“Mejor pedir disculas que permiso”, decían desde plató

Nacho Abad se gana las críticas por “irresponsable” tras colarse en un pabellón de Ifema

Nacho Abad en el hospital de Ifema para 'Espejo Público'

Redacción

Nacho Abad se ha ganado las críticas de la audiencia por su intervención de este viernes 29 de marzo en Espejo Público, desde el hospital de emergencia montado en Ifema (Madrid). El colaborador de Susanna Griso se ha colado sin autorización en el pabellón habilitado en las instalaciones para almacenar víveres para los pacientes ingresados y los sanitarios encargados de su cuidado. Lo ha hecho, además, incurriendo en algunos comportamientos desaconsejados en esta coyuntura: sin ponerse la mascarilla y sin guantes, ha manipulado alguno de los transportines que los operarios utilizan para mover cajas.

“Nos hemos colado aquí... No sé si podemos, pero bueno”, quitaba hierro el periodista a su acción, que llegaba después de haber conversado con uno de los empresarios de alimentación que estaban llevando fruta y comida para el personal desplazado en Ifema; y de entrevistar al mismo director general del Institución Ferial de Madrid, Eduardo López Puerta.

“Mejor pedir disculpas que pedir permiso”

Tal y como rezaba el rótulo en pantalla, Abad mostraba “las tripas del hospital de emergencia”, y para ello se internaba en esa zona destinada a logística y alimentación. Al comenzar a recorrer los recovecos, se quitaba además la mascarilla, que sí había llevado durante las charlas con los presentes en el lugar. “Alguien va a entrar a por ti”, le apercibía Alfonso Egea, que reía: “Mejor pedir disculpas que pedir permiso”, reía, felicitándole por las imágenes.

“Hay zumos, maíz, dulce, leche, bombonas de butano...”, enumeraba Abad, que en un momento dado, tosía y se llevaba la mano a la boca para taparse. Acto seguido, utilizaba esa misma mano para coger un transportín y despejarse el paso.

“Nos piden que sigamos las normas y fomentan lo contrario”

Aunque desde el plató se le felicitaba por las imágenes conseguidas, la actitud de los espectadores era bien distinta. Las críticas al programa y al trabajador se extendían, calificando a este último de “irresponsable”: “Este señor ha tosido, y ha tocado productos alimentarios en pleno directo en televisión. ¿Después nos piden que sigamos las normas cuando se fomenta lo contrario en televisión?”, se quejaban en redes sociales.

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