Cuatro, practicamente cinco

¿Os acordáis de cómo empezó Cuatro? Claro, si fue hace sólo 5 años. Pero aquella Cuatro, esa televisión que se daba aires de alternativa, que nos enamoró con sus cortinillas, su diseño molón y su apuesta por ofrecer una programación de calidad, ya no existe.

La reciente fusión con Telecinco ha tenido terribles consecuencias: desde la pérdida de monstruos del Periodismo como Gabilondo hasta la reconversión de Raquel Sánchez-Silva, la chica de la sonrisa, en miembra del experimento genético Supersálvame. Cuatro es ahora otra criatura del holding Mediaset, y, a juzgar por su parrilla, Vasile ha debido despedir a sus antiguos programadores para insuflar a su nueva empresa un soplo de aire fresco.

No voy a echar por tierra toda la reputación de Cuatro, porque es cierto que se ha ganado algunos méritos. Se arriesgó con La Finale de LOST y salió mal, aunque al menos lo vimos unos minutos antes que los americanos (inédito). Los que presenciamos el megafail en directo tal vez nunca se lo perdonaremos, pero sí estaremos eternamente agradecidos a Cuatro por apostar por una serie que otros despreciaron (aunque después la viéramos en seriesyonkis.com).

Además, fueron los responsables de una de las mejores promos que se han visto en los últimos tiempos (que no hubiéramos visto nunca si no se hubiera inventado Cuatro), y que incluso entusiasmó a los creadores de LOST, Carlton Cuse y Damon Lindelof, que, después de verla, decidieron que ABC también debía usarla para la promoción en su cadena de la última temporada de la serie.

A Cuatro le debo 'House', eso sin dudarlo. Y también 'Granjero Busca Esposa', ese reality que suple el vacío entre ediciones de 'Gran Hermano', y que lo tiene todo: gañanismo, humor, amor/montaje, bizarrismo... De su época más molona, recuerdo con cariño 'La Hora Wiki' (de nuevo Raquel) o 'Soy el que más sabe de televisión del mundo'. Pero, aunque me haya dado todo esto, nunca podré perdonarle cosas como 'Tienes un minuto' ese programa de citas que es como 'MHYV' pero con una cinta de restaurante japonés por la que no van pasando platos de sushi, sino chicos. Chicos que se venden por una cita: cantan canciones de Andy y Lucas, se disfrazan de gorila o enseñan musculamen, los más limitaditos.

Es del todo imperdonable que con la excusa del verano, nos claven un programa piscinero. Los antecendentes de este fenómeno nos llevan a la prehistoria de la cadena amiga. El jacuzzi de Jesús Gil fue el primer programa piscinero de la historia de Mediaset. Años después, todavía en la era Lazarov, triunfaba el mítico 'Uno para todas', donde también había piscina y bikinis y Goyo González. Más recientemente Telecinco intentó exprimir el invento con 'Guaypaut' pero no le salió bien. Ahora la encargada de la programación refrescante es Cuatro, que nos ameniza con 'Mójate' (del que no puedo ni hablar) y completa la oferta veraniega con 'Ola Ola', un Callejeros Viajeros de playas.

Otros programas que ya se emitían antes de la fusión siguen en parrilla, pero han adquirido tintes de drama, como 'Ajuste de cuentas' que, con esto de la crisis, casi ha virado al género gore. En el segundo programa de la temporada el nuevo coach se montó un numerito macabro (ríete tú de la innombrable) con unas tumbas como metáfora de la muerte de la economía familiar. El coaching es un tema recurrente en Cuatro desde sus orígenes.

Recuerdo precisamente a Raquel Sánchez-Silva enseñándonos nutrición en 'Soy lo que como'. Tenemos también una 'Supernanny' que nos enseña a educar a los hijos con su sistema de puntos. César Millán educa a nuestros perros. En 'La escalera', una abogada media en los conflictos vecinales. Los ex deportistas de élite nos dan lecciones de la vida y a Ramón de Pitis le debemos la declaración de los cinco derechos universales del hombre. Parece que Cuatro se esfuerza en otorgarle a la televisión un rol que no le corresponde.

Cuatro también es muy de salir a la calle. Ahí están 'Callejeros' y su versión viajera. Lástima que los temas estén tan sobados que nos de la impresión de estar viendo una y otra vez el mismo programa. Pero no les basta con sacar sus cámaras a la calle, porque no es lo mismo vivirlo que contarlo; para eso tenemos a Samantha Villar, para echar por tierra todos los principios básicos del Periodismo, esos que se aprenden en primero de carrera. Ahora la sustituye una tal ADELA (rectificar es de sabios), pero Samantha sigue haciendo de las suyas con su programa homónimo.

En cuanto a las novedades más novedosas que Vertele! ya ha avanzado en los últimos días, sabemos que Nuria Roca será directora de la 'Academia de Sexo', lo último de Cuarzo (la productora de AR) para Cuatro, un reality-coach (rizando el rizo) con el que también se meterán en nuestras camas, mientras que Jesús Vázquez se encargará de dirigir un nuevo talent-show (¿es realmente necesario?), adaptación del formato americano 'The Voice', que si en su versión original contaba con Christina Aguilera como jurado, aquí dará trabajo a Isabel Pantoja. Es la apuesta de Mediaset de renovación de su nueva adquisición.

Para acabar, quiero hacer una mención especial a los olvidados, esos programas que han pasado sin pena ni gloria, como 'El campamento' o 'Lo que diga la rubia', récord de mínimos con sólo una semana en pantalla. Al menos esto les pasa por esforzarse en ser creativos y no coger el camino fácil de la telebasura (acotando el término telebasura al mundo rosa de famosos, pseudofamosos y montajistas). Sólo busca el entretenimiento, puro y duro, sin maldad. La cuestión es ¿seguirá siendo así en la era de la fusión?

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