'Ted Lasso': la revolución de intentar ser mejor persona se merece una prórroga tras el 'pitido final' de su temporada 3

Jason Sudeikis, en una escena de la tercera temporada de 'Ted Lasso'

Adrián Ruiz

Ted Lasso es puro optimismo desde su cabecera. A uno le cambia el cuerpo desde que oye los primeros acordes de su sintonía, sabedor de que está a punto de pasar un buen rato. Había ganas de volver a escucharla, ya que hemos tenido que esperar más de un año y medio para vivir el estreno de su tercera temporada en Apple TV+. Desde este miércoles 15 de marzo, la plataforma del gigante de la manzana lanza cada semana un nuevo episodio de los 12 que conforman la nueva tanda.

Esa canción de arranque, que, como el resto de su banda sonora, corre acertadamente a cargo de Marcus Munford (vocalista de los Munford & Sons), no es más que uno de los múltiples vértices desde los cuales la serie logra año tras año encandilar a los espectadores. Y es que todo en Ted Lasso, desde que vemos al personaje de Jason Sudeikis sentándose en las gradas del ficticio Nelson Road Stadium, está hecho con un cariño y buen gusto que trasciende a la pantalla.

Ese es el éxito de la producción, que en los dos últimos años se ha alzado de manera consecutiva con el premio Emmy a la Mejor Serie de Comedia, un hito al alcance de muy pocos que no es casualidad. Y es que Ted Lasso es la serie que no sabíamos que necesitábamos. La ficción, que vivió su lanzamiento en agosto de aquel aciago 2020, supuso todo un huracán de aire fresco en mitad de aquellos meses de pandemia y ruido en los que nos costaba ver luz entre tanta oscuridad.

Ted Lasso abrió una rendija a la esperanza con la historia de un entrenador de fútbol americano que cruza el planeta para convertirse en el mánager de un equipo imaginario de fútbol de la prestigiosa Premier League, el AFC Richmond. La maniobra llevada a cabo por Rebecca Welton, a la que interpreta una espléndida Hannah Waddingham (que este año veremos como presentadora de Eurovisión), no era más que una estrategia para hundir al club y así vengarse de Rupert (Anthony Head), su exmarido, el verdadero dueño de la entidad hasta que recaló en manos de la empresaria tras un tormentoso divorcio.

Sin embargo, nada salió como esperaba y ese yanqui del bigote acabó metiéndose a todos en el bolsillo con un carisma y una filosofía de vida que, más allá de los resultados deportivos, ha terminado por dejar huella en el vestuario, en la cúpula del equipo e incluso entre sus propios vecinos en Londres.

La revolución de querer ser mejor persona

También ha dejado huella en nosotros, los espectadores, que nos hemos podido inspirar a través de una serie en la que todos sus protagonistas, en algún momento de su desarrollo, han puesto un empeño real en ser mejor persona. Y eso, en los tiempos que corren (dentro y fuera de la ficción), es absolutamente revolucionario. En un momento en el que la crispación, la polarización y el odio están más vigentes que nunca, la apuesta por la concordia se convierte en todo un gesto de valentía. Capitaneados por Lasso, todos los personajes intentan superar sus traumas, contradicciones y batallas personales, para obrar pensando también en los demás.

Sin duda, un ejercicio de empatía (sin caer en el puritanismo) que continúa en la tercera temporada de la serie que estrena hoy Apple TV+. La ficción mantiene su esencia en unos nuevos capítulos [verTele ha podido tener acceso sólo a los cuatro primeros] que arrancan con un Richmond recién ascendido a la máxima categoría que tendrá que doblegar las malas predicciones que han hecho los medios de comunicación: lo sitúan en el último lugar de la clasificación. Un primer escollo que Ted Lasso, con sus armas, tendrá que solventar a lo largo de un arranque de temporada que, sin querer desvelar nada de sus tramas, hará las delicias de los seguidores más fieles de la ficción.

Por otro lado, el personaje de Sudeikis tendrá que lidiar con la emergencia del que, sin comerlo, ni beberlo, se ha convertido en su enemigo numero uno: Nate (Nick Mohammed). El que fuese su ayudante ha dado el gran salto como entrenador y ha sido fichado por Rupert como técnico del West Ham United. Se desata así una guerra entre clubes que pretende ser el gran aliciente a desarrollar a lo largo de esta tercera tanda de episodios.

Nate, la consumación del villano

Ted Lasso ha tenido hasta ahora un amago de antagonista en la piel de Rupert, exmarido de Rebecca, que tras su separación se ha esforzado en hacerle la vida imposible. Sin embargo, a lo largo de estas tres temporadas hemos asistido a la perfecta construcción de un nuevo villano, Nathan Shelley, en un brillante arco de transformación que firma con maestría el equipo de guionistas de la serie.

Este esta liderado por Bill Lawrence, el propio Sudeikis y Brett Goldstein, quien también sobresale como actor interpretando al impasible Roy Kent. Tras la marcha de Nate, Kent pasará a formar parte del cuerpo técnico del Richmond, lo cual pondrá a prueba sus dudosas habilidades emocionales y afectivas con los que hasta ahora eran sus compañeros de vestuario.

Jugada maestra la de los creadores de Ted Lasso la de explicar, poco a poco, capítulo a capítulo, el paso de Nate 'al lado oscuro'. Se antoja totalmente coherente la transformación de aquel utillero al que nadie tenía en cuenta, y del que todo el mundo se burlaba, en un entrenador sin escrúpulos que, por lo que ha vivido, confundirá el respeto con el miedo, pagando con el resto el odio que ha acumulado en su interior. Todo ello, con una irracional sed de venganza hacia Ted Lasso, del que se sintió abandonado durante la pasada temporada mientras el protagonista se ocupaba de atender los baches que su salud mental estaba atravesando.

En una serie tan pegada a la realidad, repleta de guiños al mundo del fútbol europeo, no es de extrañar que los guionistas hayan querido reflejar en Nate la historia de uno de los entrenadores más famosos del planeta. Aquel que pasó a finales de los 90 sin pena, ni gloria, por el cuerpo técnico del F.C. Barcelona, y que regresó a España dos décadas después, llamado a filas por el Real Madrid, su eterno rival, para anular el incontestable dominio que en aquel momento tenían los de Guardiola. ¿Está contando Ted Lasso la historia de José Mourinho? Que cada uno saque sus propias conclusiones.

¿Encara 'Ted Lasso' su gran final?

Aunque Nate demostrará también esconder algo de luz en su interior, este duelo entre Shelley y Lasso, entre Rupert y Rebecca, entre el West Ham y el Richmond, presume ser el colofón a la historia que Sudeikis avanzó que llegaría a su fin al final de la tercera temporada. Unas declaraciones que han despertado todo tipo de rumores y teorías sobre si la serie se despedirá para siempre al final de la presente tanda de capítulos.

Unas habladurías que ya varios responsables de la ficción, y algunos de sus protagonistas, han intentado acallar. En más de una ocasión, productores y actores han dejado claro que el final de esta historia no tiene por qué ser el final de Ted Lasso. Ante todo esto, se abren varias posibilidades que pasan, por ejemplo, por continuar la historia de Ted Lasso en otro equipo, o regresando a Estados Unidos; o lanzar un spin-off centrado en otro de los protagonistas de su coral reparto.

Descartando que Apple TV+ quiera deshacerse de la principal joya de su catálogo, cualquiera de las opciones nombradas es realmente factible, ya que muchos de los personajes principales de la ficción tendrían galones para encabezar su propia serie de televisión. Sin embargo, de un modo u otro, lo cierto es que Ted Lasso y el Richmond se necesitan como una simbiosis perfecta, por lo que continuar la historia del uno sin el otro parece complicado.

A falta de ver cómo se desarrolla la temporada, todo esto son simples conjeturas. Mientras tanto, toca disfrutar y dejarnos llevar por las nuevas aventuras de la ficción hasta su 'pitido final'. Hoy toca estar contentos, porque hoy juega el Richmond. Hoy juega nuestro equipo.

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