'Fargo' 2x06 Review: un doble asalto para tomarse la justicia por su cuenta

PorDiego Hidalgo

(¡Cuidado SPOILERS!)

Los Gerhardt acuden a la pequeña ciudad de Luverne para tomarse doblemente la justicia por su cuenta. Allí van para, por un lado, sacar de la cárcel a Charlie, hijo de Bear, quien está arrestado tras el fallido intento de asesinato del “carnicero” (es decir, Ed); y por otro lado, para terminar de una vez por todas el trabajo de acabar con la vida de éste.

Algo que caracteriza a ‘Fargo’ va a estar presente en la totalidad de este grandísimo episodio digno de una “finale”: tensión, montaje milimétrico, grandes personajes, metáforas y diálogos sobresalientes.

Típicas discusiones familiares llevadas al extremo

Cuando Bear Gerhardt se entera de que su hermano, Dodd, envió a su hijo a matar a Ed se lanza violentamente contra él. Le golpea hasta que el querido guardaespaldas indio de Dodd, Hanzee, le apunta con un rifle. Entonces cambian las tornas.

Bear, un padre muy protector con su hijo al cual todavía ve como un niño (el hecho de que esté impedido lo incrementa más si cabe), discute con Dodd sobre el futuro de éste. Dodd le dice que ya estaba preparado para trabajar en el negocio familiar, aunque tenga un brazo lisiado, ya que tiene un coraje nunca visto en la familia desde su abuelo. “¿Qué es lo que has hecho tú con los dos brazos?” le recrimina. Y en parte tiene razón, la sobreprotección nunca es buena.

Como castigo por el ataque de Bear a Dodd, éste le hubiese azotado con el cinturón cual látigo si no se hubiese interpuesto Floyd, quien les detiene y les manda a sacar al chico de la cárcel y a matar de una vez por todas al “carnicero”.

Simone ya no es una Gerhardt

Dodd no era el más indicado para hablar de paternidad con su hermano, ya que si mira hacia abajo en su propio árbol genealógico se encuentra con Simone, con la que precisamente no ha hecho bien los deberes.

Y los ha hecho tan mal que nada más abandonar el feudo de los Gerhardt dejándolo indefenso, Simone se lo cuenta a Mike Milligan traicionando a su padre (tras una pequeña disputa al principio del episodio, le pide incluso su muerte) y a su familia.

Más tarde, Floyd, que tonta no es, le pregunta a Simone si “¿estás con nosotros?”, como si intuyera lo que estaba por venir: Mike Milligan y los pocos efectivos con los que cuenta (entre ellos uno de los gemelos Kitchen) atacan la granja en busca de venganza.

Peggy sigue negando las evidencias del accidente

Tras llevarse a su marido a comisaria por lo acontecido en la carnicería en el episodio anterior, Peggy se queda en casa con el Sheriff. Éste continúa la conversación que mantuvo la pareja con Lou episodios atrás donde les confirmaba que se han metido en plena guerra de bandas y que van a ir a por ella y a por su marido más pronto que tarde. Peggy, asustada, sigue negando las evidencias y el Sheriff le dice que lo mejor que puede hacer es contar la verdad ahora y obtener su protección, porque próximamente vendrán los investigadores y descubrirán que en el coche hay sangre de Rye.

En esta conversación el Sheriff da con la pregunta clave que todos nos hacemos y que sin ella no se hubiese llevado a cabo esta segunda temporada de ‘Fargo’: “¿por qué no paraste o llamaste a la policía tras el accidente?”. No obtenemos una respuesta clara, pero sí una genial metáfora entre el accidente y el paso del tiempo y el no mirar atrás.

El asalto a la casa de Ed y Peggy

Dodd y parte del “ejército” de los Gerhardt hacen presencia en la casa de Peggy mientras mantiene la conversación con el Sheriff. Éste, por deber, se ocupa de salir a “conversar” con Dodd, quien le amenaza con un bastón eléctrico. Entretanto, Hanzee, sigilosamente, entra por la parte de atrás de la casa.

El Sheriff le explica a Dodd y los suyos que Ed está en comisaria, pero no tiene tiempo para explicar más porque Hanzee le golpea por detrás dejándole inconsciente. Dodd, entonces, le manda a la comisaría y él se encargará de examinar el interior de la casa.

En el sótano, donde se esconde Peggy, uno de los matones es golpeado por ésta con un lavabo. Dodd busca a Peggy, pero ésta juega en casa conociendo todos los rincones de su sótano y donde acabará dejando sin salida a Dodd y atacándole con su propia medicina, el bastón eléctrico, dejándonos con ganas de más para el próximo episodio.

Karl Weathers, abogados

Esta segunda temporada de ‘Fargo’ está poniendo el listón muy alto para elegir un personaje favorito. La gran mayoría son personajes perfectamente escritos, con una fuerte personalidad y carismáticos. Lou, Peggy, Dodd, Floyd, Mike, Hanzee o Rye (aunque le viésemos poco) son algunos de estos personajes que pasarán al recuerdo. Pues bien, a esta lista se une desde el episodio de hoy Karl Weathers, el ex veterano de guerra compañero de Lou que casualmente también es abogado.

Karl hará presencia en el episodio después de que Ed pidiera un abogado para saber si tiene que hablar o no sobre el tema del accidente. Y nada más y nada menos que Karl es el mejor abogado de la ciudad… y el único, como le recuerda su compañero.

En comisaría, Karl hace presencia borracho y con locuaces y metafóricos comentarios. Pero Ed tiene que estar tranquilo, tan sólo le hacen falta cuatro minutos para desarrollar que los hechos no son suficientes para que su cliente esté retenido allí.

El asalto a la comisaría

Cuando Karl sale de comisaría orgulloso de su trabajo se topa con el “ejército” de Bear en busca de su hijo. Obviamente, vuelve a entrar con el rabo entre las piernas.

Dentro de la comisaría se preparan con Lou al mando (se nota aquí sus años de experiencia en el ejército, el real) siguiendo un plan que consiste en lo siguiente: distraer a Bear y los suyos mientras Lou y Ed huyen por la parte de atrás. Y, ¿a quién le toca distraer a Bear? Pues no podría ser otro que al protagonista del episodio, a Karl.

La cobardía que vimos en Karl cuando se topa con la amenaza de la comisaría se desvanece instantáneamente en el momento en el que tiene que salir para convencer a Bear, haciéndose pasar por el abogado de su hijo, de que lo mejor es que se vayan de allí.

Además de ser una distracción (podría haber pasado cualquier cosa), los pies de plomo, la sangre fría y la elocuencia de Karl sirven para concienciar a Bear de que lo mejor es que se vayan de allí porque al fin y al cabo están perjudicando a su hijo. El amor paternal sale a relucir y finalmente deciden abandonar la zona eliminando toda la tensión producida.

La decisión de Hanzee

Enviado por Dodd, Hanzee se dirige a la comisaría para asesinar a Ed antes de que lo encuentren Bear y los suyos. Como en la casa de los Blumquist, Hanzee intenta colarse en la comisaría por la parte de atrás. Allí se encuentra unas evidencias que confirman que Lou y Ed han escapado por el bosque, por lo que no cesará en encontrarles.

Lou y Ed llegan a una carretera donde se encuentran con el coche de policía del Sheriff (ya recuperado del golpe y con dirección a la comisaría). Entonces Ed, aprovechando un momento de descuido, huye de allí a toda velocidad. El Sheriff le dice a Lou que no pasa nada, que huya, porque “ya sabemos dónde estará”, ahora mismo tienen cosas más importantes que resolver en la comisaría (ajenos a la brillante actuación de Karl).

Hanzee aparece en la carretera pero debe decidir qué dirección debe tomar. Hacia un lado, de vuelta a la comisaría y ayudar a los suyos; o hacia el otro lado, e ir tras Ed cumpliendo las órdenes de Dodd. Tras unos segundos de reflexión, Hanzee opta por la segunda opción y se dirige a casa de los Blumquist dejándonos con la miel en los labios como cada vez que se termina un episodio de ‘Fargo’.

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