El espía de la tele

¿Cuándo se podrá ver Canal + en abierto?

Tranquilidad entre la plana mayor de Sogecable. Los contactos con Moncloa son fluidos y tienen la certeza de que no hay cambio de opinión respecto a la decisión, ya tomada, de autorizar la emisión de Canal + en abierto. La luz verde llegará en breve. Posiblemente antes de que finalice el mes de abril. Sin ninguna duda. Está hablado y requetehablado y se trata solamente de encontrar el momento oportuno. Los estrategas de Moncloa creen que es necesario alejarse, en el tiempo, de la campaña mediática que orquestó “la conspiración de los editores”. Que se enfríen los papeles y que dejen de recordarse los inflamados editoriales del diario “ABC”, “La Razón” o “El Mundo” o las proclamas emitidas en los informativos de Antena 3 y Telecinco. Y que se alejen los ataques a la política audiovisual del Gobierno aunque cuando se anuncie la decisión se volverán a duplicar, inevitablemente. En Moncloa tampoco creyeron oportuno aprovechar el Consejo del Ministros del 11-M, que querían centrado en el recuerdo de las víctimas del atentado terrorista, ni que la decisión coincidiera con la Semana Santa, para no ser acusados de aprovechar la desmovilización general del país para tomar una decisión que será polémica. Las gentes de Barroso, Rubalcaba y Montilla tampoco quieren apostar por decisiones parciales. Quieren ofrecer al país un modelo global audiovisual con el argumento de abrir la competencia y dar voz a distintos operadores. Pero eso sí, todos tienen claro que Canal + tendrá su señal en abierto, tal como quiere el gran patrón Polanco. Fechas? Es evidente que nadie quiere hablar de fechas exactas para situar la salida del nuevo Canal + -o Cuatro, como podría llamarse. Pero todos son conscientes que el periodo necesario para cerrar compromisos y contratos y diseñar una parrilla competitiva no es corto. Desde el momento en que se autorice la apertura de la señal hasta su salida al aire hay miles de cosas que hacer, que no se pueden adelantar. Mientras tanto, los ejecutivos de Canal + trabajan en todas las que sí se pueden adelantar: elección de presentadores, contactos con las productoras para conocer los programas disponibles, estrategias de programación, definición de modelo publicitario… La actual cúpula de Sogecable sabe que las cadenas privadas practican una política de tierra quemada para los posibles competidores que puedan surgir: aseguran a largo plazo los contratos con presentadores, blindan los compromisos de sus directivos y presionan a las productoras para reservar o tener opciones sobre programas que puedan tener un éxito potencial en la televisión generalista. El nuevo Canal + parte con una gran desventaja: no tiene tradición ni compromisos para ofrecer grandes series de ficción y tampoco posee una gran experiencia en programas de entretenimiento. Pero sus planteamientos de salida son modestos: no pretenden conquistar el 20% de cuota de pantalla sino que, poco a poco, aspiran a llegar a un 10% de share que empezaría a ofrecer unas rentabilidades publicitarias muy aceptables. Por otra parte, tienen la enorme ventaja de que no parten de cero. Sus contactos con el mundo del deporte –en fútbol, en concreto- y las grandes “majors” cinematográficas permitirán que las negociaciones en estos ámbitos sean eficaces desde el primer momento, aunque nada está garantizado en este momento. Ni está claro que se posean derechos de emisión para la Liga o competiciones europeas en abierto, que están en manos de TVE o la FORTA; ni tampoco se poseen derechos de emisión de películas distintos de los codificados, que se tendrán que renegociar. Canal + juega con la ventaja de que tiene una estructura que sólo deberá sufrir pequeños retoques para adaptarse a la televisión en abierto y también cuenta con la gran suerte de que la inmensa mayoría de los hogares españoles tienen sintonizada ya la señal de la cadena. Es la misma por la que reciben los programas abiertos o codificados de Canal +. Así las cosas, a todos les rondan las mismas fechas. Si el Gobierno autoriza la emisión en abierto a finales de abril o primeros de mayo, los ejecutivos de la cadena tendrán cuatro meses de trabajo muy duro para ofrecer al público español su primera programación en abierto, con fecha de salida de principios o mediados de septiembre, o como muy tarde, de octubre. El nuevo Canal entrará a competir con el resto de operadores en el cuarto trimestre de 2005, el periodo de mayor facturación publicitaria del año. Si las cosas pudieran ser así, todo el mundo se daría con un canto en los dientes. La primera parte de la misión se habría cumplido según lo previsto. Sobre las especulaciones que impregnan las páginas de internet, recogemos las que están en el aire y que hemos mencionado antes: el nuevo nombre de la cadena podría ser el de Canal Cuatro (una buena opción que sitúa a la nueva opción entre Antena 3 y Telecinco, y le da personalidad numérica siguiendo la estela de La Primera y La 2) para lo cual estaría comprando canales locales que tienen derechos sobre esta marca, como puede ser Canal Cuatro de Pamplona.

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