Contactaba con niños de entre 12 y 16 años

Un perverso “Gran Hermano” para peques

Luis G.R. se sienta desde este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid por suplantar la identidad de actores, directores de cine, fotógrafos y representantes para mantener relaciones sexuales con varias jóvenes.

El presunto pedófilo de castings falsos de actrices y modelos organizó en 2003 una prueba falsa de “Gran Hermano” en su versión “Peque” para niñas de entre 12 y 16 años, llegando a contactar con varias menores. Se le acusa de agredir sexualmente a tres de las jóvenes que contactaron con él. El Ministerio Público solicita por ello ocho años de prisión.

En la segunda sesión del juicio, el abogado de la productora Zeppelin explicó a la Sala que una persona ligada a la empresa tuvo conocimiento de que la página web www.todocinetv.com anunciaba un casting de “Gran Hermano Peque” para menores.

“Esta prueba no tenía que ver con el programa real”, afirmó el letrado, quien entonces interpuso una denuncia ante la Brigada de Delitos Informáticos de la Policía Nacional.

Varios de los agentes que investigaron al procesado expusieron al tribunal que el acusado operaba desde el ordenador de su empresa después de que ésta entregara un informe a la Policía sobre los e-mails que mandó y recibió, entre ellos el de varias menores para participar en el casting de “Gran Hermano Peque”.

La Policía comprobó gracias a los correos electrónicos que el procesado se hacía pasar por personas relacionadas con el mundo del espectáculo, entre ellos el fotógrafo Efrain Sánchez Morente y el representante de actores César Carrera. Los dos testificaron ante la Sala para ratificar las denuncias que formularon ante la Brigada de Delitos Informáticos.

El acusado niega haber contactado con las jóvenes

En la sesión de ayer, el acusado negó que suplantara la identidad de otras personas para mantener relaciones sexuales las jóvenes. Según el fiscal, este programador ofrecía a las aspirantes a actrices realizar películas con escenas de sexo “subiditas de tono” que debían ensayar en su casa, y a las modelos contratos con la agencia italiana Francine Modeling Agency.

En su declaración, el acusado negó haber contactado con las jóvenes a través de diversos correos electrónicos, así como haber usurpado diversas personalidades. “¿Cómo se explica que en su ordenador del trabajo se encontraran e-mails a nombre de Francine Modeling?”, le inquirió la fiscal, a lo que contestó: “Yo nunca he recibido ni he enviado nada”. “Nada es cierto”, aseveró.

Según su versión, su implicación en el caso se produjo a raíz de un reportaje publicado en una revista bajo el título “El Farsante de la Red”. Iturriaga desveló entonces que el procesado ofrecía a menores realizar películas con alto contenido erótico.

“Se me fue de las manos”

Este periodista llegó a realizarle una cámara oculta que se emitió en un programa de Nieves Herrero. En la entrevista, el acusado admitió que “todo empezó como un juego”, pero luego se le “fue de las manos”. “Hago esto porque quiero joder la infancia de los demás como pasó con la mía”, reconoció entonces.

Sin embargo, en el juicio se desdijo. “Todo ha sido promovido por el mismo periodista. Me abordó en la calle, diciendo que me había investigado, y me amenazó con que iría a la cárcel si no le daba una entrevista. No me enseñó ninguna prueba y fui a la reunión por miedo”, relató el procesado, quien fue detenido una semana después de que se publicara el reportaje por suplantación de personalidad y delito contra la libertad sexual.

Las víctimas, en su mayoría actrices, contactaban con él a través de los anuncios que colgaba en páginas de Internet relacionadas con el mundo del cine. Tras un primer contacto, se citaba con ellas en el Oso y el Madroño de la Puerta del Sol. Gracias a los foros de actores de la Red, muchas de ellas advirtieron que se trataba de un farsante.

“Me preguntó si estaría dispuesta a desnudarme si la película lo requería”

“No nos parecía seria la cosa. Pensamos que era un hombre un pelín raro”, comentó una de las chicas, que acudió a la primera cita acompañada por su hermano. “Me preguntó si estaría dispuesta a desnudarme si la película lo requería”, contó.

Sin embargo, tres de las muchas jóvenes que contactaron con él se percataron de la farsa después de que éste abusara de ellas. Una de éstas relató que contactó con Luis en marzo de 2004 a través de un correo en el que le comentó que era el preparador físico de un conocido fotógrafo. La chica le remitió varias fotos y su currículum, concertando un encuentro.

“Quedamos en Argüelles. Se presentó como preparador físico. Fuimos a un bar y me propuso participar en una película con escenas de sexo. En el segundo encuentro, le llevé a mi casa. Estaba sola. Fuimos a mi habitación. Me desnudó. Se echó crema en las manos y empezó a tocarme la espalda”, recordó visiblemente nerviosa la joven, quien aseguró que el procesado le agredió sexualmente. “Cuando entró mi madre en casa, todo acabó afortunadamente”, añadió.

La chica contó que entonces le comentó a Luis que de pequeña había sido víctima de agresiones sexuales y que tenía un problema con el sexo. Éste le aconsejó que para afrontar ese problema debía acostarse con él porque era la mejor solución. “Me dijo que tenía que ser él. Que me quería ayudar”, señaló.

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