Temporada 7 de 'Supernatural': Incoherencias solo para los muy fans de los Winchester

Es cierto que hace mucho tiempo que la serie protagonizada por los hermanos más conocidos en el mundillo de lo sobrenatural tiene una trama que no se sostiene, sin embargo, esta temporada que acaba de comenzar a emitirse en España (AXN) alcanza cotas de sinsentido inéditas hasta la fecha que quedan patentes en tres aspectos fundamentalmente:

1.- La relación entre los Winchester: ya no hay por donde cogerla. Después de todo lo que han pasado (viajes al infierno, al cielo, muertes, resurrecciones…) es bastante surrealista que se pasen la mitad de los capítulos echándose en cara una “traición” que queda ridícula en comparación con todo lo que se han hecho el uno al otro durante los últimos años. Además, hay conversaciones que llevan repitiéndose las últimas temporadas y que ya agotan tipo: “¿Estás Bien?” “Sí” “¿Seguro?” “Sí” “¿De verdad?” “Sí” “¿No me estarás ocultando algo?” “Nooo”… que haya siempre uno de los dos con algo reconcomiéndole pero que no quiere compartir con el otro lo hemos visto ya demasiadas veces.

2.- Los villanos: la dinámica últimamente ha sido ir año tras año incrementando el nivel de poder de los enemigos de los Winchester. Cuando pensábamos que sería imposible que se superaran (ya que el último rival fue el propio Dios), los guionistas han decidido enfrentar a los héroes con los Leviatanes. Son presentados como los malvados definitivos y en principio tienen buena pinta, pero con el poder que se les supone, no se entiende que no liquiden a los hermanos a la primera de cambio. Sin embargo, lo más llamativo es el método que descubren los cazadores para contrarrestarlos, uno de los más tristes que hayan utilizado en sus múltiples batallas. Por otra parte continúa la costumbre de los protagonistas de, en medio del Apocalipsis, en vez de invertir todos sus esfuerzos en acabar con el mal que amenaza la humanidad, se dedican tranquilamente a solventar casos de tres al cuarto donde peligran dos o tres vidas humanas.

3.- El alcohol y la comida: cuando conocimos al joven Dean, quedaba claro que no era un ejemplo de vida sana, pero ahora con 33 años, ver al mayor de los hermanos ingerir a cualquier hora del día ingentes cantidades de alcohol y de comida basura sin padecer cirrosis, tener el colesterol por las nubes o pesar 30 kilos más, no es muy creíble. Además, en lo que a las bebidas espirituosas se refiere surgen algunas preguntas: ¿cómo pueden no tener apenas resacas? ¿cómo son capaces de conducir noches enteras con elevados niveles etílicos sin sufrir un percance? Y sobre todo: ¿cómo logran vencer a los seres más sanguinarios del inframundo sin que sus reflejos se vean afectados después de beberse hasta el agua de los floreros?

Pese a todo, los fans de los Winchester perdonarán todo esto y seguirán disfrutando de la socarronería de Dean, las clásicas batallas con los seres del averno y la estructura de “a caso por capítulo”, que es la que funciona en esta serie por encima de las “tramas anuales”. Como siempre, acabará el año con un cliffhanger con solución aparentemente imposible del que sabemos 2 cosas: que los hermanos conseguirán salir indemnes para volver en la octava temporada y que lo celebrarán con una birra bien fría en la mano…

* Promo americana de la temporada 7 de 'Supernatural'

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