previas El juez Ruiz Polanco decidió el pasado día 17 incoar diligencias previas sobre la querella presentada por la familia de Couso, con el informe favorable de la Fiscalía. Sin embargo, tres días después el Ministerio Público recurrió esta providencia del magistrado y pidió al juez que se pronunciara sobre la admisión a trámite o no de la querella. Ruiz Polanco rechazó este recurso y confirmó la citación de los periodistas. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional confirmó la decisión del juez Juan del Olmo de revocar el archivo que él mismo había dictado para enviar la causa a Ruiz Polanco, titular del Juzgado Central de Instrucción número 1.

José Couso murió el pasado 8 de abril por las heridas que sufrió por el impacto de un proyectil estadounidense contra el hotel en el que se alojaba la prensa internacional durante la guerra de Irak. El pasado 27 de mayo, la madre y los tres hermanos de Couso presentaron una querella contra tres miembros de la Tercera División de Infantería del Ejército de Estados Unidos, por considerarlos “responsables del ataque al Hotel Palestina”, en el que falleció el cámara español. Los tres soldados que figuran en la querella son el sargento Gibson de la compañía A del 64 regimiento de Blindados de la Tercera División de Infantería del Ejército de Estados Unidos, el capitán Philip Wolford como responsable de la unidad de blindados de la Compañía A del mismo regimiento y el teniente coronel Philip de Camp, responsable del Regimiento de Blindados 64. La querella califica la muerte de Couso de “crimen de guerra y asesinato” y su argumentación jurídica se fundamenta en el Estatuto de Roma, en el artículo 8.2., en el que se considera crimen de guerra “cualquiera de los actos contra personas o bienes protegidos por las disposiciones del Convenio de Ginebra”, así como “dirigir intencionalmente ataques contra bienes civiles, es decir, bienes que no son objetivos militares”.

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