Crónica

La primavera agita las hormonas en GH

Siguiendo la técnica de Cervantes de la novela dentro de la novela, en la casa de Guadalix han pergeñado un radiodrama a la antigua usanza. Se titula “Pobre niña, pobre” y la protagonista es Agustina, papel que interpreta Carol, una joven abandonada al nacer que planta cara a la mala malísima, Zalia (a la que pone Elba). Para cualquier reclamación, no duden en acudir a los guionistas, Javito y Patricia.

Pero la sevillana tiene la cabeza en otros asuntos. Ella pide estabilidad en su vida y Kiko se la otorga dando por terminada la relación. Como único testigo Petrilla, la cabrita. Expresado así suena frío, pero la escena ha sido impactante. Tanto o más que la visión de Kiko en bañador acompañado por varias señoritas en el jacuzzi. Para el recuerdo, el gesto de odio que apareció en la cara del madrileño cuando Javito comentó que su compañero tenía novia.

Lo que al reality de A3, Confianza Ciega, le costó 15 días, GH lo ha logrado en un día: separar a una pareja. Y es que la estancia en la suite de Javito y Kiko fue muy intensa. Lo cierto es que los dos concursantes han demostrado estar absolutamente hormonales. Incluso el ama de llaves de la suite, Rosana, tuvo que contener su ímpetu. Ahí no acabó todo. El dúo dinámico exigió la presencia de una stripper y el deseo les fue concedido elevado al cubo con el consiguiente enfado de Patricia: “Simplemente por respeto hacia mí, y porque yo estoy aquí no debería haberla pedido, ni eso ni nada”.

La reacción de Patricia fue fulminante: “Qué sepáis que voy a nominar al Kiko. ¡A la puta calle! Que estoy negra”. Habrá que ver si cumple su amenaza.

Los comentarios acerca de la actitud de Kiko se multiplican. El más llamativo corresponde a Óscar, que asegura que al madrileño “le va a costar salir de la bañera”.

Ness, en la tierra prometida

Lo de Ness en México va camino de alcanzar proporciones bíblicas. La prueba puso su granito de arena: andar sobre las aguas. Tal y como sucedió hace casi 2000 años en el lago Tiberiades, el mesías catódico venido de España condujo a sus discípulos mexicanos al otro lado de la piscina gracias a unos zapatos flotantes. El gallego encontró a una María Magdalena de nombre Rocío que le ungiera con la crema solar. Para completar la jornada Ness se entregó al apostolado y contó una serie de parábolas de contenido sexual que dejaron asombrados a sus oyentes, especialmente a Vero, que se comporta como una colegiala.

Para captar el ambiente de santidad que se respira en la casa del Big Brother no hay más que apuntar que Pato durmió con un rosario enredado en la mano tras la velada terrorífica. Ahí no queda todo. Carla comentó que nuestro embajador escribió en la palma de su mano. Ness ha decidido que sus tablas de la ley serán de piel humana. Otra discípulo, Rocío, esperaba que Ness le pidiese que se quedase a dormir con él, pero finalmente no lo hizo. El vecino de Benidorm dijo que le compensaría. Bienaventurados los intercambios porque ellos despertarán las pasiones.

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