'American Horror Story: Roanoke' 6x05 Review: ¿No es el final?

Por Jesús del ValleJesús del Valle

Tras multitudinarias quejas de varios espectadores reclamando algo de “acción”, los creadores de la serie se la habían guardado para este capítulo. Un trepidante final de temporada que no dejará indiferente a nadie con sangres, vísceras y engaños.

Un momento. ¿Faltan 5 episodios más? ¿No es final de nada? Pues lo parecía…

(¡¡¡¡CUIDADO: SPOILERS!!!!)

Y al quinto, apareció

Cuando alguien lleva viendo una serie durante muchos años lo hace por el cariño que tiene a los personajes, el nivel de adicción a las tramas, o por presión social (de algo hay que hablar con los compañeros…).

Como en “American Horror Story” cada temporada cambiamos de personajes y sucesos, el hecho de que repitan varios actores hace más atractiva la vuelta cada septiembre de la serie de terror por excelencia.

Y uno de estos actores es Evan Peters, ídolo entre jovencitas (y jovencitos), capaz de robar planos la mismísima Jessica Lange. Y para el misterio “Roanoke” se ha hecho de rogar.

Esta vez interpreta a un marqués del siglo XVIII, obsesionado con las obras de arte, que compra la famosa mansión para disfrutarla junto a su amante. Olvidando los tópicos, sobra decir que ese amante es un hombre. Y viviendo en la tranquilidad del bosque, se encontrarán con las amenazas de la Colonia dirigida vilmente por Kathy Bates.

Primero para destruir los cuadros y esculturas, y después para asustarle y matarle de la manera más asquerosa posible (viendo la foto no hace falta descripciones).

La Colonia no perdona, y las tierras son suyas. Nadie tiene derecho siquiera a pisarlas.

Como dato, durante el capítulo pasarán a llamarse “Los Carniceros”.

Sobrevive como puedas

Habíamos dejado a los Miller al borde de la muerte. Con Flora sana y salva, y la Colonia rodeándoles, la única escapatoria que encuentran es un pasadizo secreto que deja de ser secreto porque… Evan Peters les hace llegar a él. Cuando Rabe y Holland miran a pantalla para explicar en el documental la serie de catástrofes que sufrieron, la de ver un fantasma de 200 años es la peor anécdota de todas. A nadie le sorprende ya.

Pero escapar y huir no es nada sencillo en ese oscuro bosque. Porque salen de Málaga y se meten en Malagón… llegando a casa de los paletos que pujaron con ellos por la casa que ha arruinado sus vidas.

Frances Conroy

Y explican el motivo de su puja: Tienen un acuerdo con la Colonia en donde ambos se respetan y no se derrama la sangre. Pero los Miller han estropeado todo con su presencia…

Los paletos tienen madre, y es la gran Frances Conroy. Es la que maneja los hilos, incluyendo el secuestro de Denis O´Hare, que no estaba muerto, que estaba de parranda.

En realidad no, está agonizando en una mesa, sin pierna derecha y agujereado por las flechas.

Un martillazo en toda la cara pone fin a su sufrimiento.

Cuando los paletos secuestran a los Miller para llevarles como ofrecimiento a la Colonia de Bates, en el intento de fuga muere uno de ellos, lo que desata la ira de Conroy.

Al llegar de nuevo a su no tan añorado hogar, la escena es totalmente de desamparo.

La muerte está cerca para Flora, Shelby y Matt. Hasta Mr.Piggy se ha unido a la fiesta de sangre y fuego que tiene preparada la Colonia. Pero…

Vuelve Basset

Acusada injustamente del asesinato de su ex, Lee abandona las dependencias policiales en busca de su hija. Pero al no responder las llamadas su cuñada y hermano, acude a la mansión… para ver todo lo que he narrado antes.

Así que entre ella y la traición de Wes Bentley (hijo de Bates) consiguen escapar del mal que rodea el misterio Roanoke. Una secuencia digna de un final de temporada.

Cuando pedía acción, me dan toda la que faltaba en los cuatro capítulos anteriores.

Sanos y salvos, los Miller narran a cámara el fin de su pesadilla. De cómo se sintieron las personas más ricas del mundo viviendo el peor hotel de América.

Pero siempre quedan retazos de lo mal que lo han pasado, y para Shelby se aparecen en forma de pesadilla… Kathy Bates, un hacha… Afortunadamente, son solo eso, pesadillas. ¿O no?

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