Peligro en TV

La realidad tiene un precio

Las compañías de seguros han encontrado una mina de oro en el peligro y los problemas judiciales que acompañan a los reality shows que siguen invadiendo todas las televisiones del mundo, y en especial las de EEUU. En la segunda edición de Survivor, uno de los concursantes resultó gravemente herido al caer en una hoguera. Este mismo programa ha sido víctima durante este último año de la demanda judicial interpuesta por otra de sus participantes, en la que acusaba a los productores de haber amañado el programa. La producción de los reality shows es mucho más barata que la de los programas convencionales, entre otras cosas porque no tienen que pagar el caché de invitados famosos. Sin embargo, el coste de asegurar un reality show puede resultar un 50 por ciento más alto que el de un espacio grabado en un plató y sin pruebas espectaculares y arriesgadas. En programas como Gran Hermano, los participantes no son actores contratados, sino concursantes reales a los que no cubre la Seguridad Social, lo que les da rienda suelta a demandar a los productores y directivos de la cadena en caso de sufrir algún accidente o contratiempo. Las compañías de seguros entran en juego Es difícil generalizar con el precio que pagan las productoras por asegurar un programa, ya que depende del riesgo que corran los concursantes en cada prueba. Además, tanto los productores como las compañías de seguros no quieren desvelar estas cantidades por razones legales y de competencia empresarial. En España, asegurar la grabación de 13 entregas de un reality show como Supervivientes o Gran Hermano cuesta alrededor de 2 millones de pesetas. Lo que sí es cierto es que los acuerdos con las compañías de seguros son determinantes para que los responsables de los programas opten por incluir una prueba u otra. Eric Schotz, productor ejecutivo de la versión estadounidense de El Gran Show de los Récords, que emitirá Antena 3 a partir de octubre, declaró a ABC News que, muchas veces, los altos precios que imponen las compañías de seguros son motivo suficiente para descartar una prueba en su programa. “Por ejemplo, en una ocasión, uno de los aspirantes a batir un récord quería balancearse en una silla a dos patas desde una gran altura y sin red de seguridad. La aseguradora se negó a cubrirlo y no pudimos hacerlo”, dice Schotz. Noticias relacionadas: -La Fox y la CBS, enfrentadas por Survivor

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