'La Caza' 1x03 y 1x04 Review: una canguro psicópata y un cojo que habla

Por Jesús LópezJesús López

La comisaria Gibson sigue indagando para lograr capturar al asesino en serie que ya tiene atemorizada a toda la ciudad de Belfast. Para ello crea un grupo especial para dar caza a Spector, bajo el nombre “Operación Músico”, y dibuja a los agentes el perfil del psicópata como si lo conociera de toda la vida, y es que hay que tener en cuenta que, a pesar de las evidentes diferencias, la buena y el malo, Gibson y Spector tienen mucho en común.

Ambos son meticulosos, obsesivos y saben mantener la calma hasta en las situaciones más inesperadas. Stella ya sabe que su asesino elige personalmente a sus víctimas, no de forma aleatoria, e irrumpe en sus casas dos días antes de cometer el crimen, aunque le falta el vínculo que las une. Que parece no ser otro que su aspecto físico.

Pero este no es el único quebradero para la comisaria, que acaba de enterarse de que Olson, el sargento con el que mantuvo una noche loca de ‘si te he visto no me acuerdo’, ha sido ejecutado en la puerta de su casa. Por lo que algo empieza a oler mal y todo apunta a negocios sucios.

Siempre habla un cojo

La investigación por la muerte de Olson lleva a Jim Burns, el jefe del departamento, a preguntar a Gibson por su relación con él, algo que la liberal de Stella confiesa sin titubear. Ya la conocemos... Esto no parece sentar muy bien al jefazo que le recuerda que el sargento estaba casado y tenía un hijo.

Esos aires de ética y moralidad de Burns caen inmediatamente por los suelos cuando la comisaria echa en cara, y de paso nos revela tal cual ‘Deluxe’, que tiempo atrás también mantuvo varios ‘aquí te pillo, aquí te mato’ con el propio jefe del departamento. Un argumento que deja al examante con cara de póker y sin respuesta. Con todo esto ya podemos vislumbrar los motivos de las tiranteces entre Burns y Gibson, algo tan cotidiano como el amor no correspondido.

Por su parte, Paul Spector continúa con su papel de padre de familia. Su mujer, ajena a que su marido es el verdadero asesino, se preocupa por las pesadillas nocturnas que persiguen a su hija. Sus sueños podrían llegar a desvelar el lugar del escondite secreto de Paul en el que guarda las pruebas de todos sus asesinatos.

En cuanto a su relación de pareja lo cierto es que conforme avanza la trama ya vemos que ese matrimonio hace aguas, a él no se le ve especialmente interesado en su mujer y ella lo mira como si estuviera viendo en la tele a Jaime Cantizano. Tal vez por este motivo la esposa decida planear una escapada de fin de semana en familia a la casa de la abuela, a las afueras de la ciudad, una propuesta que parece no entusiasmar a Paul que finalmente accede, pero él no pasará allí todo el fin de semana. Suponemos que tiene planes mejores.

Sin embargo, esa visita con una vuelta en quad acompañado de su hija incluida, le llevará a descubrir en un cercano paraje inhóspito una vieja casa abandonada que podría ser el lugar perfecto para convertirlo en una especie de templo ritual de sus perversiones. Un escenario que seguro que veamos en más episodios.

Así las cosas, la alarma continúa creciendo en la ciudad por los atroces crímenes y los medios de comunicación buscan detalles, por lo que Stella participa en una rueda de prensa que, tras ser emitida en televisión, capta la atención de Spector, que ahora pone el ojo en la comisaria Gibson ¿Quién sabe si se tratará de una futura víctima?

¿Una canguro psicópata?

Además, nuestro asesino de profesión psicólogo sigue dándonos ejemplos de que está peor de lo que podíamos imaginar… Continúa elaborando su propia pornografía a base de objetos y fotos de las víctimas que atesora como trofeos.

Sin embargo, al perfeccionista de Paul parece que se le escapa algo de las manos, su relación con la mujer de un paciente interesada por él y, especialmente, su dependencia por la canguro quinceañera, una bomba de relojería que parece que estallará en cualquier momento. Aunque no nos queda claro de esta extraña relación quién es realmente el psicópata: ¿Spector o la dulce niñera?

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