La anciana del décimo lavado es una actriz de “Salvados”

La última gamberrada del Follonero se emitirá el 11 de enero

¿Cuánto cuesta crear una noticia? Esa es la pregunta que se formuló “Salvados” y a la que ha decidido dar respuesta empleando uno de los acontecimientos más mediáticos del año: el sorteo de la Lotería de Navidad de ayer.

“Salvados” tratará todo el despliegue de medios que gira alrededor del sorteo más arraigado en la sociedad española en un especial el próximo 11 de enero y lo hará a su estilo: provocador, desinhibido y sarcástico, sin ánimo de molestar, aunque no siempre se consigue.

Muchos medios se han hecho eco del caso de una señora de 69 años que se presentó en la Administración de Loterías 64 del centro comercial Carrefour-Los Ángeles de Madrid que repartió el segundo premio, con un boleto hecho añicos por culpa de su lavadora. La mujer formaba parte de una de las tramas pensadas para dicho programa del día 11.

“Mi hijo Jorge está en paro y tienen a su mujer preñada”, decía. “Lo compré para él y si me lo pagan le daré íntegros los 100.000 euros del premio”, repetía. Si ayer la emisora de radio catalana Rac 1 desvelaba la broma, hoy ha sido el propio Follonero quien lo ha confirmado.

Con ello y según Jordi Évole, director de “Salvados”, “el programa no pretende ofender a nadie sino, simplemente, comprobar las dificultades que tiene generar una noticia en medio del aluvión de información que genera ese evento”.

“Algunas historias fracasan por mucho guión que tengan”

Pero un día de Lotería de Navidad no da para una sola anécdota, hay necesidad de muchas historias humanas, imágenes impactantes y anécdotas chocantes. El caso de la señora del boleto lavado no es el único. Algunos se han resuelto con mejor fortuna, otros con menos.

Según Évole, “aunque hoy pueda parecer que es muy fácil colarse con una anécdota en el Sorteo de Navidad, comprobaremos que no siempre es así, que hay historias que fracasan, y no captan la atención de nadie, por mucho guión que haya detrás. Afortunadamente, ayer muchos periodistas rompieron con el tópico de que la realidad no tiene que estropearte una buena noticia”.

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