Tamar Novas: “Se habla de 'Marca España' con deportistas y debería pasar igual con nuestros autores”

Tamar Novas, protagonista de 'Los pacientes del doctor García'

Adrián Ruiz

Cuenta Tamar Novas que desde que supo que Televisión Española iba a hacer la adaptación televisiva de Los pacientes del doctor García, llamó a su representante para que hicieran todo lo posible por formar parte de este proyecto. Los astros se alinearon y el equipo de la ficción ya había pensado en él como uno de los protagonistas que formarían parte del reparto. Finalmente, fue elegido para dar vida a Manuel Arroyo, un personaje clave en la serie cuya apasionante historia se conocerá en el segundo capítulo que emite este miércoles La 1.

El actor, fiel seguidor de la obra literaria de Almudena Grandes, tenía especial cariño hacia este “fantasma perdedor” que trabaja como espía para la República, tratando de derrocar al franquismo desde las sombras a lo largo de los cuarenta años que abarca la historia narrada en la novela. “Me pareció que eran humanos que no se han contado. No me parece que haya historias sobre esto en España. Se dice muchas veces que hay muchas películas sobre la Guerra Civil, yo creo que no hay muchas, que tiene que haber todas las que haya, pero el periodo del franquismo es para mí una zona como muy gris, como espectador y como ciudadano”, reflexiona entusiasmado Tamar Novas en esta entrevista con verTele.

Almudena Grandes falleció unos meses antes de que arrancase el rodaje, por lo que se vio truncado uno de sus sueños vitales y profesionales: tener la “excusa” para sentarse con la escritora, charlar, y agradecerle todo lo que le ha hecho “disfrutar” a través de sus libros. A Luis García Montero, escritor y marido de la autora, sí tuvo la oportunidad de conocerlo durante una visita de este al rodaje.

Me emocioné mucho porque son historia de nuestro país. Creo que los dos son parte de la élite del pensamiento. Son gente que creo que deberían estar presentes en cada espacio como sociedad en los que tengamos que reflexionar”, defiende Tamar Novas, cuyo discurso reivindicando la figura de Almudena Grandes en el Festival de Málaga fue muy aplaudido. “Hay gente que tarda en reconocer a sus hijos predilectos, su mediocridad quedará a la vista con el paso del tiempo”, dijo durante la presentación de la ficción en la ciudad andaluza.

“Tanto que se habla de 'Marca España' con deportistas, que es innegable, creo que debería pasar igual con nuestros autores, por mucho que luego se pronuncien y que a uno u otro político no le guste. Es que tienes que reconocer que esa persona, con sus ideas y su pensamiento, lo que defiende, va más allá de ti. Hay que tener la humildad para reconocer que eso va a pervivir y tú no”, insiste ahora.

Has dicho que desde que supiste que esta serie se iba a hacer quisiste estar. ¿Por qué?

Soy lector de Almudena Grandes desde hace mucho tiempo. De hecho, hubo alguna película en la que me quedé a punto de estar. Cuando supe que se iba a hacer la serie, la primera basada en una novela suya, yo había empezado a leer los Episodios de una guerra interminable y me terminé este libro inmediatamente. Luego me enteré de que estábamos Javi [Javier Rey] y yo de opciones, y también Verónica [Echegui]. Recuerdo entonces llamar a mi representante y decirle: “Quiero hacer esto a toda costa. En las fechas que sea, hay que reservárnoslas si puede ser”. Tenía muchas ganas de hacerlo.

Me gustaba mucho el personaje de Manuel Arroyo. Leyendo la novela era muy fan de ese personaje en particular. Encima cuando me dijeron que también estaban pensando en Javi era ideal porque teníamos hecha una parte, la de la amistad. También era volver a trabajar con Joan Noguera, que habíamos coincidido hace mucho tiempo. Pero sobre todo, la historia. A mí me fascina esto de tantos años, tanto recorrido y que sea un contexto real, un contexto histórico de España.

¿Por qué ese especial interés por el personaje de Manuel?

Bueno, hay algo sobre la identidad... Primero que como personaje es un regalo, porque tiene todo esto de la épica de un espía. Yo soy fan de historias de espías, tanto de James Bond como de muchas otras. Y ver esto en España... Yo leía lo de este personaje y decía: “¿Qué es esto?” La historia de un agente de la República durante muchos años y en un tono, sin menospreciar lo comercial, muy realista. Esta gente luchaba en la sombra en una labor imposible como era derrocar a Franco durante el franquismo. Al final de la novela hay unos datos de Almudena contando en lo que se basó y hay muchos personajes, bastantes, que son reales. Atentaron contra ellos porque sabían que eran fantasmas de la República que estaban intentando quitar a Franco del poder y demostrar que los nazis se refugiaban en España.

Me pareció que eran humanos que no se han contado. No me parece que haya historias sobre esto en España. Se dice muchas veces que hay muchas películas sobre la Guerra Civil, yo creo que no hay muchas, que tiene que haber todas las que haya, pero el periodo del franquismo es para mí una zona como muy gris, como espectador y como ciudadano. Por eso me atraía mucho este Manuel Arroyo, que salta de identidad en identidad y que tiene una historia maravillosa. Y luego hacer un personaje con tanto recorrido y con tanto arco.

La novela abarca cuarenta años. ¿Ha sido difícil plasmar en tu personaje el paso del tiempo? 

Es muy difícil, primero como actores. Y en la ficción es lo que más me cuesta a mí creer como espectador. Me parece muy difícil hacerlo, desde el guion y desde la ambientación, pero la suerte es que teníamos a todo un equipo. Obviamente, para hacer que Javi y yo tengamos sesenta y pico años, hace falta un equipo espectacular y luego la fe del espectador. Porque tú sabes que esas personas no tienen realmente esa edad. Pues se optó por esto. Scorsese optó en su día por los efectos digitales y aun así veíamos a De Niro que no tenía treinta y pico años. Pues aquí yo creo que el que llegue hasta el final de la historia tendrá que hacer un acto de fe de que Javi y yo tenemos muchos más años. Sí que es una responsabilidad, pero son cosas que se escapan a tu control porque no lo puedes hacer tú todo.

¿Pero a nivel interpretativo cómo ha sido ese trabajo?

Era intentar hacer lo esencial. Para que haya ese salto a la imaginación. Hay que hacer cosas a nivel técnico probando con maquillaje, con vestuario y darle sobre todo esa sensación de no tanto emular que tienes 70 años, sino que vaya a favor de la historia. Son personajes que están cansados de una vida que han tenido muy dura, pero que siguen con la vitalidad como si hubiesen empezado la batalla.

Esos 40 años están condensados en una única temporada. ¿Te hubiese gustado que se contase con más pausa en más episodios? 

Javi y yo siempre lo decimos, que es una serie que podría tener cinco temporadas. Ya es una suerte que se puedan hacer diez capítulos. En estas condiciones, es muy difícil plasmar una novela tan grande. Lo más complicado es renunciar a partes de la historia, flashbacks que hay en la novela... Por ejemplo, de la vida de Manuel, hablándolo con los creadores, decían que era una de las dudas que tenían hasta el final, si lo iban a contar o no. Yo les decía de broma: “Bueno, hacemos un spin-off” [Risas]. La novela abarca muchísimo y la labor de guion del equipo es muy buena. Me parece lo más difícil de la serie.

Es una serie que podría tener cinco temporadas. Ya es una suerte que se puedan hacer diez capítulos

Tamar Novas

Como decías, esta es la primera adaptación televisiva de una novela de Almudena Grandes. ¿Gustará la serie a los lectores?

Yo espero que sí. Da un poco de presión, pero de esta chula, de la de jugar partidos importantes. Creo que en todos los ámbitos hacer cosas difíciles y enfrentarte a retos está muy bien. En Málaga, algunos lectores estaban satisfechos con los primeros capítulos que habían visto. Yo, como lector, no soy objetivo porque he estado ahí todo el rato, pero creo que hay algo del espíritu de la Almudena que se mantiene. Lo que no esté ya de anticipado pido disculpas porque todo es imposible de abarcar.

¿Ayuda al trabajo interpretativo tener el respaldo del libro? ¿Acudías a él para encontrar esos matices que te acercaban al personaje? 

Absolutamente. Cuando me ha tocado hacer historias audiovisuales basadas en obras literarias soy de los pesados. Voy con el libro, voy con la fuente, con todas mis notas, y si hay cosas que se han cambiado, y veo que se pueden recuperar, me gusta rescatar el espíritu de la novela. Yo soy de los que son un poco pesados con eso. La novela la tenía todo el tiempo en el rodaje, porque me parece que como lector, aunque no cuentes exactamente los episodios del libro, como actor si tienes la información de que ese personaje ha vivido según qué cosas, al lector creo que le ayuda a corresponder su imaginación y luego aportar algo más, por supuesto. Normalmente, tú en una historia tienes no que inventarte el mundo, pero sí completarlo un poco. Y de repente, tenerlo ahí: saber de dónde viene, quién fue su padre, quiénes fueron sus hermanos, en qué pueblo vivió, si tenía un acento determinado... A mí eso me parece riquísimo.

¿Cómo ha sido trabajar con Verónica Echegui y Javier Rey?

Con Verónica hemos rodado este año una peli, que se llama Justicia Artificial. A Verónica yo la adoro, me parece de las mejores de este país. Y con Javi era una razón de mucho peso para querer estar en la serie. Hacer una historia de amistad con alguien con quien tengo una amistad en la vida ya casi de hermanos hace que haya mucha confianza y algo como de que no hay que hacerlo, no hay que fabricarlo. Yo trabajo muy a gusto con él porque, además, es un tipo que es jugador de equipo. Le ha tocado ser capitán también en Fariña y es un tipo que reparte el juego. Eso es muy importante. Es un muy buen actor pero a la vez es un gusto trabajar con él. El equipo de actores, que somos muchos, hemos estado muy a gusto.

Almudena Grandes falleció unos meses antes de que arrancase el rodaje. ¿Qué te hubiese gustado preguntarle, si hubieses tenido la oportunidad de hablar con ella mientras trabajabas en tu personaje?

Esto es una cosa que cuento mucho porque es absolutamente real. Cuando estábamos con las pruebas de casting para estar en la serie, le dije a mi 'repre': esta es una oportunidad de puta madre, porque ya tengo una excusa para citarla a una cena. Mi imagen era poder cenar con ella un día, y con Luis García Montero, del que también soy lector, y tener la excusa para hablar del personaje pero, sobre todo, para darle las gracias por todas las novelas que me han hecho disfrutar. Me parece que hay algo de ella, de cómo lo cuenta en la novela, que hay una mirada con mucho cariño hacia todos sus personajes, pero hacia Manuel en especial. Me gustaría haberla escuchado a ella hablar de Manuel. Pero bueno, ya bastante hizo con lo que hizo y fue una pena. Cuando nos dijeron que Almudena había dado el visto bueno y que estaba encantada con que fuésemos nosotros los actores, yo pensaba que era una mentira piadosa, pero parece ser que es real. Y luego fue un mes antes de empezar el proceso cuando falleció.

¿Habéis tenido feedback por parte de Luis García Montero?  

Luis vino al rodaje. Fue muy emocionante porque vino él, vino el hijo de Almudena, Mario, que también estuvo en Málaga. Y la visita al rodaje de Luis fue muy emotiva. Fue en El Pardo, vino, había visto algunas imágenes, y fue muy generoso. Dijo que le estaba encantando. Yo me emocioné mucho porque son historia de nuestro país. Creo que ellos dos son parte de la élite del pensamiento. Son gente que creo que deberían estar presentes en cada espacio como sociedad en los que tengamos que reflexionar. Son grandes mentes. Yo soy muy admirador de ellos.

Fuiste muy contundente en Málaga reivindicando la figura de Almudena Grandes. ¿Es importante que se haga también a través del lanzamiento de esta serie desde la televisión pública, no? 

Sí, yo creo que tiene que ser así con algunas figuras, por el calado que tienen en la sociedad y por la importancia que han tenido para nuestra sociedad, empatices o no con su ideología. Esto es algo que en la cultura es un gran debate, y es un temazo. Que me parece difícil eh, no digo que sea sencillo. Pero en lo cultural, los personajes de Almudena son humanos tanto los que piensan de una forma como de otra. Esa es la gran labor de ella. Luego, que estés más o menos a favor con ella en su ideología... me parece que todo es ideológico, toda historia que cuenta lo es. Pero es obvio. Tanto que se habla de 'marca España' con deportistas, que es innegable, creo que debería pasar igual con nuestros autores, por mucho que luego se pronuncien y que a uno u otro político no le guste. Es que tienes que reconocer que esa persona, con sus ideas y su pensamiento, lo que defiende, va más allá de ti. Hay que tener la humildad para reconocer que eso va a pervivir y tú no.

¿Cuesta especialmente en España que se reconozca a esos referentes?

Muchísimo. Que una estación se llame Almudena Grandes y tenga que haber un chascarrillo absurdo, mediocre e incluso miserable... O cuestionar lo de que sea hija predilecta... Hay cosas que dices: lo entiendo, pero me sigue doliendo el hígado cuando ocurre.

Además, parece que la cultura está siempre en segundo plano, ¿no?

Sobre todo, cuando la cultura no responde a ser el altavoz de tu propaganda de papagayo simplista y facilona. Lo que hacen tanto Luis García Montero como Almudena Grandes va mucho más allá.

La cultura no responde a ser el altavoz de tu propaganda de papagayo simplista y facilona

Tamar Novas

¿Qué crees que podemos aprender hoy como sociedad, como país, visitando una historia como la que cuenta Los pacientes del Doctor García?

Pues lo que me ha pasado a mí como lector y también como espectador de la propia historia: que las amistades y el amor sostienen a veces vivir una pesadilla como en la que estamos. Cuando estábamos rodando, empezó la invasión de Ucrania y a todos se nos tensó un poco el cuerpo. Hay que recordar que eso puede pasar en cualquier momento, tener esa alerta cuando surgen según qué ideas, o según qué comportamientos o movimientos. Tener eso presente de alguna manera nos hace cuidar un poco la sociedad por venir. De repente, un día estalla un conflicto y todo pasa a un segundo plano. Estamos en economía de guerra, en supervivencia, y hay comportamientos que nos hacen casi inhumanos. Yo creo que eso conviene tenerlo presente y empatizar con ello. Una de las grandes suertes de este trabajo es poder formar parte de algo así.

Por todo esto que hemos hablado, ¿dirías que este es uno de los trabajos más especiales que has hecho hasta la fecha?

Probablemente sea de lo más difícil y a lo que más cariño tengo. Y que más curiosidad también tengo por la reacción de la gente que conoce la historia.

Etiquetas
stats