Entrevista

Carlos Franganillo: “El Telediario hace una radiografía de la sociedad española bastante plural y diversa”

Carlos Franganillo, durante la presentación de la nueva temporada

Marcos Méndez / Lorenzo Ayuso

Los servicios informativos de RTVE inician este lunes 6 de septiembre más que una temporada, una nueva etapa, según advirtió el presidente de la Corporación, José Manuel Pérez Tornero, en la presentación ante medios del dispositivo para este curso. Un curso marcado por el continuismo en lo que a las caras de la información se refiere, así como en cuanto a la apuesta por periodismo más reflexivo, más pausado y pendiente de las innovaciones tecnológicas para mejorar su calado y comprensión.

Unas palabras que hace suyas el presentador del Telediario 2, Carlos Franganillo. El periodista afronta su cuarta temporada al cargo de la edición nocturna del informativo, y señala la “contextualización” como la tarea en la que va a hacer más hincapié, siguiendo la tónica marcada en los dos últimos años: “Queremos salirnos un poco de lo que es la escaleta tradicional para el Telediario de la noche, donde ya una gran parte del día está vencido y las noticias están más o menos cerradas, para desarrollar un tema y dar al espectador una mirada más profunda sobre un tema concreto que no tiene por qué ser de pura actualidad”, promete en un encuentro con la prensa, en el que participa verTele, donde se refiere al desafío de trabajar el periodismo en un momento de gran desafección hacia los medios tradicionales.

“Hay una gran desconfianza hacia todo y, paradójicamente, una gran confianza hacia fuentes sin contrastar”, apunta el periodista, que propone como receta contra ello “corroborar la información, ser rigurosos” y, sobre todo, cambiar la manera de acercarse al público: “Un Telediario es un Telediario, pero puede aportar otras narrativas y tratar de atraer al espectador de otra manera”.

Desde que asumió la responsabilidad de conducir este informativo, eso se ha reflejado en los monográficos, una propuesta alternativa a las de los servicios informativos de los grupos privados, que seguirá siendo fundamental: “Retomar esa parte de innovación, sin que estemos descubriendo la pólvora porque estos experimentos se han hecho hace décadas, e introducirlo en un prime time, en un Telediario de cadena nacional, sí tenía una parte de riesgo, ha salido bien y nos ha reforzado”, valora.

La nueva temporada de los Telediarios comienza este lunes. ¿Cómo afrontas este reinicio, que es también el arranque de una nueva etapa?

Yo sigo presentando. He estado presentando casi todo agosto y no hemos parado, obviamente. Comenzamos con mucha ilusión esta temporada, con muchos proyectos en los que he estado trabajando durante estos últimos años, y me refiero sobre todo a esos Telediarios especiales, y queriendo consolidar ese tipo de información y narración. Es en lo que estamos trabajando para las próximas semanas.

En cuanto a esos 'Telediarios' especiales, se te ve especialmente cómodo con esas propuestas. ¿Cuánta libertad hay para aportar y plantear temas a título personal?

Este es un trabajo muy complejo y de equipo. Parte de la dirección de informativos y luego contribuye muchísima gente. Hay muchísimos enfoques. Trabajar en un Telediario de este tipo, a veces lo hemos hecho de manera más precipitada cuando la actualidad lo demandaba así, pero generalmente lleva un trabajo muy concienzudo por detrás. Ojalá se pudieran hacer a diario con más frecuencia, pero si queremos hacer un producto más refinado y que realmente aporte y sea una experiencia diferente para el espectador, lleva bastante trabajo, y muy intenso, donde muchísimas áreas participan. No es un trabajo de autor, aunque después se me vea a mí presentando. Es un trabajo complejísimo y de todo el equipo de informativos, de arriba abajo. Todas las áreas, unas más u otras menos dependiendo del tema, aportan. Es un trabajo muy coordinado, en equipo.

La audiencia no os da el liderazgo, pero estas propuestas gozan del beneplácito del público. ¿Qué implica para vosotros?

Para nosotros, como trabajadores de RTVE, trabajar en un producto tan complejo y que suela tener buena aceptación es un gran estímulo porque permite ver que somos capaces de hacer cosas novedosas y con gran potencia. Además, está ese reconocimiento del público. No es tanto en términos de audiencia total, porque no varía demasiado, pero sí se nota y se percibe que hay una gran repercusión en el público, en redes sociales y en otros ámbitos. Se ve que hay buena acogida y eso nos invita a seguir trabajando en esa línea.

Es algo que ninguna otra cadena está haciendo, creo que es una perspectiva y un punto de vista que nosotros sí podemos aportar porque tenemos la capacidad, el tiempo y los medios para fijarnos en temas que no son tan de pura actualidad sino más de fondo, de goteos más lentos que hay en la sociedad. Es una experiencia que no dispara los audímetros, ni mucho menos, pero nos reconforta mucho ese trabajo más lento, más pausado, para reforzar el nombre del Telediario y asociarlo con innovación y con nuevos estilos.

¿En qué estáis notando día a día esa renovación de la que se ha hablado en la presentación?

Muchas de las líneas maestras van a seguir estando. Obviamente el Telediario tiene que dar las noticias del día y darlas con precisión e inmediatez. Esa parte va a ser principal. Pero donde más se va a hacer hincapié es en esa tarea de contextualización. Tratamos de hacerlo en cualquier informativo porque esa parte es fundamental, pero ahora queremos detenernos y prestar más atención a temas más concretos del día a día y dedicarles una parte del Telediario más extensa. [Queremos] salirnos un poco de lo que es la escaleta tradicional para el Telediario de la noche, donde ya una gran parte del día está vencido y las noticias están más o menos cerradas, para desarrollar un tema y dar al espectador una mirada más profunda sobre un tema concreto que no tiene por qué ser de pura actualidad. Pueden ser temas sociales trabajados por la redacción, reportajes propios que después se debaten o se tratan con expertos a través de entrevistas... Vamos a tratar de dar esa vertiente al Telediario.

Esas salidas de las que hablabas antes en el informativo, ¿permiten también recuperar el espíritu de 'La 2 Noticias'? ¿Son propuestas por ti o hay alguien en el equipo de edición que lo aporta por ese espíritu que quizás se ha perdido?

Muchos de ellos han sido propuestos por la dirección de informativos, que han decidido apostar por este modelo. Es una idea que se va perfilando y enriqueciendo a través de muchas voces. Sí que tiene esa vertiente de innovación. Es decir, ahí se trabaja, es verdad que puntualmente y no a diario, la infografía de una manera diferente, se trabaja en la estructura de las piezas... Hay algunas que son equipos de Informe semanal, con una imagen muy cuidada y un tiempo mucho más pausado y profundo. No son las noticias que duran un minuto del Telediario habitual, sino que permite al espectador posar la mirada en algo, reflexionar. Y yo creo que retomar esa parte de innovación, sin que estemos descubriendo la pólvora porque estos experimentos se han hecho hace décadas, e introducirlo en un prime time, en un Telediario de cadena nacional, sí tenía una parte de riesgo, ha salido bien y nos ha reforzado. En ese sentido, sí que hay que apostar por ello.

En cuanto a la innovación, el Telediario estrenó un nuevo y ambicioso plató destinado precisamente a innovar en la puesta en escena de la información. ¿Dirías que ha cubierto las expectativas?

No sé si ha cumplido las expectativas, habría que preguntárselo a los responsables, pero creo que sí ha aportado. Tiene elementos que enriquecen mucho la información, nos permiten generar contexto, así como diferentes espacios dentro del estudio, que todavía no hemos explotado del todo. El otro día, con el especial de Afganistán, nos sirvió también para hacer una especie de tertulia, enriquecerla con infografías y con animaciones... Uno de los puntos fuertes de los últimos meses ha sido reforzar ese área de infografía y de diseño gráfico que ha cambiado radicalmente en los Telediarios y aporta mucha información, además de crear una línea estética muy concreta.

En ese sentido, ha servido para enriquecer. El problema y el riesgo siempre está en abusar de la tecnología. Creo que no hemos cruzado esa línea, pero la tentación siempre puede estar ahí. Hay que mantener el equilibro de esos elementos y las posibilidades que te da la tecnología. En eso trabajamos también, tratando de sacarle toda la utilidad. Llevamos pocos meses todavía con el nuevo estudio.

Afrontas tu cuarta temporada al frente del Telediario 2. ¿Qué balance haces de lo que has hecho hasta la fecha en el informativo?

Mi balance es muy positivo. Siempre hay cosas que mejorar, pero en este último año me he dado cuenta de que el equipo del Telediario está mucho mejor engrasado, ha ido viendo las debilidades y las fortalezas, y esto le ha permitido ir refinando un poco más el informativo cada día. Es verdad que me sigue atrayendo muchísimo el mundo del reporterismo, de la corresponsalía y sobre todo de la información internacional, pero aquí he descubierto otras facetas y disfruto mucho con estas aventuras de salir fuera del Telediario, hacerlo más fresco, menos envarado, salir del plató... Para nosotros, como redacción y como equipo, se ha convertido en un reto cada mes o mes y medio, y eso también es un estímulo profesional.

¿Crees que hay una desafección de parte de la población hacia los medios tradicionales? ¿Cómo se puede combatir esa tendencia?

Sí que la hay. No hay que tener el ojo muy afinado para percibir que es un signo de nuestros tiempos. Esa desconfianza, no solo hacia los medios tradicionales sino hacia las instituciones en general, es parte de esa agitación constante en la que vivimos gracias a la tecnología, azuzada también por movimientos populistas, etcétera. Ese es el contexto que yo veo y pienso que ha debilitado a los medios de comunicación como ha debilitado a las instituciones políticas, ciudadanas y de todo tipo. Hay una gran desconfianza hacia todo y, paradójicamente, una gran confianza hacia fuentes sin contrastar, hacia informaciones que refuerzan las posiciones que alguien puede tener sobre algo en concreto y que no tienen ninguna fiabilidad.

¿Cómo se combate? Eso sería la gallina de los huevos de oro. La única receta que hay, y que podemos aportar como periodistas, es corroborar la información, ser rigurosos y, sobre todo, y esto no está en el fondo ni en reinventar el periodismo porque las bases son las mismas siempre, en la manera de venderlo y de acercarnos al público. Un telediario es un telediario, pero puede aportar otras narrativas y tratar de atraer al espectador de otra manera. Pero es el trabajo que hace RTVE en redes y en muchos otros frentes que se han ido abriendo, que es donde tenemos que combatir esa desinformación. Tenemos que meternos en ese tipo de lenguajes para ganar y defender la veracidad y de rigor.

¿Se reciben presiones estando al frente del Telediario 2? ¿Cómo es la relación con los partidos políticos, con los gobernantes?

La mía es nula, te lo digo con total sinceridad. Yo no noto ninguna. Estoy muy contento con el equipo con el que estamos, es prácticamente el mismo, con algunas variaciones, que hace tres años y está cada vez mejor engrasado. Me siento con plena libertad para contribuir en el relato. Hay una edición, está Luis Poyo al frente, pero hay una gran fluidez de ideas y de puntos de vista y todos tenemos una parcela donde contribuir. Me siento completamente libre para aportar y discutir los temas, que es una de las partes más enriquecedoras en cualquier redacción. Todo ese debate previo a la creación del minutado es muy enriquecedor. Hay mucha discusión periodística y siempre se trata de mejorar el producto.

A todos nos gustaría tener más audiencia, pero no me obsesiona

Volviendo a las audiencias: ¿eres de los que se levanta y por la mañana quiere ver las audiencias? ¿Te centras mucho en ello o no?

Lo veo todos los días, claro. No me obsesiono ni hago un análisis pormenorizado minuto a minuto, pero sí veo el dato en cuanto me llega, a las 8 y pico de la mañana, y estoy muy pendiente, por supuesto. A todos nos gustaría tener más audiencia, cualquier medio quiere ser el más escuchado, el más atendido y el más visto porque nuestra vocación es tener relevancia social e influir con nuestro discurso positivamente en el espectador y en el ciudadano, pero no me obsesiona. Quizá en algún momento más crítico le he dedicado más tiempo, pero lo que sí me obsesiona es hacer un producto cada vez mejor y sentirnos satisfechos cada vez que salimos a las 22:00 horas. En eso estamos plenamente satisfechos, siempre con la humildad de tratar de hacerlo mejor y sabiendo que aún hay muchos puntos a mejorar todavía.

¿Analizáis también los informativos de la competencia, como por ejemplo los de Antena 3 que lideran, para tratar de detectar las tendencias y entender por qué llaman la atención al público?

Yo veo todos los informativos al llegar a casa. No todos los días, pero intento hacerlo casi diario para ver lo que hacen Vicente [Vallés] y Pedro [Piqueras], que son dos grandes profesionales a los que admiro profundamente. Ellos tienen un gran talento para hacer lo que hacen y tienen una gran repercusión social y eso es de aplaudir por su parte.

Es verdad que la naturaleza del medio es completamente distinta: nosotros trabajamos en una radiotelevisión pública y nuestro informativo, que también es más extenso, hace una radiografía de la sociedad española bastante plural y diversa. Quizás por cuestión de tiempo, nosotros podemos pararnos más en las cosas, y esa es la diferencia de lo que podemos aportar y en lo que queremos profundizar en esta temporada: crear más contexto e imprimir un ritmo no tan acelerado a la información, con espacios de relajo y de análisis.

¿Puede llegar a resultar frustrante trabajar en esos monográficos y luego volver a trabajar en la actualidad diaria con los ritmos que supone, con un trabajo diario tan diferente? ¿Cómo se puede potenciar ese contexto del que hablabas dentro del Telediario tipo?

Cualquier informador o redactor de cualquier área trata de dar ese contexto. Se puede lograr de una manera más o menos exitosa, pero una de las apuestas para esta temporada es precisamente eso. No es para todas las informaciones, porque sería inabarcable. Ojalá pudiéramos hacer el trabajo de los Telediarios monográficos todos los días, pero requiere un esfuerzo humano y técnico enorme que no se puede poner en marcha a diario. Pero luego la actualidad te va arrastrando y nosotros hemos tenido la suerte de que cuando hemos hecho estos monográficos casi nunca ha coincidido con una noticia que te obligase a cambiar el minutado. Algún día pasará y la idea se nos vendrá abajo. El día a día es imprevisible.

En cuanto al contexto, esa es una de las grandes ambiciones de la temporada. Veremos si lo logramos, pero reconozco que a veces es inabarcable la efervescencia del día a día como para pararse todo el tiempo que nos gustaría en cada una de las informaciones. Lo lograremos con más éxito en unas ocasiones que en otras y tendremos que aprender de los errores. Esa crítica es importante y vamos a tratar de trabajar ahí, sin duda.

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