Entrevista

'Jaguar', los nazis y la memoria histórica como base del entretenimiento: “Hay una reflexión sobre qué sucedió en España”

'Jaguar' - imagen promocional

Marcos Méndez

No es muy habitual que Netflix apueste por estrenar una de sus nuevas series originales fuera del viernes, el día que tradicionalmente acoge la mayoría de sus lanzamientos. Y sin embargo Jaguar, su nueva ficción española a cargo de Bambú Producciones y protagonizada por Blanca Suárez e Iván Marcos, llegará este próximo miércoles 22 de septiembre, como muestra del especial tratamiento que le quiere dar la plataforma.

Jaguar transporta a la España de los años 60, cuando el régimen de Franco se convirtió en refugio y tapadera de importantes dirigentes nazis tras la II Guerra Mundial. Y gira en torno al personaje de Isabel Garrido (Blanca Suárez), una joven española que logra sobrevivir al campo de concentración de Mauthausen, y que quiere dar caza a Otto Bachmann, considerado el hombre más peligroso de Europa. Cuando está dispuesta a culminar su plan, descubre que no está sola en su misión y se une a un grupo de agentes “cazanazis” decididos a hacer justicia encabezado por Iván Marcos como Lucena, Francesc Garrido como Marsé, Adrián Lastra como Sordo y Óscar Casas como Castro.

Como aperitivo antes de su estreno, hablamos con sus creadores y productores ejecutivos, Ramón Campos y Gema R. Neira, para adelantar qué van a poder ver los espectadores en esta historia “con tono thriller y de acción”, como ellos mismos definen, que se asienta en una trabajada base histórica pero se plasma en puro entretenimiento: “Antes se unía mucho una serie histórica como algo pesado, denso, dramático. Y nosotros pensamos que para explorar la historia y para enseñar cosas, podemos hacerlo también desde el entretenimiento”.

Los mensajes, los guiños, los detalles... “Nada es casual de lo que aparece en la serie”, reconocen sus creadores, reconociendo que todo en Jaguar contribuirá a “permitir a los espectadores explorar lo que sucedió en España”. Inciden en que “no es una clase de historia, ni queremos sentar cátedra”, pero sí aceptan sin dudarlo que la serie remarca la importancia de la memoria histórica: “Hay una reflexión sobre qué sucedió en España durante la época del franquismo”.

“La historia de los supervivientes españoles del Holocausto nunca se ha tratado, y queríamos hacerlo de una forma muy seria”, resumen para presentar Jaguar, una serie cargada de acción e intriga que llega a Netflix el próximo miércoles.

¿Qué equilibrio hay entre realidad y ficción? Hay referencias a nombres reales, como Cristino García. ¿Cómo lo habéis conjugado?

Gema R. Neira (G.R.N.): Hemos conservado la historia a grandes rasgos, la historia con mayúsculas, y hemos ficcionado la historia con minúsculas. Los personajes están todos basados en historias reales, en traumas reales, pero no están basados en personas concretas. Sí, por ejemplo, el nazi al que buscan es una persona real y además jugamos con un un enigma en la historia porque no se sabe qué sucedió con él. Entonces nosotros jugamos a imaginarnos qué podría haber sucedido. Pero la base sobre la que está creada la historia es absolutamente real.

Ramón Campos (R.C.): Tuvimos un proceso de documentación brutal, tanto audiovisual como de libros, inmenso. Hay una cantidad ingente de documentación y nos hemos leído si no todo, la gran mayoría, para intentar construir a nuestros personajes, construir el contexto, la historia, su pasado. Me gusta tu referencia a Cristino, porque no nos paramos en él para contar quién era. Nos paramos en él para contar la experiencia de Lucena [el protagonista masculino, encarnado por Iván Marcos] con Cristino. A partir de ahí, si alguien quiere documentarse más sobre Cristino, será maravilloso. Pero no queríamos dar una clase de historia. Ahora, por ejemplo, el discurso que dan al principio del capítulo 2 en el salón de la casa, es el discurso que dieron los españoles supervivientes en la puerta de Mauthausen cuando salieron libres. Nada es casual de lo que aparece en la serie. Casi todo lo que se dice tiene una inspiración real.

Dejáis claro que no queréis dar una clase de historia, pero ¿sí queréis remarcar la importancia de la memoria histórica? ¿O no debemos buscar ese mensaje?

R.C.: Sí. Hay una reflexión sobre qué sucedió en España durante la época del franquismo, esa connivencia entre los nazis y el franquismo, y cómo los españoles que estuvieron en los campos de concentración y salieron de allí, los supervivientes, fueron rechazados por el gobierno franquista. A partir de ahí, creo que es una serie que puede permitir a los espectadores explorar lo que sucedió en España. Y no es una clase de historia, porque no queremos sentar cátedra, ni detener la serie, ni detener la acción para explicar determinadas cosas, pero queremos que todo esté apuntado.

G.R.N.: Antes se unía mucho una serie histórica como algo pesado, denso, dramático. Y nosotros pensamos que para explorar la historia y para enseñar cosas, podemos hacerlo también desde el entretenimiento. Creo que esa es la nueva visión sobre sobre la memoria histórica y el audiovisual que estamos explorando los creadores ahora mismo en España. No hay que hacerlo de una sola manera, se puede hacer de muchas maneras y dar pie al espectador a que aprenda. Y sobre todo es eso: al final no hay que dar una clase, lo que hay es que generar un interés, contar una historia que es interesante de por sí, y que el espectador busque y explore por su cuenta a partir de esta llamita.

Nada es casual de lo que aparece en la serie. Casi todo lo que se dice tiene una inspiración real

Ramón Campos

La intro con los créditos, y su música, van a llamar la atención. ¿Por qué esa idea, y qué representa?

R.C.: Cuando cogimos el tema, aún no habíamos empezado a grabar la serie ni los ensayos. Esa canción en concreto, y la introducción que tiene un cierto reflejo con los pósters de aquella época de resistencia, de lo que habla es de “siempre hacia adelante”, de “no nos van a parar”. El tema es un poema de Miguel Hernández adaptado a canción, 'Vientos del pueblo', y habla de eso: por mucho que nos machaquen, por mucho que nos intenten parar, no lo van a conseguir. Hay que pelear.

También la música sirve para hacer homenajes a míticos como Antonio Molina o Juanito Valderrama, y visualmente a Luis Buñuel, por ejemplo. ¿Era una intención valorarles teniendo en cuenta que con Netflix se verá en todo el mundo?

R.C.: Es una serie que habla de España. Por tanto, no podíamos evitar eso. Y hablamos de gente apátrida, de gente que salió de los campos de concentración, supervivientes, que España no les fue a recoger. Fue el único país del mundo que no fue a recoger a sus presos. Se fueron a Francia, en Francia les dieron pasaportes, intentaron volver a España y no lo consiguieron muchos de ellos... Plasmar canciones que hablan de la emigración, canciones que hablan de 'España querida', tiene algo irónico para nuestros personajes. Incluso cuando suena 'Tómbola', “la vida es una tómbola”, para nuestros personajes es muy irónico y por eso sonríen, porque es verdad que la vida es una tómbola, pero depende de donde nazcas o quién gobierne tu país te va a tocar una vida u otra.

G.R.N.: Y la referencia de artistas que fueron condenados por su ideología también es interesante, porque estamos hablando de eso. Por eso acabaron allí los españoles, por su ideología.

¿Hay también guiños “tarantinianos”, por ejemplo en los rótulos?. ¿Ha sido inspiración 'Malditos bastardos', por ejemplo?

R.C.: No, es más, ha sido una huida 'Malditos bastardos' y cualquier estilo. Somos fanáticos de Tarantino, pero sabíamos que íbamos a estar en el punto de mira en ese sentido, porque la historia de los supervivientes españoles del Holocausto nunca se ha tratado y no queríamos hacerlo de una forma superficial. Queríamos hacerlo de una forma muy seria. Entonces, aunque por encima hay un tono thriller y un tono acción, cuando hablamos de ellos y de sus traumas, hablamos de una forma muy seria y no queríamos darle ese punto cómic que quizás tiene más Tarantino. Incluso cuando hablamos del campo de concentración, la mayoría de las veces lo hacemos desde el punto de vista de Isabel, un punto de vista de un personaje que se ha quedado fuera, a las puertas del campo de concentración, y desde allí ve lo que pasa dentro. Muchas veces no hace falta contar al espectador lo que pasa allí dentro, porque ya lo tiene interiorizado. Ya lo sabe, nadie va a hacerlo mejor que Spielberg en 'La Lista de Schindler'.

Decíais que habéis huido de 'Malditos Bastardos'. Pero como somos muy dados a comparar, ¿creéis que puede sonar a 'Hunters'?

R.C.: Cuando salió 'Hunters' nosotros ya estábamos trabajando en el proyecto, y es cierto que tuvimos una alarma: de repente sale una serie sobre cazadores de nazis, cuando nosotros estamos trabajando en una sobre cazadores de nazis. Pero esa alarma desapareció cuando la vimos. En esa superficialidad del Holocausto nos parece que cae 'Hunters', y nosotros intentamos no caer. Y luego en épocas no tiene nada que ver, ellos crean una distopía en la cual los nazis intentan hacerse con un cuarto Reich, y nosotros no jugamos a eso. Nosotros estamos más pegados al suelo.

G.R.N.: Yo creo que, al final, lo que hemos aprendido en estos años es que en cada historia, el punto de vista es lo que determina que sea particular. No tanto el tema. Los temas se repiten continuamente.

Por la forma, ¿'Jaguar' podría incluso transformarse en un procedimental? ¿Qué plan de futuro tiene?

R.C.: Bueno, si funciona, nos gustaría saber si estos personajes van a conseguir cazar a Aribert Heim y llevarle a la justicia internacional. Y a partir de ahí no tenemos claro qué pasará con los personajes de Jaguar, ni con Aribert Heim, ni con Otto Bachmann. Una cosa muy interesante del desarrollo de Jaguar es que no nos hemos ceñido a una estructura súper rígida como otras veces, sino que hemos sido bastante libres. Y ese proceso libre de creación, cuando acabamos la primera temporada, no teníamos claro qué iba a pasar en la segunda. Hemos llegado aquí, veamos ahora qué puede pasar en la segunda temporada.

¿Puede haber entonces más casos, con distintos nazis?

R.C.: Puede haber. Está todo abierto. Pero no te voy a dar crédito por eso si sale eh [ríe].

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