Expediente X 11x06 Review: Los monstruos de Skinner están aquí

Expediente X 11x06 Review: Los monstruos de Skinner están aquí

Por Jesús López

Comenzamos con un aviso para navegantes: Debido a la emisión de los Juegos Olímpicos de Invierno FOX retrasará la emisión de los nuevos capítulos, por lo que no toca nueva entrega en España hasta el próximo 6 de marzo. Dicho esto, vamos al lío…

SPOILERS!

Es indiscutible a estas alturas que Mulder y Scully son la esencia de Expediente X, pero no hay que olvidar que ha habido personajes a lo largo de la serie que han reforzado al dúo protagonista. Véase el caso de El Fumador, Los Tiradores Solitarios o el que hoy nos ocupa: El director adjunto del FBI Walter Skinner.

Sorprende bastante que después de once temporadas un personaje tan recordado y tan involucrado en multitud de argumentos de la serie apenas haya tenido una mayor relevancia y no nos hayan permitido ahondar más en su pasado y sobre su vida personal. Tan sólo hay un par de capítulos (bastante olvidables) Avatar (3x21) y SR 819 (6x09).

El capítulo de esta semana Kitten (Gatito) comienza trasladándonos mediante flashbacks a 1969, en plena guerra de Vietnam, donde Skinner luchaba como soldado en el ejército y que, a modo de anécdota, es interpretado con aspecto joven por su sobrino en la vida real. Será allí, en medio del conflicto bélico, donde se produzca posiblemente su primer expediente X provocado por un extraño gas fabricado por gobiernos ocultos para manipular el comportamiento de la población, haciendo luego un acertado uso del conocido fenómeno real de los “Chemtrails”.

Estos recuerdos provocarán la desaparición de Skinner, lo que conllevará la reaparición del subdirector Alvin Kersh, que no habíamos vuelto a ver desde la novena temporada. Un largo periodo de tiempo que, sin embargo, no ha servido para cambiar su tosca actitud con la pareja de agente del FBI. “¿Alguna vez se han preguntado por qué, después de treinta y cinco años en la Oficina, Walter Skinner no está sentado a este lado del escritorio?” Le preguntaba Kersh en una indirecta muy directa a Mulder y Scully, convertidos en culpables.

Los agentes tendrán que investigar sobre el paradero de Walter Skinner y un expediente X en el que entrarán en juego el mencionado gas con un monstruo que aparece mediante extrañas visiones, por lo que el expediente se centrará más en explorar las consecuencias psicológicas de la guerra que en cazar al “monstruo de la semana”.

Mientras Mulder y Scully profundizan en los tratos del gobierno en Vietnam, Skinner acude a hablar con Davey, el personaje que interpreta Haley Joel Osment –el cambiado niño de El sexto sentido-, que parece que quiere ajustar cuentas pendientes con él por el pasado. El actor se suma de esta manera como una de las estrellas invitadas de la temporada encarnando al hijo del compañero del ejército de Skinner, que viene sediento de venganza y que acaba presa de su propia trampa.

En resumen, durante este aceptable episodio, Skinner vuelve a dudar de la propia agencia en la que trabaja, nos deja con momentos destacados de intriga y, al mismo tiempo, nos desorienta a través de algunos personajes innecesarios. A pesar de que el capítulo sea aplaudido por cederle terreno al director adjunto del FBI tal vez la trama no haya sido tan acertada como el argumento de la misma basada en fenómenos reales como es el caso de los ‘Chemtrails’, o lo que es lo mismo, la misteriosa presencia de aviones por todo el mundo que estarían realizando fumigaciones clandestinas, incorporando productos químicos en el aire que respiramos, con fines desconocidos.

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