Entrevista

Dani Mateo: “Yo soy gilipollas, ese es mi gran don”

Dani Mateo en 'Roast Battle'

Marcos Méndez

¿No es cierto que el mejor ejemplo de confianza en otra persona es poder meterse con ella? ¿Saber que si la insultas, o si le dices algo que en otro contexto le faltaría el respeto, esa amistad va a hacer que ambos sepáis que todo es una broma? Pues justo ese tipo de comedia, cara a cara y a navajazos, es el que pregona Roast Battle, que este domingo 4 de junio a las 22:30 horas estrena su cuarta temporada en Comedy Central.

“El que sea muy de sufrir, o le cueste este sentido del humor, mejor que no lo vea, porque es una barbaridad. Pero si sabes utilizarla, es una comedia muy terapéutica”, explica a verTele su presentador y juez, Dani Mateo, que esta temporada comparte valoraciones con Eva Soriano y JJ Vaquero, con Dani Piqueras como árbitro de unos combates verbales que tienen en el Esperanza Aguirre vs. Pilar Rahola su mayor sorpresa: “Se volvieron puto locas, y están graciosísimas”, avanza el cómico.

Hablamos con el presentador de Zapeando, colaborador de El Intermedio, y también conductor de Roast Battle no sólo de sus programas, sino para bromear sobre su particular “carrera” inmobiliaria contra Wyoming, mandar un mensaje de apoyo a los compañeros de TV3 denunciados por un chiste, saber cómo llevó su carrera de periodismo, y hasta que explique su paso por el instituto junto a Albert Rivera: “Digamos que Albert era mi mejor versión. Mi madre hubiera querido ser madre de Albert”.

'Zapeando' por la tarde, 'El Intermedio' por la noche, ¿y 'Roast Battle' es que te sobraba un rato para facturar y lo aceptaste?

Sí, sí, sí, efectivamente. Yo es que valoro mucho más el dinero que el tiempo. El tiempo está muy sobrevalorado. Es que depende mucho... “El tiempo es oro”..., bueno, será el tuyo. Yo no tengo una vida tan interesante. Yo ya... vivo en un pueblo, más o menos me conozco a la gente, lo que me cuentan ya muchas veces más o menos se repiten... ¡Y no me pagan por ello! Entonces, si puedes ir a un sitio con gente de puta madre, además con amigos, a echarte unas risas, y está pagado... ¿Yo me voy a quedar paseando por mi pueblo viendo los árboles? Ya tendré tiempo joder. No, no, hay que valorar mucho más el dinero que el tiempo. Eso está equivocadísimo [ríe].

¿El objetivo es tener 44 pisos como Wyoming? ¿Por qué era él eso, no?

Yo estoy comprándole [ríe]. Ya le he comprado la mitad, y voy a por todos. Y cuando los tenga todos, pongo hotel, como en el Monopoly.

Ojalá toda la violencia fuera oral, y además con gracia

Dani Mateo

Y en concreto este formato, ¿es porque siempre es mejor dar hostias dialécticas?

Siempre, y ante todo. Es más, ojalá toda la violencia fuera oral, y además con gracia. Porque cuidado, es que hay que hacerlo bien, no vale solo con intentarlo. Esto tampoco hay que hacerlo en la calle, claro. Mucha gente dice: “Es que esto puede fomentar el bullying”. Vamos a ver, nunca en la vida. Es como decir que la UFC provoca violencia en las calles. Pues no, hay que hacerlo ahí. Si ese mismo tío se te acerca a ti por la calle y te da una paliza, pues es delito, detenido, y a la cárcel. Esto es aquí. Aquí hacemos este tipo de comedia, la gente está avisada. El que sea muy de sufrir, o le cueste este sentido del humor, mejor que no lo vea, porque es una barbaridad. Pero si sabes utilizarla, es una comedia muy terapéutica. Porque consigues reírte de todo lo que nos dicen “no os podéis reír, esto es un horror, esto ofende a Dios, esto no por favor, ¿y la bondad?”... Eso está muy bien para la vida, coño, hay que ser funcional. Pero es verdad que también a veces dices: “¡Ay, qué serio todo!”, ¿no?

¿A ti qué te aporta, además de, imagino, una indecente cantidad de dinero? ¿Te divierte esa faceta de juez, además de presentador?

Sí, sobre todo el dinero. Pero me gusta muchísimo. Y te digo una cosa, al principio nos lo tomábamos un poco a cachondeo, en la primera edición a la hora de valorar una batalla, lo que hacíamos era un chistecito. Porque es que realmente no importa quién gana. Pero me he dado cuenta de que con las temporadas, como les pasa a los de Tu cara me suena, que ya con el paso de las temporadas se empiezan a picar, ya las valoraciones empiezan a ser de decir: “Pues mira, tú has estado mejor, tú peor, este chiste si lo hubieras hecho de esta otra forma...”. Además, me parece que el programa sirve para hablar y para aprender de comedia, que está muy bien. Yo he aprendido cosas, y además me lo he pasado de cojones. Creo que es la más graciosa de todas las ediciones, lo prometo.

Esperanza Aguirre y Pilar Rahola se salen. Se volvieron puto locas, y están graciosísimas

Dani Mateo

¿Te habías imaginado presentando y juzgando una batalla de chistes de Esperanza Aguirre contra Pilar Rahola, que es algo que sucederá en esta temporada? ¿Cómo fue eso?

Ouh mama... [ríe]. Bueno, a mí me han pasado tantas cosas en mi vida profesional que... pues una más. A mí me sorprende todo, sobre todo seguir aquí después de 20 años que llevo, que eso es una pasada. 20 años trabajando todos los días en un programa, o dos, o hasta tres algunas veces. Que eso dices: “Pero bueno, este muchacho con su poco talento...”. Pues ahí estoy. Y claro, me ha pasado ya de todo. Una de las cosas que más me gusta de esta profesión es que siempre te depara sorpresas, y esta ha sido de las gordas, sinceramente.

Esperanza Aguirre y Pilar Rahola se salen. Se salen. Es una batalla que empieza con ellas como muy políticas, como un duelo a espada de esgrima. Pero la primera vez, que es a los 30 segundos, que una suelta el florete, saca un hacha, y se la clava a la otra en mitad de la cabeza... La otra ya saca como en Juego de tronos, dos bolas con pinchos. Y hubo que llamar a la Policía, hubo que separarlas. Sí sí, dardos tranquilizantes para frenar a estas dos [ríe]. Se volvieron puto locas, y están graciosísimas.

Cuando estudiaste periodismo, aunque fuera por contentar a tu madre, ¿tampoco te viste cubriendo política?

Nunca en la vida. Desde el primer momento. Además, yo es que recuerdo que fui a periodismo y había una charla del rector en el Aula Magna, y estábamos todos ahí sentaditos con nuestra libreta por estrenar. Y lo primero que suelta el tío es: “Bueno, lo primero que tenéis que saber todos aquí es que no habéis venido a ser Buenafuente”. Y yo dije: “Pues... me voy al bar”. Y me levanté y me fui a la cafetería, que por cierto fue donde me pasé el resto de la carrera. Yo decía: yo quiero trabajar en la tele, yo quiero hacer comedia, yo quiero hacer entretenimiento. Yo soy muy mal periodista, hombre, yo no sirvo para eso, no sirvo. Yo soy gilipollas, ese es mi gran don. Mi cabeza todo el rato está pensando y funciona mucho mejor en modo cómico que en modo serio. Sinceramente, creo que me muevo mejor aquí. Yo desde pequeñito lo sabía. Porque, sobre todo, lo que he sido es un gran amante de la comedia. Me ha gustado de todo tipo además, y y tenía claro que era eso.

Ahora que me hablas de “desde pequeñito”, tú que fuiste al instituto con Albert Rivera, ¿a él sí le veías en la política, mientras tú hacías ya el payaso?

Era bastante gracioso porque éramos como las dos caras de una moneda. Albert era un muchacho.... pues muy de Ciudadanos. Él era muy guapo, con su camisita siempre bien planchá, capitán del equipo de waterpolo, un cuerpo cincelado, muy estudioso, muy correcto. Y yo era un desgraciao con los pelos largos, un jersey de estos que me compraron en el mercadillo que iba de grunge, con la camiseta de Bad Religion de manga corta y la otra larga por debajo, y todo el día oliendo a porros. La verdad es que se me daban bien, nunca he tenido problemas en los estudios, pero era como '¡Vaya par de gemelos!' [ríe]. Digamos que Albert era mi mejor versión. Mi madre hubiera querido ser madre de Albert.

Y ojo, es verdad que nunca tuvimos mucha relación, porque Albert iba a la otra clase, en el B. Y efectivamente era la cara B: yo era la cara A y él la B. Y además nuestro grupo de amigos... pues no, evidentemente tampoco conocía mucho. Pero cuando he coincidido con él, bien. Un trato muy afable.

Mi cabeza todo el rato está pensando y funciona mucho mejor en modo cómico que en modo serio

Dani Mateo

Esa mezcla de política y comedia te llevó, o más bien te llevaron, ante la Justicia por un chiste sobre el Valle de los Caídos. Como experto en la materia, ¿algún consejo para los compañeros de TV3 denunciados por parodiar a la Virgen del Rocío?

A los compas de TV3... pues un abrazo. Mucho cariño y bueno, que son gajes del oficio. Evidentemente si tú eres recortador, a veces te pilla el toro. Eso es así y es inevitable. Esperemos que, como en mi caso, la Justicia, cuando lleguen allí diga: Miren, estamos para cosas más importantes, si no les importa, hasta luego. Que es lo que va a pasar, que es lo que pasa siempre, porque el juez te dice: Oiga, en este país hay libertad de expresión y de creación. Tiene usted toda la libertad del mundo de no volver a ver a esta gente en su vida, y de girar la cara cuando se cruza con ellos por la calle. Pero no tiene usted el derecho de prohibir que existan.

Con eso se pasa muy mal, yo lo sé. Porque somos gilipollas, pero no somos mala gente. Se pasa mal, lo pasarán mal, pero que aguanten, porque va con el oficio. Esto es así.

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