Expediente X 11x07 Review: Ninguna tecnología que ocupe tus manos podrá suplir los sentimientos del corazón

Expediente X 11x07 Review: Ninguna tecnología que ocupe tus manos podrá suplir los sentimientos del corazón

Por Jesús López

Expediente X se adapta a los nuevos tiempos. Los misterios deben buscarse en todo aquello que nos rodea y la tecnología tiene, a día de hoy, un papel principal. Si ves Expediente X seguro que eres uno de esos paranoicos que sospecha que la tecnología te espía ¿Crees que Google se dedica a seguir tu ubicación con algún fin? ¿Crees que Facebook recopila tu información para algo más? ¿Crees que tus mensajes podrían ser leídos y tus llamadas escuchadas?

Pues probablemente sí. Pero Expediente X va más allá y se mete en la llamada Inteligencia Artificial en este capítulo titulado ‘Rm9sbG93ZXJz’, una codificación binaria de base64 que significa ‘Seguidores’ y que en este caso encripta el lema de ‘La verdad está ahí fuera’ con ‘VGhlIFRydXRoIGlzIE91dCBUaGVyZQ =’.

El episodio se explica con la introducción del propio episodio recordando la historia real del chatbot llamado ‘Tay’, aquel que Microsoft introdujo en Twitter en 2016, con la idea de que aprendería de las interacciones con humanos y que estaba programado para que luego se adaptara en consecuencia. Después de 16 horas el inofensivo invento estaba lanzando frases con un lenguaje racista y ofensivo, aprendiendo de los que interactuaban con él. Inmediatamente la cuenta fue cerrada.

En el capítulo independiente de ‘monstruo de la semana’ (que viene a ser la propia Inteligencia Artificial) en el que el guion queda reducido a un folio, Mulder y Scully acuden a comer a un restaurante japonés totalmente vacío que está operado exclusivamente por máquinas. Tablets para hacer pedidos y bandejas que se deslizan con comida que elabora la robótica en la cocina. Sin embargo un plato poco apetitoso provoca que Mulder decida prescindir de dejar la tediosa propina, lo que origina el enfado de las máquinas que les perseguirán a través de drones y taxis sin conductor (una experiencia poco satisfactoria para Scully).

Tampoco ayudan sus smartphones, el recién estrenado robot aspirador de Dana ni las insoportables locuciones que todos sufrimos para llamar al banco para anular una tarjeta, en este caso la de Mulder.

Finalmente la última posibilidad de dejar la propina a través de una APP consigue que paralice la pesadilla que acaba con el mensaje de la máquina recordando al agente del FBI: “Aprendemos de usted”.

El episodio concluye con una cena en un restaurante de lo más normal, en la que Mulder y Scully dejan sus teléfonos sobre el mostrador y deciden unir sus manos en un mensaje claro para el espectador: Ninguna tecnología que ocupe tus manos podrá suplir los sentimientos del corazón. Por no hablar de un buen plato elaborado sazonado con cariño, claro.

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