Nico Abad: “Lo de Juanma Castaño tiene mérito. No ganar 'MasterChef', sino que no le echaran de la Cope”

Con apenas dos galas emitidas de MasterChef Celebrity 7, que han supuesto las despedidas de Emmanuel Esparza y Eduardo Rosa, entre los favoritos se ha situado Nico Abad. Y este lunes, en la tercera, tendrá ocasión de demostrarlo.

El en su día presentador de Deportes Cuatro y la información deportiva de Telecinco, que desde el 2020 permanece alejado de la televisión y está centrado en su canal de Twitch, habló con verTele y el resto de los periodistas aprovechando la presentación del formato en el FesTVal de Vitoria, al igual que María Escoté.

Nico Abad explica qué ha supuesto para el el concurso de La 1 de TVE, cómo se ha preparado y lo ha llevado, y por supuesto nos habla de cuando pidió consejo al ganador de su anterior edición, Juanma Castaño, bromeando con que a él le ha ido incluso mejor: “No he compartido la victoria con nadie, yo no he empatado”.

¿Cómo se te daba cocinar antes de entrar en MasterChef?

Yo los espaguetis boloñesa te los clavo, lloras de emoción si ves ese plato. Nivel básico de cocina, en mi caso. Tengo hijos, y para darles de comer y eso, porque quieren comer todos los días. Más o menos me manejaba, pero MasterChef lo que te propone siempre es una escalerita de evolución en la cocina, que cada escalón que pasas ves posible el siguiente, pero si tienes que saltar dos te parece imposible. Si tú vas hilando, es un programa que lo gozas y aprendes a cocinar. El problema es que hay otros quince que quieren hacerlo igual de bien que tú, y tres que dicen si está bueno o malo.

¿Le pediste ayuda o consejo a algún exconcursante?

Sí, claro, a Juanma Castaño. Trabajé con él siete temporadas, y me dijo: “¿Estás yendo a clases de cocina?”, le dije que no, y me respondió: “Pues la has cagado, ya vas mal”. Le pedí que me contara qué cocinó él el primer día, y me dijo: no me acuerdo. Y ahora lo entiendo, porque es tal la vorágine que tienes encima de platos, preparaciones, viajes... que realmente del principio no me acuerdo muy bien.

¿Coges su testigo entonces?

Un poco sí, y vaya testigo me ha dejado. Me ha dejado el pebetero olímpico encendido. Está claro, he trabajado con él, soy periodista deportivo, y sé tan poco de cocina como sabía él cuando entró. Pero sí, somo el mismo perfil.

¿Y te ha ido igual de bien?

A mí en MasterChef me ha ido mejor que a él, no he compartido la victoria con nadie, yo no he empatado [ríe].

¿Hiciste alguna apuesta con él de cómo te iría?

No, porque ganar es imposible, y él había ganado [ríe].

Me he reconciliado con la televisión

¿Cómo has conseguido compaginarlo con tu actividad habitual?

Yo soy mi jefe, porque tengo un canal de Twitch. Me di vacaciones de mi canal, y tan ricamente. Y no es que desaparezcas para el resto, es que te metes a estudiar como una bestia, es como tener oposiciones. Tienes que practicar mucho en casa, la nevera se te llena de cosas, la cocina se te llena de trastos, no paras de cocinar, pierdes vida social, ganas bastante peso... A Juanma le he dicho: tío, no entiendo cómo pudiste hacer las grabaciones y luego tu programa por la noche. En los exteriores se iba con un técnico, hacía el programa donde estuviera... lo de Juanma tiene un mérito extraordinario. No ganar MasterChef, sino que no le hayan echado de la Cope.

¿Y qué ha supuesto para ti esta vuelta a la televisión?

Estoy fuera de la tele desde el 2020, y me he reconciliado con la televisión. De ver equipos grandes, cámaras atentos, redactores sin cascos, cómo se guionizan las tramas según la marcha del programa para incidir en esto o esto... es un programa de televisión que no te lo puedes creer. Más emocionante que mis espagueti boloñesa.

¿Te daba miedo que se os viera como sois, y no el personaje que podéis tener ante la cámara?

Es una de las cosas bonitas de este programa, que al final la gente accede a ver la personalidad, cómo son y cómo se comportan gente que ve en series, en otros programas, en informativos... De repente te ven sufrir cocinando un pescado, o porque no sube la mahonesa, con problemas cotidianos, y cómo los resuelves. Cuando entras en MasterChef es con todas las de la ley: soy así, y voy a despejar las dudas, soy tonto.

¿Ha habido buen rollo con los compañeros?

Al final tú estás compitiendo contra ti, porque es absurdo: la receta es difícil, se te complica, y ya sabes que no es que quieras hacerla mejor que el compañero o tu rival, es que simplemente quieres que salga. Pero ha pasado muchas veces que hemos acabado de cocinar, y yo he escuchado a gente decir: si en mi casa ven lo que acabo de hacer, flipan, no se lo pueden creer. Y esto genera un sentimiento de “si este a ha llegado a este nivel, yo también puedo”. A base de coditos y apoyarte en el otro, vas progresando.

Es difícil mantener el secreto, sobre todo si has ganado

¿Habéis ido a algún restaurante a practicar?

Todos lo hemos hecho. Tú no puedes seguir adelante en MasterChef si en casa no le zumbas a la cocina.

¿Cómo llevas el tener que mantener el secreto?

Los actores están acostumbrados, porque hacen la peli, y durante la promoción saben hacerlo. A mí me cuesta, la verdad. Por eso no paro de decir tonterías. Es difícil mantener el secreto, sobre todo si has ganado. Yo no he contado nada a nadie, y además es que no entienden que no puedas decírselo.