¿Es 'Brooklyn Nine-Nine' la mejor comedia del año?

La serie de la FOX se ha alzado con el Globo de Oro a la Mejor Comedia, tanto por méritos propios como por ausencia de rivales.

La comedia es sin duda el género más complicado. No basta con impresionar al espectador con efectos especiales, caras conocidas del mundo del cine o cuerpos esculturales ligeros de ropa. O te ríes o no te ríes. Sin medias tintas. No hay nada más patético que una comedia sin gracia. El 2013 no ha sido ni de lejos un buen año en lo que a buenas nuevas series cómicas se refiere. “Mom” , “Welcome to the Family” o “We Are Men” son solo algunos ejemplos de las desastrosas producciones de este género que se han estrenado. Solo ha habido un par de honrosas excepciones: Super Fun Night (aunque tampoco sea para tirar cohetes) y la gran triunfadora del pasado Domingo en la gala de los Globos de Oro: Brooklyn Nine-Nine.

Brooklyn Nine-Nine tiene lugar en una comisaría en la que sus trabajadores constituyen una disfuncional “familia”. Estos desequilibrados agentes del orden pasan el día haciendo gala de sus múltiples neuras, complicándose la vida los unos a los otros y (de vez en cuando) combatiendo el crimen. Los perfiles de los protagonistas son muy dispares, repartiéndose perfectamente el peso humorístico entre ellos. El que más brilla sin duda es Andy Samberg (ganador del Globo de Oro al Mejor Actor de Comedia o Musical), que interpreta al díscolo detective Jake Peralta, cuyos geniales flashbaks recuerdan gratamente a los de Barney Stinson de “Cómo Conocí a Vuestra Madre”.

Son 20 minutos de entretenimiento puro. Ni más ni menos. Una sucesión de situaciones absurdas aderezadas con chistes escatológicos y sexuales que funcionan. Sin artificios ni pretensiones. Un soplo de aire fresco similar al que supuso 2 Broke Girls hace un par de temporadas. Sin embargo, a la pregunta: “¿Será Brooklyn Nine-Nine recordada dentro de una década como una serie mítica o magistral?” la respuesta es rotunda: NO.

Con lo que surge una segunda cuestión: “¿Cómo ha podido alzarse con el Globo de Oro?”. Muy simple, por no tener rivales que lo merecieran; una de las candidatas (que se descartó por sí sola y cuya nominación sigue siendo inexplicable) es la pésima y sobrevalorada Girls, a la que no dedicaré mayor análisis. Después teníamos a las 3 veteranas: Parks And Recreation, Modern Family y The Big Bang Theory, que lamentablemente esta temporada se han acomodado. Sin duda son series magníficas de obligado visionado semanal, pero han perdido la capacidad de sorprender. Sobre todo las dos últimas; se han convertido en una sucesión de situaciones que sabemos con un mínimo margen de error cómo van a acabar y cada vez son más frecuentes los capítulos anodinos que únicamente se salvan por algún gag aislado de Phil Dunphy o Sheldon Cooper.

La “coronación” de Brooklyn Nine-Nine hay que tomársela como una bofetada a las “grandes”, un aviso para que reaccionen en este año. Si no es así, confirmarán un declive que las llevará a convertirse en esas series que ves por lo que fueron y no por lo que son, como la otrora brillante pero ahora desahuciada y terminal Cómo Conocí a Vuestra Madre. Sin embargo, teniendo en cuenta la gran oferta que existe, cada vez somos más selectivos y eliminamos de nuestra “parrila de visionado” todo lo que no nos encante, que en los tiempos que corren, no estamos para sentimentalismos...

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