'Anatomía de Grey' 12x15/16 Review: Vuelve la versión bipolar de Grey

Por PorJuan Carlos López Sáez

'Grey's Anatomy' se mantiene en forma (también en audiencias) en la que es su duodécima temporada, pero no por ello puede disimular el desgaste de algunos personajes como Webber, Owen y April, o el hecho de no saber tratar a otros que podrían resultar interesantes como Arizona.

¡Cuidado, spoilers!

La gran cagada de Arizona y Callie

Arizona se precipitó al ser tan impulsiva y contar a Jackson que April estaba embarazada y no pensaba hacerse pruebas. Como es lógico, April no le pasa a su amiga lo que ha hecho y la ignora todo lo posible. Sus compañeros se cortan a la hora de dejarle claro que ha actuado mal.

Bailey va más allá y le recuerda que un acto así le supondría la suspensión, pero como Arizona es adorable y cae bien a todos, además de que no deja de dar muestras de arrepentimiento, se queda impune y su único castigo es la indiferencia por parte de April (que visto de otro modo es un regalo).

Callie, por su parte, mete la pata con su pareja Penny al decirle que su ex Robbins no ve bien que formalicen su relación presentándole a su hija Sofía. Pero como Shonda disfruta pasándose de graciosa, Sofía cava siendo atendida por Penny por un corte en la cabeza, produciendo esa presentación de forma repentina.

Penny acude a Robbins para pedir disculpas, pero Arizona, que ya tiene bastante con lo que lidiar, pide no verse envuelta en sus problemas de pareja. Callie se ve obligada a confesar y termina cediendo y pidiéndole a su pareja que la acompañe a tomar un helado con su hija.

El clan Avery

La reacción de Jackson era imprevisible y me parece que han desdibujado al personaje porque que él insinúe a April la opción del aborto no me pega en absoluto con el mismo personaje que no hace tanto celebraba la llegada de su hijo, y que se vio hundido por su pérdida.

Jackson llega hasta a actuar de forma algo brusca con April al ver que ésta le niega su derecho a decidir sobre el futuro del feto. La tensión no deja de aumentar y justo en el momento más inapropiado aparece la madre de Jackson, que aún habiendo prometido no implicarse, acude a April como amiga y consejera.

Pero lo más interesante viene al final, mamá Avery no llega con intención de calmar las aguas, sino de ir a por April legalmente por estafar a su hijo debido a que sabía que estaba embarazada en el momento en el que firmó el divorcio.

Grey volviendo a ser la que fue

He de reconocer que Meredith no fue santo de mi devoción hasta hace pocas temporadas por las salidas de tono que tenía, que pasaba de estar bien a mal en un instante, sin motivo aparente, y haciéndome dudar de su salud mental. Y esa Grey algo bipolar vuelve cuando por fin acepta darse una oportunidad con su nuevo pretendiente, después de contar con el apoyo de todos sus compañeros (genial ver como hasta Amelia apoya a la que fue su cuñada para su primera cita).

Todo va bien hasta la mañana siguiente, cuando una histérica Meredith echa al pobre chico de su casa pareciendo que ha sido atacada, y nada más lejos de la realidad. Recuperando su antigua manía de no hablar claramente sobre lo sucedido, Meredith se obsesiona con la limpieza (como hizo Izzie con la repostería, pero por suerte para Meredith su método conlleva menos calorías) hasta que entra en razón y decide seguir adelante con la relación.

Entiendo el drama de que el personaje se sienta culpable de haberse acostado con otro hombre porque el recuerdo de Derek sigue presente, pero se les ha ido de las manos porque hay momentos que parecía una escena de violencia doméstica.

DeLuca y su retroceso

Maggie tardó mucho en aceptar la propuesta de DeLuca para hacer oficial su relación, y cuando por fin accedió se encuentra que su compañero no está muy cómodo con su nueva situación.

Maggie no se corta a la hora de favorecerle e incluirlo en sus operaciones, pero DeLuca no quiere ese trato de favor ni que le puedan achacar aprovecharse de que su novia es su jefa, y se inclina por centrarse en su carrera profesional antes que en la relación, por lo que termina rompiendo con Maggie, dejando a la pobre desconcertada por el cambio de actitud y opinión.

La pérdida de Owen

Mientras que Amelia se va reconduciendo en los últimos episodios, y está pasando a ser un personaje que encaja en tramas de los demás (sus escenas con Maggie y Meredith funcionan como el momento cómico), Owen es ahora el que parece estar completamente perdido. Seguimos con su animadversión hacia Riggs, que a diferencia que él, se va haciendo con el hospital y sus compañeros, y deja claro al pelirrojo que no tuvo la culpa de la muerte de su hermana y que, además, no pasó página tan pronto.

Owen lidió con la pérdida de su hermana haciendo borrón y cuenta nueva y negando su existencia. Esta revelación produce que de pronto veamos a un Owen alcohólico que tira por la borda su relación con Amelia, que ve la decadencia en la que se encuentra el cirujano, y el posible peligro de verse arrastrada ahora que está superando sus problemas con el alcohol.

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